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Pues resulta que Uber, un servicio de transporte barato que nació en San Francisco para compensar la total y absoluta imposibilidad de tomar un taxi en las calles de esa ciudad de California, es un servicio para niños y niñas "popis" en México.
En San Francisco es imposible conseguir un taxi esperándolo simplemente en una esquina de cualquier calle o avenida. Es imposible porque no pasan nunca. Los taxis solamente existen en los lugares muy turísticos o en las zonas de bares y restaurantes. Para ir al aeropuerto se tiene que pedir un taxi por teléfono, algo así como el servicio "de sitio" que tanto amaban los niños ricos de México, debido al temor de que los fueran a secuestrar si pedían un taxi normal, de esos que usa la chusma.
Pues Uber fue creado en San Francisco para que cualquiera pudiera tener un taxi. Personas comunes y corrientes prestan su coche un ratito para llevar a otros y de paso ganarse una lanita extra. Pero la ventaja más importante es que es barato. Comparando una dejada "normal" en un taxi, en la que hay que pagar un mínimo de 20 dólares por un recorrido de 15 minutos, Uber da el mismo servicio por 11 dólares y además se puede agarrar el "taxi" a cualquier hora y en cualquier lugar de la ciudad. Lo que no ocurre con los taxis "normales" pues simplemente no se puede ver uno en ningún lado.
Eso es Uber en San Francisco, un servicio barato otorgado por gente común y corriente que presta su auto privado por unas horas para ganar una lanita extra.
Pero en la Ciudad de México es un servicio casi exclusivo para niños y niñas popis.
Me recuerda el caso de Starbucks. Una cafetería para gente trabajadora a quién por 5 dólares le dan un litro de café. Y sin embargo, en México ir a Starbucks es para sentirse "nice". Así es Uber en México. Una forma de transporte "nice" para gente que se cree "pípiris nice".
Lo ridículo es que los niños y niñas popis de México, que por cierto no trabajan y viven de parásitos de sus papis, les pareció muy caro el servicio de tarifa dinámica de Uber y se pusieron a chillotear en las redes sociales porque la ley de la oferta y la demanda les hizo pagar hasta 77 dólares, unos 1400 pesitos, o sea, una dejada "normal" de una hora en cualquier ciudad de Estados Unidos.
Hasta los ricos también lloran... decía la Vero Castro...
Pues resulta que Uber, un servicio de transporte barato que nació en San Francisco para compensar la total y absoluta imposibilidad de tomar un taxi en las calles de esa ciudad de California, es un servicio para niños y niñas "popis" en México.
En San Francisco es imposible conseguir un taxi esperándolo simplemente en una esquina de cualquier calle o avenida. Es imposible porque no pasan nunca. Los taxis solamente existen en los lugares muy turísticos o en las zonas de bares y restaurantes. Para ir al aeropuerto se tiene que pedir un taxi por teléfono, algo así como el servicio "de sitio" que tanto amaban los niños ricos de México, debido al temor de que los fueran a secuestrar si pedían un taxi normal, de esos que usa la chusma.
Pues Uber fue creado en San Francisco para que cualquiera pudiera tener un taxi. Personas comunes y corrientes prestan su coche un ratito para llevar a otros y de paso ganarse una lanita extra. Pero la ventaja más importante es que es barato. Comparando una dejada "normal" en un taxi, en la que hay que pagar un mínimo de 20 dólares por un recorrido de 15 minutos, Uber da el mismo servicio por 11 dólares y además se puede agarrar el "taxi" a cualquier hora y en cualquier lugar de la ciudad. Lo que no ocurre con los taxis "normales" pues simplemente no se puede ver uno en ningún lado.
Eso es Uber en San Francisco, un servicio barato otorgado por gente común y corriente que presta su auto privado por unas horas para ganar una lanita extra.
Pero en la Ciudad de México es un servicio casi exclusivo para niños y niñas popis.
Me recuerda el caso de Starbucks. Una cafetería para gente trabajadora a quién por 5 dólares le dan un litro de café. Y sin embargo, en México ir a Starbucks es para sentirse "nice". Así es Uber en México. Una forma de transporte "nice" para gente que se cree "pípiris nice".
Lo ridículo es que los niños y niñas popis de México, que por cierto no trabajan y viven de parásitos de sus papis, les pareció muy caro el servicio de tarifa dinámica de Uber y se pusieron a chillotear en las redes sociales porque la ley de la oferta y la demanda les hizo pagar hasta 77 dólares, unos 1400 pesitos, o sea, una dejada "normal" de una hora en cualquier ciudad de Estados Unidos.
Hasta los ricos también lloran... decía la Vero Castro...
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