El burro parado tuvo una de las peores administraciones que se han visto en México en el tiempo reciente. Se cubrió de gloria con sus estúpidas ocurrencias, con su trivialidad, con su enorme ignorancia, con sus desacertados comentarios, con sus burdos e inoportunos chascarrillos.
Quién no recuerda aquello de:
- Y yo, ¿por qué?
- Comes y te vas.
- Sus botas de charol en una cena con los reyes de España.
- El premio Nobel Carlos Fuentes, las "novelas" de Octavio Paz, y José Luis Borgues. O su mujer hablando de la Rabina Gran Tagora, en lugar de Rabindranath Tagore.
- Los trabajos que ni los negros querrían hacer.
- Las lavadoras de dos patas.
Y así hasta la náusea.
Cuando el enanito llegó a Los Pinos, Fox insistió en querer tener los reflectores sobre sí mismo, y compartirlos, o de ser posible quitárselos, al Feli-Pillo. Algo sucedió porque, de pronto, Fox hizo silencio.
Al respecto se corrieron varias versiones, mismas de las que por supuesto que no tenemos confirmación, pero entre ellas recuerdo que se dijo que Calderas le mandó un mensaje bastante enérgico por conducto de Espino exigiéndole que cerrara la boca, a menos que quisiera tener problemas que difícilmente podría resolver. Quien sabe si eso habrá sido cierto, pero lo que sí es realidad es que Fox guardó silencio.
Nada mas que la belleza no puede durar mucho, y anda otra vez desbocado.
Según Federico Berrueto, "las palabras del ex presidente Fox en Monterrey corroboran lo que todo mundo sabe de él: nunca tuvo la menor idea de la investidura presidencial. Ocurrió así desde su toma de posesión y así ha proseguido. Frente a un país en serios apuros en el frente económico y por la inseguridad pública, lo mejor que se le pudo ocurrir fue denostar y aconsejar a sus correligionarios el fraude a la nueva legislación electoral frente a los comicios próximos. El demócrata devino en simple tramposo electoral.
También es ilustrativa la respuesta a Ugalde, ex presidente del IFE, por el señalamiento de su indebida intervención en el proceso electoral de 2006. Su refugio fue la doble moral: en su caso sí es permisible cargar los dados, abandonar su condición de Presidente para hacerla de oficioso coordinador de campaña de su partido y candidato. Los señalamientos que él mismo hiciera en otro momento al PRI, se le vuelven en contra, sin otra respuesta que en su tiempo las cosas eran distintas".
Pero, como su estupidez es infinita, ahora con el fallecimiento de Mouriño no tuvo mejor cosa que declarar, como si tuviera la intención de enturbiarle mas el panorama al chaparro, que lamentaba muchísimo la muerte del funcionario, pero que Calderón estaba librando una batalla en la que toos debíamos comprometernos. Eso en clara alusión al narco. Es decir, no tuvo otro comentario mas imbécil que relacionar la muerte de Mouriño con el narco.
¿Cuándo le irán a poner bozal, carajo?
Quién no recuerda aquello de:
- Y yo, ¿por qué?
- Comes y te vas.
- Sus botas de charol en una cena con los reyes de España.
- El premio Nobel Carlos Fuentes, las "novelas" de Octavio Paz, y José Luis Borgues. O su mujer hablando de la Rabina Gran Tagora, en lugar de Rabindranath Tagore.
- Los trabajos que ni los negros querrían hacer.
- Las lavadoras de dos patas.
Y así hasta la náusea.
Cuando el enanito llegó a Los Pinos, Fox insistió en querer tener los reflectores sobre sí mismo, y compartirlos, o de ser posible quitárselos, al Feli-Pillo. Algo sucedió porque, de pronto, Fox hizo silencio.
Al respecto se corrieron varias versiones, mismas de las que por supuesto que no tenemos confirmación, pero entre ellas recuerdo que se dijo que Calderas le mandó un mensaje bastante enérgico por conducto de Espino exigiéndole que cerrara la boca, a menos que quisiera tener problemas que difícilmente podría resolver. Quien sabe si eso habrá sido cierto, pero lo que sí es realidad es que Fox guardó silencio.
Nada mas que la belleza no puede durar mucho, y anda otra vez desbocado.
Según Federico Berrueto, "las palabras del ex presidente Fox en Monterrey corroboran lo que todo mundo sabe de él: nunca tuvo la menor idea de la investidura presidencial. Ocurrió así desde su toma de posesión y así ha proseguido. Frente a un país en serios apuros en el frente económico y por la inseguridad pública, lo mejor que se le pudo ocurrir fue denostar y aconsejar a sus correligionarios el fraude a la nueva legislación electoral frente a los comicios próximos. El demócrata devino en simple tramposo electoral.
También es ilustrativa la respuesta a Ugalde, ex presidente del IFE, por el señalamiento de su indebida intervención en el proceso electoral de 2006. Su refugio fue la doble moral: en su caso sí es permisible cargar los dados, abandonar su condición de Presidente para hacerla de oficioso coordinador de campaña de su partido y candidato. Los señalamientos que él mismo hiciera en otro momento al PRI, se le vuelven en contra, sin otra respuesta que en su tiempo las cosas eran distintas".
Pero, como su estupidez es infinita, ahora con el fallecimiento de Mouriño no tuvo mejor cosa que declarar, como si tuviera la intención de enturbiarle mas el panorama al chaparro, que lamentaba muchísimo la muerte del funcionario, pero que Calderón estaba librando una batalla en la que toos debíamos comprometernos. Eso en clara alusión al narco. Es decir, no tuvo otro comentario mas imbécil que relacionar la muerte de Mouriño con el narco.
¿Cuándo le irán a poner bozal, carajo?
Comment