Hoy a través de las redes hemos establecido un tipo de comunicación directa entre los integrantes de nuestra sociedad.
Millones de posteos se intercambian diariamente con información de todo tipo que no necesariamente es cierta ni legítima pero la información que anteriormente recibíamos como única por los medios de difusión masiva tampoco lo eran.
Es por esto que es necesario el análisis cuidadoso de estos comunicados y se impone una reflexión.
Ante los escándalos de corrupción, los sueldos desmedidos de los políticos, la impunidad lacerante de las autoridades, el clima de violencia es entendible el coraje social que en ocasiones llega a proclamas de movimientos armados como solución a este gobierno incapaz de satisfacer las expectativas sociales.
La historia registra movimientos armados generados en el exterior como la independencia, la guerra de la Reforma y la mal llamada Revolución Mexicana y esconde otros generados internamente como la de los Religioneros, Cristeros y Sinarquistas.
Todos tienen en común un gran sufrimiento en la población y un fuerte deterioro de la economía y nulos resultados en los objetivos.
Evidentemente no podemos seguir tolerando el tipo de políticos y autoridades que tenemos, pero hay que reconocer que tampoco podemos seguir actuando como sociedad como lo hemos venido haciendo porque para tener un corrupto tenemos que tener un corruptor.
No podemos asustarnos con la conducta descarada de nuestros dirigentes cuando hemos tirado por la borda la educación en valores, esos políticos que tanto criticamos salieron de nuestras escuelas, compartieron el mismo tipo de educación que nosotros, no son extraterrestres.
Una revolución armada solo cambiaría de tiranos que generalmente son peores que los que se quitan y ahí está como ejemplo reciente nuestro país hermano Venezuela, donde removieron un gobierno corrupto por otro mas corrupto, violento y asesino, la desesperación los mandó al abismo.
La verdadera revolución, la que da buenos frutos es la revolución del pensamiento, necesitamos una revolución de ideas, tirar a la basura toda esa ideología chatarra de lucha de clases, para sustituirla por una ideología de solidaridad social, de vernos como hermanos sin importar la condición económica o de instrucción.
Solo la educación nos hará libres, pero tenemos que entender que la educación es generar en los educandos patrones de conducta basados en la mejor experiencia de la humanidad y esa experiencia está establecida en los valores universales
Necesitamos liberar la educación de los políticos y líderes sindicales venales que la han degradado, es vital regresar a la educación en valores y el único sustento de los valores es la fe.
Fe en nosotros mismos, fe en nuestra familia, fe en nuestra patria y fe en el fundamento de toda fe, la fe en Dios.
Millones de posteos se intercambian diariamente con información de todo tipo que no necesariamente es cierta ni legítima pero la información que anteriormente recibíamos como única por los medios de difusión masiva tampoco lo eran.
Es por esto que es necesario el análisis cuidadoso de estos comunicados y se impone una reflexión.
Ante los escándalos de corrupción, los sueldos desmedidos de los políticos, la impunidad lacerante de las autoridades, el clima de violencia es entendible el coraje social que en ocasiones llega a proclamas de movimientos armados como solución a este gobierno incapaz de satisfacer las expectativas sociales.
La historia registra movimientos armados generados en el exterior como la independencia, la guerra de la Reforma y la mal llamada Revolución Mexicana y esconde otros generados internamente como la de los Religioneros, Cristeros y Sinarquistas.
Todos tienen en común un gran sufrimiento en la población y un fuerte deterioro de la economía y nulos resultados en los objetivos.
Evidentemente no podemos seguir tolerando el tipo de políticos y autoridades que tenemos, pero hay que reconocer que tampoco podemos seguir actuando como sociedad como lo hemos venido haciendo porque para tener un corrupto tenemos que tener un corruptor.
No podemos asustarnos con la conducta descarada de nuestros dirigentes cuando hemos tirado por la borda la educación en valores, esos políticos que tanto criticamos salieron de nuestras escuelas, compartieron el mismo tipo de educación que nosotros, no son extraterrestres.
Una revolución armada solo cambiaría de tiranos que generalmente son peores que los que se quitan y ahí está como ejemplo reciente nuestro país hermano Venezuela, donde removieron un gobierno corrupto por otro mas corrupto, violento y asesino, la desesperación los mandó al abismo.
La verdadera revolución, la que da buenos frutos es la revolución del pensamiento, necesitamos una revolución de ideas, tirar a la basura toda esa ideología chatarra de lucha de clases, para sustituirla por una ideología de solidaridad social, de vernos como hermanos sin importar la condición económica o de instrucción.
Solo la educación nos hará libres, pero tenemos que entender que la educación es generar en los educandos patrones de conducta basados en la mejor experiencia de la humanidad y esa experiencia está establecida en los valores universales
Necesitamos liberar la educación de los políticos y líderes sindicales venales que la han degradado, es vital regresar a la educación en valores y el único sustento de los valores es la fe.
Fe en nosotros mismos, fe en nuestra familia, fe en nuestra patria y fe en el fundamento de toda fe, la fe en Dios.
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