¿Alguien recuerda esa película?. Estuvo protagonizada por Michael Douglas y Kathleen Turner.
La trama, básicamente, trata de un matrimonio que en algún momento se quiso, decidió casarse y, con el esfuerzo de ambos pusieron una casita la mar de bonita. Como en esto no siempre hay happy ends, resulta que un día deciden divorciarse, y en tanto se hace la separación de los bienes adquiridos, optan por dividir la casa en dos partes, y vivir cada uno de ellos en una de las secciones.
El asunto es que, no obstante haberse querido, utilizado, servido, amado, entregado en cuerpo y alma, apoyado mutuamente, y haber logrado allegarse grandes cosas mientras jalaron juntos, al final, es tanto el rencor (¿odio?) que se tienen, que acaban en una auténtica guerra mortal.
¿Pues saben qué?
I-GUA-LI-TO, idéntico está pasando entre los fundadores doctrinarios, y los arribistas pragmáticos del PAN.
A pesar de haberse servido mutuamente, a pesar de haberse ayudado mutuamente, a pesar de haber construidos juntos su casita, a pesar de que se han apoyado en varias batallas, el asunto llegó a su punto de inflexión.
Es verdad que en la política las cosas deben de medirse casi con espectógraf, o con un prisma diferente al que se pueda usar para medir las cosas de nosotros los pobres mortales, pero ya llegaron aun punto de inflexión que, difícilmente creo, podrán superar.
En la ceremonia luctuosa que hubo en las instalaciones de Acción Nacional, en honor a Mouriño, Calderón lanzó un mensaje duro, muy duro, contra los mismos panistas, a quienes exhortó a dejar atrás las envidias y las mezquindades. Dijo, entre otras cosas, que eso impedía la buena marcha del partido, y que por eso no ganaban elecciones. Y eso que aún no cerraban las urnas en Hidalgo.
Al salir de la reunión, sobraron los panistas que aseguraron que ese discurso había sido dirigido a los pragmáticos y a los yunquistas. Y, la verdad, yo sí creo que así fue.
Sin embargo, el otro tipo que necesita bozal, Espino, ya le corrigió la plana a los dicentes, y aseguró que el Yunque y la corriente de Fox (y no hablo de Martha la corriente, sino de la corriente política), no fueron los que lanzaron misiles de puro fuego amigo, sino el narco, y blah, blah, blah...
Mientras tanto, los yunquistas andan escondidos hasta debajo de las piedras... por algo será. ¿Sintieron que el regaño fue para ellos?, yo sí lo creo, pero ellos, sepalabola.
La trama, básicamente, trata de un matrimonio que en algún momento se quiso, decidió casarse y, con el esfuerzo de ambos pusieron una casita la mar de bonita. Como en esto no siempre hay happy ends, resulta que un día deciden divorciarse, y en tanto se hace la separación de los bienes adquiridos, optan por dividir la casa en dos partes, y vivir cada uno de ellos en una de las secciones.
El asunto es que, no obstante haberse querido, utilizado, servido, amado, entregado en cuerpo y alma, apoyado mutuamente, y haber logrado allegarse grandes cosas mientras jalaron juntos, al final, es tanto el rencor (¿odio?) que se tienen, que acaban en una auténtica guerra mortal.
¿Pues saben qué?
I-GUA-LI-TO, idéntico está pasando entre los fundadores doctrinarios, y los arribistas pragmáticos del PAN.
A pesar de haberse servido mutuamente, a pesar de haberse ayudado mutuamente, a pesar de haber construidos juntos su casita, a pesar de que se han apoyado en varias batallas, el asunto llegó a su punto de inflexión.
Es verdad que en la política las cosas deben de medirse casi con espectógraf, o con un prisma diferente al que se pueda usar para medir las cosas de nosotros los pobres mortales, pero ya llegaron aun punto de inflexión que, difícilmente creo, podrán superar.
En la ceremonia luctuosa que hubo en las instalaciones de Acción Nacional, en honor a Mouriño, Calderón lanzó un mensaje duro, muy duro, contra los mismos panistas, a quienes exhortó a dejar atrás las envidias y las mezquindades. Dijo, entre otras cosas, que eso impedía la buena marcha del partido, y que por eso no ganaban elecciones. Y eso que aún no cerraban las urnas en Hidalgo.
Al salir de la reunión, sobraron los panistas que aseguraron que ese discurso había sido dirigido a los pragmáticos y a los yunquistas. Y, la verdad, yo sí creo que así fue.
Sin embargo, el otro tipo que necesita bozal, Espino, ya le corrigió la plana a los dicentes, y aseguró que el Yunque y la corriente de Fox (y no hablo de Martha la corriente, sino de la corriente política), no fueron los que lanzaron misiles de puro fuego amigo, sino el narco, y blah, blah, blah...
Mientras tanto, los yunquistas andan escondidos hasta debajo de las piedras... por algo será. ¿Sintieron que el regaño fue para ellos?, yo sí lo creo, pero ellos, sepalabola.
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