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Tras la inmisericorde destrucción de la Izquierda mexicana, las mexicanitas y mexicanitos se alistan a escoger, entre tres candidatos de Derecha, a su próximo Presidente de la República.
Cabe mencionar que los tres candidatos han sido meticulosamente escogidos desde los headquarters salinistas.
Sin el peligro de un ascenso al poder de algún personaje con ideas izquierdosas, el capitalismo mexicano no teme algún desaguisado y está listo para seleccionar a quién mejor proteja sus intereses económicos.
No es de extrañar que los tres candidatos de derecha se encuentren en una guerra fratricida, descarnada y sin cuartel, por alcanzar el poder.
El primero, Ricardo Anaya, un fanático de la ultraderecha, está bregando con acusaciones de corrupción reveladas por sus propios cuates que antes lo solaparon.
Y es que José Antonio Me-a-de (lo siento, en español no se pronuncia “Míd”), el segundo, intenta por todos los medios arrebatarle el voto útil a Anaya ante el temor de no alcanzar a AMLO.
¿Y qué decir de Andrés Manuel López Obrador? Pues nada, que el tercer candidato de la derecha lucha para esconder debajo del tapete cualquier mínimo tufo izquierdista, y, con el beneplácito salinista, desea disfrutar del premio bien ganado por su exitosa misión de destruir a la Izquierda amenazante.
Tres candidatos de derecha. Gracias a dios la Patria estará a salvo.
Tras la inmisericorde destrucción de la Izquierda mexicana, las mexicanitas y mexicanitos se alistan a escoger, entre tres candidatos de Derecha, a su próximo Presidente de la República.
Cabe mencionar que los tres candidatos han sido meticulosamente escogidos desde los headquarters salinistas.
Sin el peligro de un ascenso al poder de algún personaje con ideas izquierdosas, el capitalismo mexicano no teme algún desaguisado y está listo para seleccionar a quién mejor proteja sus intereses económicos.
No es de extrañar que los tres candidatos de derecha se encuentren en una guerra fratricida, descarnada y sin cuartel, por alcanzar el poder.
El primero, Ricardo Anaya, un fanático de la ultraderecha, está bregando con acusaciones de corrupción reveladas por sus propios cuates que antes lo solaparon.
Y es que José Antonio Me-a-de (lo siento, en español no se pronuncia “Míd”), el segundo, intenta por todos los medios arrebatarle el voto útil a Anaya ante el temor de no alcanzar a AMLO.
¿Y qué decir de Andrés Manuel López Obrador? Pues nada, que el tercer candidato de la derecha lucha para esconder debajo del tapete cualquier mínimo tufo izquierdista, y, con el beneplácito salinista, desea disfrutar del premio bien ganado por su exitosa misión de destruir a la Izquierda amenazante.
Tres candidatos de derecha. Gracias a dios la Patria estará a salvo.
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