Socavón
Por Ángel Pujalte Piñeiro
El socavón del Paso Express evidencia varias cosas. La primera es la respuesta gastada e improcedente de las autoridades. Que consiste en hacerse las victimas y echarle la culpa a la sociedad. Tanto en los “encharcamientos” a los que ya se les empieza a llamar por su nombre “inundaciones” en la CDMX como en el socavón de una carretera federal, la culpa es de los ciudadanos que por sucios y cochinos tiran basura que echa a perder las buenas acciones que con tan buenas intenciones hace el inmaculado gobierno a favor de su sociedad.
He aclarado muchas veces que la basura no causa los encharcamientos sino el irresponsable negocio del gobierno amafiado con el cartel inmobiliario, que lucra con las licencias de construcción. Que sin adecuar el drenaje, multiplica las viviendas en lotes unifamiliares, con lo que multiplica la descarga a tubos, cuya capacidad se calculó para mucho menos viviendas o gente. Por lo que cuando llueve los tubos ya están llenos. Es fácil comprobarlo asomándose a los posos de visita en las vialidades, para darse cuenta que sin llover, el nivel del agua esta por encima del de los tubos.
El caso del socavón tampoco se debe a que el tubo lo hayan tapado los sucios y cochinos ciudadanos, sino que algo o mucho, esta mal hecho en el Paso Express. Lo que bien se tira no falla y las porquerías tarde que temprano salen a la luz. El problema no es que el tubo se haya tapado sino que se destapó.
De alguna forma hay un paso abierto en el tubo, que comunica el agua dentro del tubo y la terracería fuera del tubo. Ya sea porque no se ensamblo correctamente una extensión al tubo existente o porque dejaron un tubo muy viejo y al ampliar el terraplén lo rompieron. Esto se averigua inspeccionando el tubo desde su interior. La cosa es que de alguna manera, el material arriba del tubo entro al tubo por un hoyo, donde la corriente de agua lo arrastro hacia fuera.
Por lo que se debe buscar el lugar donde se encuentra depositado todo el material que falta en el socavón. Que no es poco, posiblemente son más de 15 metros cúbicos. Y si resulta que ese material es la basura que según Ruiz Esparza taponó el drenaje e hizo que se ahogara el tubo y humedeciera el material del terraplén lubricando el desmoronamiento y caída de material al interior del tubo, que ya debe tener mucho tiempo y material arrastrado, entonces no se trata de basura de la sociedad sino del secretario de comunicaciones. Algo que pudo notar a tiempo alguien preparado.
Además de las evidencias físicas se debe revisar el proyecto y los procedimientos constructivos. De todo hay pruebas físicas. Aunque ya aparecieron las comparsas incompetentes que usufructúan los membretes de la profesión, los lava cara y justificadores oficiales venidos a menos. A ver si no salen conque se hizo lo “justo y necesario” y sucedió algo imprevisible ocasionado por una mutación de las leyes físicas de la Naturaleza.
O que como es costumbre le echen la culpa al peón más humilde de la obra, porque hizo pipi en el tubo. Es necesario empezar a poner las cosas en su lugar y terminar por lo menos con la impunidad profesional. El que más cobra y tiene mayor jerarquía es el más culpable. Los problemas nacen en la cabeza y no en las patas. Los de arriba son responsables de los que hacen sus subordinados. La responsabilidad no se delega, se comparte. Las escaleras se barren de arriba para abajo
.
He estado ausente porque trabajo en la “Actualización de la Disección de la Ley de Obras Públicas y SRCLM, con alcance ampliado a los fines y medios normativos”. Un libro que analiza a una herramienta predilecta de corrupción, por su impunidad y la cuantía de los recursos que permite desviar. Por lo que he dejado pasar muchas cosas, pero esto no podía dejarlo ir.
https://angelpujaltepineiro.com/ , Autor de: La infracultura en la construcción, La anomia, Disección de la Ley de Obras Publicas y Servicios Relacionados con las Mismas, ¿A dónde Vamos, México? ¡Fe de Erratas del Desarrollo Nacional! y en proceso de publicación: Actualización de la Disección de la LOPySRM, El descalabro de la razón, La hermana perversa de la Ingeniería Civil y Recensión metafísica.
