Será porque hace un par de años sus dirigentes se veían sentados en la Presidencia, en las Secretarías de Estado, en las embajadas y consulados.
Será porque la mayoría de los activistas de ese partido apostaron prestigio y dinero propio creyendo que triunfarían con AMLO.
Será por los pésimos resultados que hoy tienen en las encuestas rumbo al 2009, gracias a las vísceras incontroladas del cacique tabasqueño.
El hecho es que ahora el PRD ha decidido suicidarse con una consulta popular sólo para bobos, en la que no engañan a nadie más que a sí mismos.
Con una asistencia bajísima, debido a que sólo se presentaron los que representan el voto duro del PRD (un 18-20%), dicen haber derrotado con un 85% a la propuesta de Calderón.
¿A quién engañan?
Queda claro (y lo han repetido mil veces) que esperaban el NO abrumador (que ya lograron) para justificar tomas de tribunas, de calles, manifestaciones multitudinarias.
Lo harán, desde luego, porque las glándulas de AMLO así lo han decidido.
Este patético y folklórico líder tropical todavía no se ha dado cuenta del costo político que le han generado sus desmanes de hace dos años, e insiste en algo que a los mexicanos no nos gusta: la violencia semipacífica en las calles, el perjudicar a la ciudadanía para complacer el berrinche de haberse autoderrotado en el 2006.
¿En dónde están las izquierdas inteligentes mexicanas? Las necesitamos de verdad, y apenas algunas cabezas muestran sensatez. Veamos a Ruth Zavaleta, a Jesús Ortega, a Cuahtémoc Cárdenas y tres o cuatro más. ¿Serán suficientes para demostrar que el PRD es un partido político serio, o seguiremos creyendo que son pandilleros que viven del presupuesto?
Si ésas son las izquierdas mexicanas, que Dios proteja a nuestros pobres.
Será porque la mayoría de los activistas de ese partido apostaron prestigio y dinero propio creyendo que triunfarían con AMLO.
Será por los pésimos resultados que hoy tienen en las encuestas rumbo al 2009, gracias a las vísceras incontroladas del cacique tabasqueño.
El hecho es que ahora el PRD ha decidido suicidarse con una consulta popular sólo para bobos, en la que no engañan a nadie más que a sí mismos.
Con una asistencia bajísima, debido a que sólo se presentaron los que representan el voto duro del PRD (un 18-20%), dicen haber derrotado con un 85% a la propuesta de Calderón.
¿A quién engañan?
Queda claro (y lo han repetido mil veces) que esperaban el NO abrumador (que ya lograron) para justificar tomas de tribunas, de calles, manifestaciones multitudinarias.
Lo harán, desde luego, porque las glándulas de AMLO así lo han decidido.
Este patético y folklórico líder tropical todavía no se ha dado cuenta del costo político que le han generado sus desmanes de hace dos años, e insiste en algo que a los mexicanos no nos gusta: la violencia semipacífica en las calles, el perjudicar a la ciudadanía para complacer el berrinche de haberse autoderrotado en el 2006.
¿En dónde están las izquierdas inteligentes mexicanas? Las necesitamos de verdad, y apenas algunas cabezas muestran sensatez. Veamos a Ruth Zavaleta, a Jesús Ortega, a Cuahtémoc Cárdenas y tres o cuatro más. ¿Serán suficientes para demostrar que el PRD es un partido político serio, o seguiremos creyendo que son pandilleros que viven del presupuesto?
Si ésas son las izquierdas mexicanas, que Dios proteja a nuestros pobres.
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