Rwanda, Serbia, Guantanamo, Chile, Irak, México...
¿Existe alguna situación en la que sea viable y justificada la agresión a terceros? Me refiero a los golpes, torturas o violaciones a nuestros derechos, ejercidos o aplicados por la sacrosanta "autoridá"
La tonalidad puede variar, ya que hay desde el rojo intenso, hasta el rosa paliducho, pero golpes son golpes, torturas son torturas, y violaciones a los derechos humanos son violaciones, por donde se les vea. Es, como se dice, algo equiparable a aquello de "nadie puede estar medio embarazada".
Hay situaciones extremas como las de Abu Graihb o las de Guantánamo; pero eso no excluye otro tipo de violencia ejercida contra ciudadanos, por ejemplo, lo que sucede en Venezuela, en la que por "quítame allá estas pajas" encarcelan a los que se oponen al régimen.
Regularmente la violación de los derechos humanos, y/o la tortura, va dirigida hacia los disidentes. No obstante, los disidentes son una parte importantísima de la sociedad, ya que son el contrapeso a los gobiernos totalitarios. Sin embargo, cualquier lidercillo de pacotilla, o cualquier "campeón del mundo libre y el american way of life", o también algún descerebrado militar o policía de una ciudad rabona de nuestro México lindo y qué herido se siente llamados por los dioses para aplicar los "castigos" que juzguen convenientes, de acuerdo a su gorilezca mentalidad.
Personalmente creo que jamás, nunca de los nuncas, deberían convalidarse los actos arbitrarios de la autoridad; jamás, pero bajo ninguna circunstancia, deberíamos estar en la posición de festinar una violación a los derechos humanos; por ningún motivo deberíamos hacer mofa de aquellos que han sufrido una agresión de cualquier tipo, por causa de la mentalidad retrógrada de las autoridades incapaces de tolerar a quienes disienten de ellos.
Eso, para mi, es una cuestión elemental de ética y decencia personal.
¿Debemos aceptar, eventual y excepcionalmente, que alguien sea detenido, encarcelado, golpeado, torturado, o se le violen sus derechos básicos, en aras de cuidar la "imagen" de algún patán gobernante?. ¿Existe algún caso en que sí se justifiquen dichas violaciones?
No omito mencionar que, aún cuando estoy generalizando, el asunto central es la detención de los muchachos que increparon a Feli-Pillo en la entrega de unos premios. Sin embargo, en este caso la generalización sí procede.
Saludos.
¿Existe alguna situación en la que sea viable y justificada la agresión a terceros? Me refiero a los golpes, torturas o violaciones a nuestros derechos, ejercidos o aplicados por la sacrosanta "autoridá"
La tonalidad puede variar, ya que hay desde el rojo intenso, hasta el rosa paliducho, pero golpes son golpes, torturas son torturas, y violaciones a los derechos humanos son violaciones, por donde se les vea. Es, como se dice, algo equiparable a aquello de "nadie puede estar medio embarazada".
Hay situaciones extremas como las de Abu Graihb o las de Guantánamo; pero eso no excluye otro tipo de violencia ejercida contra ciudadanos, por ejemplo, lo que sucede en Venezuela, en la que por "quítame allá estas pajas" encarcelan a los que se oponen al régimen.
Regularmente la violación de los derechos humanos, y/o la tortura, va dirigida hacia los disidentes. No obstante, los disidentes son una parte importantísima de la sociedad, ya que son el contrapeso a los gobiernos totalitarios. Sin embargo, cualquier lidercillo de pacotilla, o cualquier "campeón del mundo libre y el american way of life", o también algún descerebrado militar o policía de una ciudad rabona de nuestro México lindo y qué herido se siente llamados por los dioses para aplicar los "castigos" que juzguen convenientes, de acuerdo a su gorilezca mentalidad.
Personalmente creo que jamás, nunca de los nuncas, deberían convalidarse los actos arbitrarios de la autoridad; jamás, pero bajo ninguna circunstancia, deberíamos estar en la posición de festinar una violación a los derechos humanos; por ningún motivo deberíamos hacer mofa de aquellos que han sufrido una agresión de cualquier tipo, por causa de la mentalidad retrógrada de las autoridades incapaces de tolerar a quienes disienten de ellos.
Eso, para mi, es una cuestión elemental de ética y decencia personal.
¿Debemos aceptar, eventual y excepcionalmente, que alguien sea detenido, encarcelado, golpeado, torturado, o se le violen sus derechos básicos, en aras de cuidar la "imagen" de algún patán gobernante?. ¿Existe algún caso en que sí se justifiquen dichas violaciones?
No omito mencionar que, aún cuando estoy generalizando, el asunto central es la detención de los muchachos que increparon a Feli-Pillo en la entrega de unos premios. Sin embargo, en este caso la generalización sí procede.
Saludos.
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