Casi nadie quedó conforme con la actuación de Luis Carlos Ugalde en los momentos cumbres de la elección del 2006. Y digo casi nadie porque, a unos les pareció que fue débil ante el PRD, a otros que fue un cobarde que se rindió ante el PAN, a los unos los descepcionó por las prematuras declaraciones, a los otros porque hubieran querido que declara vencedor a la de újule al enanito.
Desde su nombramiento todo fue medio difícil. Que si era hijo putativo de la Gordillo, que si llegaba a ese puesto a defender los intereses del PRI, que si no podría llenar la silla que dejó Woldenberg porque carecía del talento de éste último, que no tenía mas oficio que el de burócrata bien pagado, y así hasta el infinito.
La cosa es que Luis Carlos Ugalde, a dos años de aquellos momentos, decide confesarse. Wow!!!!!
Escribe, para ese fin, un libro llamado "Así lo viví". En dicho libraco les dice de todo a todos; no dejó títere con cabeza. Habla de las presiones a que lo sometieron su madre putativa, las que le llegaron desde Los Pinos, las de la coalición "Por el bien de todos", y las de... ¿ya se imaginan?... ¡sí, las del enanito bailarín!
"En su libro, Ugalde narra que Fox, "con tono seco y altivo", le dijo que era una lástima que no hubiera anunciado ganador, porque todas las encuestas serias mostraban un ganador claro. "Me dijo que estaba colocando al país en una situación de ingobernabilidad por no haber dado ganador."
Igual que lo hizo con Calderón, que le telefoneó poco después de las ocho de la noche del 2 de julio, Ugalde no aceptó hablar con la dirigente magisterial, quien lo maldijo a través de su secretario particular, Alejandro Ríos Camarena. "Ella había sido gestora de mi elección como presidente del IFE en 2003 y en ese momento más crítico de mi gestión mi secretario particular le negaba hablar conmigo. Lo insultó y le dijo que se arrepentía de haber votado por mí como presidente del IFE años antes."
Gordillo le envió a Ugalde el mensaje de que le faltó valor para declarar ganador: "Tiempo después una persona que había presenciado la conversación de Elba Esther con mi secretario particular narró que estaba furiosa. Quería que anunciara que Calderón había ganado. Al colgar conmigo habría dicho: 'Le faltaron huevos a Ugalde'".
Por ejemplo, Ugalde revela conversaciones que serían comprometedoras para esos dos personajes: Fox, quien en 2004 le dijo que sería neutral, en realidad hizo una estudiada campaña mediática para impedir el triunfo de López Obrador, como le aseguró el vocero Rubén Aguilar:
"Fox pensaba que México no podía regresar a la época del PRI, bajo la sombra de un populista como López Obrador'. Más que un asunto de favorecer a Calderón, lo esencial era que MLO no ganara. Para Fox no importaba si Calderón estaba de acuerdo o no con su estrategia. Para él lo importante era garantizar que se mantuviera su proyecto de gobierno y que AMLO no llegara a Los Pinos."
Gordillo, en tanto, evitó postular como candidato presidencial de Nueva Alianza a Jorge Castañeda, porque le restaba votos al PAN, tal como le habían dicho Fox, Marta Sahagún y Santiago Creel, todavía secretario de Gobernación. Pero ella siempre jugó con esa posibilidad, aunque con la condición de que el inescrupuloso exanciller declinase por Calderón: "El 30 de mayo del 2006, a pocas semanas de la jornada electoral, Elba Esther le dijo a Castañeda por última vez que si aceptaba la candidatura, ella quitaba a (Roberto) Campa."
Ugalde apenas si aborda la intromisión, ilegal, de los organismos empresariales y asociaciones civiles panistas en una campaña de spots de radio y televisión que comenzó en junio, que costó casi 200 millones de pesos; y la justifica por las críticas que recibían de López Obrador.
"Hasta ese momento la clase empresarial del país se había mantenido en una esfera de discreción. Mientras López Obrador los acusaba y agredía, ellos se reservaban sus opiniones", escribe.
Así, aunque exhibe ampliamente a Fox como un impostor por su deseo de influir en el electorado para evitar el triunfo de López Obrador, apenas si le hace un reproche, en forma de preguntas.
"La interrogante central es si el conflicto después del 2 de julio es consecuencia de que las contiendas fueron inequitativas. Si Fox no hubiera hablado y los empresarios no hubieran transmitido sus spots, ¿López Obrador habría aceptado el resultado que no le favoreció? Y, más importante quizá, ¿habría ganado Felipe Calderón?"
Todo lo entrecomillado es de la autoría de Álvaro Delgado.
