Pues chamacos, aunque sé que para ustedes van a dar las nueve (apenas llegando a sus oficinas); para mí el día está por acabar. Son las 11 de la noche y en una hora y diez será miércoles.
Hoy es mi último día en esta ciudad que por segunda vez en mi vida tengo oportunidad de visitar.
Llegué el Miércoles y después de una ardua semana (incluyendo fin de semana; porque el organizador de la junta tenía que irse a Europa en chinga el Lunes); por fin regresaré a mi cantón en Nueva Jersey, con mi mujer y mis escuincles.
Hoy dos de las personas con las que estuve trabajando tuvieron la amabilísima ocurrencia de llevarme a un restaurant mexicano, propiedad de un niponcito buena onda que fué a ver el mundial a México en 1986 y se quedó ahí por 15 años; por lo que, al regresar hace poco a su tierra, puso un restaurant auténticamente mexicano.
A diferencia de los muchos restaurants pseudo mexicanos de Nueva Jersey, este restaurant era tan mexicano que hasta me sirvieron nopales y pollo con mole, acompañados con unas exquisitar tortillas auténticamente mexicanas; no como las pseudo tortillas industrialmente producidas que se venden en los "yunaites".
En fin, que al salir del restaurant (ya noche); rumbo al metro me dijeron que no había ningún problema; que es muy seguro, y que me sintiera como en casa.
La verdad me dió curiosidad y les pregunté cómo es que hacían para tener una ciudad tan segura. Lo primero que me dijeron es que en Japón no es legal tener armas (a diferencia de Estados Unidos, donde sí tienes derecho a tenerla); lo cual echa por tierra la teoría de aquellos que piensan que la única forma de eliminar la delincuencia en México empieza por tener armas y el derecho a "defendernos".
Entonces yo les dije que qué más habría porque no me parecía suficiente; que si los castigos a quien comete crímenes son tan duros que la gente encuentra más conveniente no delinquir. Su respuesta fue simplemente que no, que los cuerpos policiacos en Japón son muy efectivos y que aquí no hay corrupción.
Entonces yo les dije que cómo era eso posible; que si no hay forma de que a un policía los criminales le ofrezcan dinero para que los dejen delinquir y entonces, después de dudarlo un poco, nadamás me dijeron "bueno... es que aquí no tenemos pandillas; y además... pues creo que es cultural, que la gente lo lleva ya en la educación. No intención de corromper".
La verdad me llamó mucho la atención, porque aunque llevo varios años experimentando diversas culturas de diferentes países y tengo bien claro que uno de los grandes males en nuestro país está relacionado a las raices culturales; yo estaba seguro que debía haber algo más.
Sin embargo, ya no me fue posible entrar en detalles porque llegamos a la estación donde ellos se bajaban mientras yo todavía tenía que recorrer 6 estaciones más hasta mi hotel.
Cuando bajé del metro, me sorprendió ver muchachas en uniforme escolar a esas horas (10:30 de la noche) con falditas bien micro-skirt, dejando ver en muchos de los casos deliciosamente torneadas piernas (muchas de ellas harto pálidas... medio descoloridas, pero igual sabrosas) y entonces me pregunté a qué escala estarían las violaciones o cómo era posible que a estas horas las colegialas vinieran así y recordé la discusión aquella que teníamos hace algunas semanas por el rector que "sugirió" que para reducir la tasa de violaciones las chamacas debían "taparse más". Por supuesto, mi "taquito de ojo" fue más bien discreto, pues no quiero ser considerado un sátiro rabo verde ni me quiero arriesgar a que te detengan por "sexual harrasment" por una simple "miradita ''inocente''" (estoy hablando de muchachas mayores, no me vayan a malentender).
Como sea, una experiencia harto agradable visitar Tokio (aquellos que consideran a Estados Unidos el "primer mundo"; deberían visitar este país, para que sepan en dónde está realmente el primer mundo; eso sin contar que la mayoría de los japoneses son amabilísimos y algo tímidos y están lejos de tener la arrogancia gringa). Y aunque por un lado es una lástima que ya me voy, por otro lado regresar con mi amantísima esposa y chilpayates me emociona todavía.
Y claro, por fin dejaré de rascarme la cabeza con cara de "what" al ver tanto letrero japonés del que no tengo la más re p...ta idea de qué significa. Lo único que recordé (de mi visita hace tres años) es que "cora jitotsu cori nashi kudazae" significa "una coca sin hielo por favor" y que "gotza ymás" (desconozco la ortografía) significa una especie de prefijo super formalísimo que se agrega a casi cualquier frase como "buenos días" (ojayo), "buenas noches", "gusto en conocerlo" y cualquier otra que requiera super atención.