Por Ángel Pujalte Piñeiro
El socavón del Paso Express evidencia varias cosas. La primera es la respuesta gastada e improcedente de las autoridades. Que consiste en hacerse las victimas y echarle la culpa a la sociedad. Tanto en los “encharcamientos” a los que ya se les empieza a llamar por su nombre “inundaciones” en la CDMX como en el socavón de una carretera federal, la culpa es de los ciudadanos que por sucios y cochinos tiran basura que echa a perder las buenas acciones que con tan buenas intenciones hace el inmaculado gobierno a favor de su sociedad.
He aclarado muchas veces que la basura no causa los encharcamientos sino el irresponsable negocio del gobierno amafiado con el cartel inmobiliario, que lucra con las licencias de construcción. Que sin adecuar el drenaje, multiplica las viviendas en lotes unifamiliares, con lo que multiplica la descarga a tubos, cuya capacidad se calculó para mucho menos viviendas o gente. Por lo que cuando llueve los tubos ya están llenos. Es fácil comprobarlo asomándose a los posos de visita en las vialidades, para darse cuenta que sin llover, el nivel del agua esta por encima del de los tubos.
El caso del socavón tampoco se debe a que el tubo lo hayan tapado los sucios y cochinos ciudadanos, sino que algo o mucho, esta mal hecho en el Paso Express. Lo que bien se tira no falla y las porquerías tarde que temprano salen a la luz. El problema no es que el tubo se haya tapado sino que se destapó.
De alguna forma hay un paso abierto en el tubo, que comunica el agua dentro del tubo y la terracería fuera del tubo. Ya sea porque no se ensamblo correctamente una extensión al tubo existente o porque dejaron un tubo muy viejo y al ampliar el terraplén lo rompieron. Esto se averigua inspeccionando el tubo desde su interior. La cosa es que de alguna manera, el material arriba del tubo entro al tubo por un hoyo, donde la corriente de agua lo arrastro hacia fuera.
Por lo que se debe buscar el lugar donde se encuentra depositado todo el material que falta en el socavón. Que no es poco, posiblemente son más de 15 metros cúbicos. Y si resulta que ese material es la basura que según Ruiz Esparza taponó el drenaje e hizo que se ahogara el tubo y humedeciera el material del terraplén lubricando el desmoronamiento y caída de material al interior del tubo, que ya debe tener mucho tiempo y material arrastrado, entonces no se trata de basura de la sociedad sino del secretario de comunicaciones. Algo que pudo notar a tiempo alguien preparado.
Además de las evidencias físicas se debe revisar el proyecto y los procedimientos constructivos. De todo hay pruebas físicas. Aunque ya aparecieron las comparsas incompetentes que usufructúan los membretes de la profesión, los lava cara y justificadores oficiales venidos a menos. A ver si no salen conque se hizo lo “justo y necesario” y sucedió algo imprevisible ocasionado por una mutación de las leyes físicas de la Naturaleza.
O que como es costumbre le echen la culpa al peón más humilde de la obra, porque hizo pipi en el tubo. Es necesario empezar a poner las cosas en su lugar y terminar por lo menos con la impunidad profesional. El que más cobra y tiene mayor jerarquía es el más culpable. Los problemas nacen en la cabeza y no en las patas. Los de arriba son responsables de los que hacen sus subordinados. La responsabilidad no se delega, se comparte. Las escaleras se barren de arriba para abajo
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He estado ausente porque trabajo en la “Actualización de la Disección de la Ley de Obras Públicas y SRCLM, con alcance ampliado a los fines y medios normativos”. Un libro que analiza a una herramienta predilecta de corrupción, por su impunidad y la cuantía de los recursos que permite desviar. Por lo que he dejado pasar muchas cosas, pero esto no podía dejarlo ir.
https://angelpujaltepineiro.com/ , Autor de: La infracultura en la construcción, La anomia, Disección de la Ley de Obras Publicas y Servicios Relacionados con las Mismas, ¿A dónde Vamos, México? ¡Fe de Erratas del Desarrollo Nacional! y en proceso de publicación: Actualización de la Disección de la LOPySRM, El descalabro de la razón, La hermana perversa de la Ingeniería Civil y Recensión metafísica.
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