¿Cómo la ven?. ¿Es o no es motivo para seguir en el sospechosismo?. Digo, si el propio Luis Carlos Ugalde lo duda, ¿yo por qué no?
Desde su nombramiento todo fue medio difícil. Que si era hijo putativo de la Gordillo, que si llegaba a ese puesto a defender los intereses del PRI, que si no podría llenar la silla que dejó Woldenberg porque carecía del talento de éste último, que no tenía mas oficio que el de burócrata bien pagado, y así hasta el infinito.
La cosa es que Luis Carlos Ugalde, a dos años de aquellos momentos, decide confesarse. Wow!!!!!
Escribe, para ese fin, un libro llamado "Así lo viví". En dicho libraco les dice de todo a todos; no dejó títere con cabeza. Habla de las presiones a que lo sometieron su madre putativa, las que le llegaron desde Los Pinos, las de la coalición "Por el bien de todos", y las de... ¿ya se imaginan?... ¡sí, las del enanito bailarín!
"En su libro, Ugalde narra que Fox, "con tono seco y altivo", le dijo que era una lástima que no hubiera anunciado ganador, porque todas las encuestas serias mostraban un ganador claro. "Me dijo que estaba colocando al país en una situación de ingobernabilidad por no haber dado ganador."
Igual que lo hizo con Calderón, que le telefoneó poco después de las ocho de la noche del 2 de julio, Ugalde no aceptó hablar con la dirigente magisterial, quien lo maldijo a través de su secretario particular, Alejandro Ríos Camarena. "Ella había sido gestora de mi elección como presidente del IFE en 2003 y en ese momento más crítico de mi gestión mi secretario particular le negaba hablar conmigo. Lo insultó y le dijo que se arrepentía de haber votado por mí como presidente del IFE años antes."
Gordillo le envió a Ugalde el mensaje de que le faltó valor para declarar ganador: "Tiempo después una persona que había presenciado la conversación de Elba Esther con mi secretario particular narró que estaba furiosa. Quería que anunciara que Calderón había ganado. Al colgar conmigo habría dicho: 'Le faltaron huevos a Ugalde'".
Por ejemplo, Ugalde revela conversaciones que serían comprometedoras para esos dos personajes: Fox, quien en 2004 le dijo que sería neutral, en realidad hizo una estudiada campaña mediática para impedir el triunfo de López Obrador, como le aseguró el vocero Rubén Aguilar:
"Fox pensaba que México no podía regresar a la época del PRI, bajo la sombra de un populista como López Obrador'. Más que un asunto de favorecer a Calderón, lo esencial era que MLO no ganara. Para Fox no importaba si Calderón estaba de acuerdo o no con su estrategia. Para él lo importante era garantizar que se mantuviera su proyecto de gobierno y que AMLO no llegara a Los Pinos."
Gordillo, en tanto, evitó postular como candidato presidencial de Nueva Alianza a Jorge Castañeda, porque le restaba votos al PAN, tal como le habían dicho Fox, Marta Sahagún y Santiago Creel, todavía secretario de Gobernación. Pero ella siempre jugó con esa posibilidad, aunque con la condición de que el inescrupuloso exanciller declinase por Calderón: "El 30 de mayo del 2006, a pocas semanas de la jornada electoral, Elba Esther le dijo a Castañeda por última vez que si aceptaba la candidatura, ella quitaba a (Roberto) Campa."
Ugalde apenas si aborda la intromisión, ilegal, de los organismos empresariales y asociaciones civiles panistas en una campaña de spots de radio y televisión que comenzó en junio, que costó casi 200 millones de pesos; y la justifica por las críticas que recibían de López Obrador.
"Hasta ese momento la clase empresarial del país se había mantenido en una esfera de discreción. Mientras López Obrador los acusaba y agredía, ellos se reservaban sus opiniones", escribe.
Así, aunque exhibe ampliamente a Fox como un impostor por su deseo de influir en el electorado para evitar el triunfo de López Obrador, apenas si le hace un reproche, en forma de preguntas.
"La interrogante central es si el conflicto después del 2 de julio es consecuencia de que las contiendas fueron inequitativas. Si Fox no hubiera hablado y los empresarios no hubieran transmitido sus spots, ¿López Obrador habría aceptado el resultado que no le favoreció? Y, más importante quizá, ¿habría ganado Felipe Calderón?"
Todo lo entrecomillado es de la autoría de Álvaro Delgado.
¿Cómo la ven?. ¿Es o no es motivo para seguir en el sospechosismo?. Digo, si el propio Luis Carlos Ugalde lo duda, ¿yo por qué no?
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