Oda a la muerte
Me gusta decir que fuera de Parral me siento extranjero.
Claro, es una broma, porque me siento extraño en todas partes.
Sucede que, cuando en una mirada retrospectiva observo la línea del tiempo
Veo un punto de inflexión que marca mi nacimiento
Y detrás de ese punto el infinito de la nada.
Hacia delante de esta línea veo en un punto no definido mi muerte y
Me resisto a pensar que después de ahí este de nuevo el infinito de la nada.
Esto me lleva a concebir la esperanza
de que exista un puente que lleve a mi ser
a otra dimensión, a otro plano de vida.
Si esto se da, quiero llevar en mi maleta
el recuerdo de mi vida
y claro con las pulsiones afectivas.
Quiero poder sentirme feliz en el amanecer
y nostálgico al ver caer el sol.
Quiero escuchar el murmullo del arroyo cristalino
y el trueno de la tormenta.
Quiero oler el aroma a pino del bosque.
Y el cedro de las selvas.
Quiero sentir la húmeda brisa del mar bravío
Y el viento seco del desierto.
Quiero seguir amando a mis hijos
Y adorando a mi mujer.
Quiero seguir bromeando con mis amigos
Y compartiendo sus penas.
Quiero encontrarme en ese plano a mis padres
Y platicar con ellos tantas cosas que quedaron pendientes.
Porque sin ese puente, me aterra la muerte.
No por el dolor que me llegara a causar.
Si no por el suplicio de no saber de los que amo.
Porque sin ese puente la vida sería solo un chispazo
En un universo oscuro e infinito.
La vida carecería de sentido.
Porque si hemos de morir deberíamos preguntarnos
¿Por qué hemos nacido?
Pero mientras esto no sucede
Démosle rienda suelta a nuestros sentimientos
Demos todo el cariño y amor que tengamos
Porque finalmente será lo único que valga
La pena de poner en la maleta de ese viaje sin retorno
Marcos Barraza Urquidi
Me gusta decir que fuera de Parral me siento extranjero.
Claro, es una broma, porque me siento extraño en todas partes.
Sucede que, cuando en una mirada retrospectiva observo la línea del tiempo
Veo un punto de inflexión que marca mi nacimiento
Y detrás de ese punto el infinito de la nada.
Hacia delante de esta línea veo en un punto no definido mi muerte y
Me resisto a pensar que después de ahí este de nuevo el infinito de la nada.
Esto me lleva a concebir la esperanza
de que exista un puente que lleve a mi ser
a otra dimensión, a otro plano de vida.
Si esto se da, quiero llevar en mi maleta
el recuerdo de mi vida
y claro con las pulsiones afectivas.
Quiero poder sentirme feliz en el amanecer
y nostálgico al ver caer el sol.
Quiero escuchar el murmullo del arroyo cristalino
y el trueno de la tormenta.
Quiero oler el aroma a pino del bosque.
Y el cedro de las selvas.
Quiero sentir la húmeda brisa del mar bravío
Y el viento seco del desierto.
Quiero seguir amando a mis hijos
Y adorando a mi mujer.
Quiero seguir bromeando con mis amigos
Y compartiendo sus penas.
Quiero encontrarme en ese plano a mis padres
Y platicar con ellos tantas cosas que quedaron pendientes.
Porque sin ese puente, me aterra la muerte.
No por el dolor que me llegara a causar.
Si no por el suplicio de no saber de los que amo.
Porque sin ese puente la vida sería solo un chispazo
En un universo oscuro e infinito.
La vida carecería de sentido.
Porque si hemos de morir deberíamos preguntarnos
¿Por qué hemos nacido?
Pero mientras esto no sucede
Démosle rienda suelta a nuestros sentimientos
Demos todo el cariño y amor que tengamos
Porque finalmente será lo único que valga
La pena de poner en la maleta de ese viaje sin retorno
Marcos Barraza Urquidi
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