El que discriminó a Owens, sin embargo, no fue Hitler, sino Roosevelt. De acuerdo con las memorias del atleta, éste recibió una felicitación escrita del gobierno alemán, pero no fue invitado a la celebración oficial en la Casa Blanca. Que quede dicho lo que ha de ser dicho
En 1936, los últimos Juegos antes de la guerra, celebrados en el Berlín de los nazis, querían ser una demostración mundial de la hegemonía alemana y la superioridad intrínseca de los arios. Y de hecho sí fueron la exhibición de algo. No sé de qué. Los alemanes barrieron. Conquistaron 33 medallas de oro, por únicamente 24 de los gringos. El tercer lugar lo obtuvo Italia, con ocho. Entre paréntesis, esa vez los mexicanos hicieron el mejor papel de nuestra historia al quedar en el sitio 21, con tres medallas. Las tres, de bronce.
autor:marcelino perello
En 1936, los últimos Juegos antes de la guerra, celebrados en el Berlín de los nazis, querían ser una demostración mundial de la hegemonía alemana y la superioridad intrínseca de los arios. Y de hecho sí fueron la exhibición de algo. No sé de qué. Los alemanes barrieron. Conquistaron 33 medallas de oro, por únicamente 24 de los gringos. El tercer lugar lo obtuvo Italia, con ocho. Entre paréntesis, esa vez los mexicanos hicieron el mejor papel de nuestra historia al quedar en el sitio 21, con tres medallas. Las tres, de bronce.
autor:marcelino perello
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