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La entrevista por la que tanto chilloteó Jorge Ramos, el conductor de noticias de Univisión que fue enviado específicamente para pegarle a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, fue liberada por el gobierno venezolano para darle un "estate quieto" al "periodista".
Y es que en la entrevista, de unos 17 minutos, se ve a Nicolás Maduro mostrando la dignidad de un presidente, sereno, sin manoteos ni aspavientos, sin levantar apenas la voz, y contestando las necedades de un "periodista" empeñado en golpear a Maduro.
Todas las respuestas de Maduro a las preguntas-agresiones de Ramos fueron inteligentes y certeras, y dieron justo en el blanco para exponer a un "periodista" que trabaja por encargo. Se vio a un Ramos desesperado por sacar de quicio a Maduro. Y no lo logró. Más bien dejó la imagen de un presidente que dignifica a su pueblo.
Yo vi a Nicolás Maduro tranquilo, mientras Jorge Ramos le interrumpía constantemente, lo agredía con una total falta de respeto, como si estuviera hablando con cualquier hijo de vecino y no con el presidente legítimo de un país soberano.
Vergonzosa, patética muestra de fanatismo intolerante, la que mostró el "periodista" norteamericano. Digna, muy digna, la respuesta del presidente Maduro quién, al liberar la entrevista para que el público la vea, le da tremenda y efectiva cachetada con guante blanco a Univisión y sus fanáticos dueños.
La entrevista por la que tanto chilloteó Jorge Ramos, el conductor de noticias de Univisión que fue enviado específicamente para pegarle a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, fue liberada por el gobierno venezolano para darle un "estate quieto" al "periodista".
Y es que en la entrevista, de unos 17 minutos, se ve a Nicolás Maduro mostrando la dignidad de un presidente, sereno, sin manoteos ni aspavientos, sin levantar apenas la voz, y contestando las necedades de un "periodista" empeñado en golpear a Maduro.
Todas las respuestas de Maduro a las preguntas-agresiones de Ramos fueron inteligentes y certeras, y dieron justo en el blanco para exponer a un "periodista" que trabaja por encargo. Se vio a un Ramos desesperado por sacar de quicio a Maduro. Y no lo logró. Más bien dejó la imagen de un presidente que dignifica a su pueblo.
Yo vi a Nicolás Maduro tranquilo, mientras Jorge Ramos le interrumpía constantemente, lo agredía con una total falta de respeto, como si estuviera hablando con cualquier hijo de vecino y no con el presidente legítimo de un país soberano.
Vergonzosa, patética muestra de fanatismo intolerante, la que mostró el "periodista" norteamericano. Digna, muy digna, la respuesta del presidente Maduro quién, al liberar la entrevista para que el público la vea, le da tremenda y efectiva cachetada con guante blanco a Univisión y sus fanáticos dueños.

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