Hoy es mi último día en esta ciudad que por segunda vez en mi vida tengo oportunidad de visitar.
Llegué el Miércoles y después de una ardua semana (incluyendo fin de semana; porque el organizador de la junta tenía que irse a Europa en chinga el Lunes); por fin regresaré a mi cantón en Nueva Jersey, con mi mujer y mis escuincles.
Hoy dos de las personas con las que estuve trabajando tuvieron la amabilísima ocurrencia de llevarme a un restaurant mexicano, propiedad de un niponcito buena onda que fué a ver el mundial a México en 1986 y se quedó ahí por 15 años; por lo que, al regresar hace poco a su tierra, puso un restaurant auténticamente mexicano.
A diferencia de los muchos restaurants pseudo mexicanos de Nueva Jersey, este restaurant era tan mexicano que hasta me sirvieron nopales y pollo con mole, acompañados con unas exquisitar tortillas auténticamente mexicanas; no como las pseudo tortillas industrialmente producidas que se venden en los "yunaites".
En fin, que al salir del restaurant (ya noche); rumbo al metro me dijeron que no había ningún problema; que es muy seguro, y que me sintiera como en casa.
La verdad me dió curiosidad y les pregunté cómo es que hacían para tener una ciudad tan segura. Lo primero que me dijeron es que en Japón no es legal tener armas (a diferencia de Estados Unidos, donde sí tienes derecho a tenerla); lo cual echa por tierra la teoría de aquellos que piensan que la única forma de eliminar la delincuencia en México empieza por tener armas y el derecho a "defendernos".
Entonces yo les dije que qué más habría porque no me parecía suficiente; que si los castigos a quien comete crímenes son tan duros que la gente encuentra más conveniente no delinquir. Su respuesta fue simplemente que no, que los cuerpos policiacos en Japón son muy efectivos y que aquí no hay corrupción.
Entonces yo les dije que cómo era eso posible; que si no hay forma de que a un policía los criminales le ofrezcan dinero para que los dejen delinquir y entonces, después de dudarlo un poco, nadamás me dijeron "bueno... es que aquí no tenemos pandillas; y además... pues creo que es cultural, que la gente lo lleva ya en la educación. No intención de corromper".
La verdad me llamó mucho la atención, porque aunque llevo varios años experimentando diversas culturas de diferentes países y tengo bien claro que uno de los grandes males en nuestro país está relacionado a las raices culturales; yo estaba seguro que debía haber algo más.
Sin embargo, ya no me fue posible entrar en detalles porque llegamos a la estación donde ellos se bajaban mientras yo todavía tenía que recorrer 6 estaciones más hasta mi hotel.
Cuando bajé del metro, me sorprendió ver muchachas en uniforme escolar a esas horas (10:30 de la noche) con falditas bien micro-skirt, dejando ver en muchos de los casos deliciosamente torneadas piernas (muchas de ellas harto pálidas... medio descoloridas, pero igual sabrosas) y entonces me pregunté a qué escala estarían las violaciones o cómo era posible que a estas horas las colegialas vinieran así y recordé la discusión aquella que teníamos hace algunas semanas por el rector que "sugirió" que para reducir la tasa de violaciones las chamacas debían "taparse más". Por supuesto, mi "taquito de ojo" fue más bien discreto, pues no quiero ser considerado un sátiro rabo verde ni me quiero arriesgar a que te detengan por "sexual harrasment" por una simple "miradita ''inocente''" (estoy hablando de muchachas mayores, no me vayan a malentender).
Como sea, una experiencia harto agradable visitar Tokio (aquellos que consideran a Estados Unidos el "primer mundo"; deberían visitar este país, para que sepan en dónde está realmente el primer mundo; eso sin contar que la mayoría de los japoneses son amabilísimos y algo tímidos y están lejos de tener la arrogancia gringa). Y aunque por un lado es una lástima que ya me voy, por otro lado regresar con mi amantísima esposa y chilpayates me emociona todavía.
Y claro, por fin dejaré de rascarme la cabeza con cara de "what" al ver tanto letrero japonés del que no tengo la más re p...ta idea de qué significa. Lo único que recordé (de mi visita hace tres años) es que "cora jitotsu cori nashi kudazae" significa "una coca sin hielo por favor" y que "gotza ymás" (desconozco la ortografía) significa una especie de prefijo super formalísimo que se agrega a casi cualquier frase como "buenos días" (ojayo), "buenas noches", "gusto en conocerlo" y cualquier otra que requiera super atención.
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