Re: Abuchearon estudiantes a Andres Manuel
Un chiste collollallo
Llegan al Vaticano los siete enanos apedir una audiencia con el Papa.
El Secretario Particular al ver los personajes que eran de inmediato los llevo ante SuSan, ya adentro, antes incluso de las formalidades del protocolo, el enanito gruñon se acerca al Papa y le cuestiona:
¿Santo Padre, en el Vaticano hay monja enanas?, Su Santidad despues de meditarlo un rato responde: No hijo mio, no hay monja enanas en el Vaticano, los otros seis enanos se empezaron a reir.
Sacado de onda el enanito gruñon vuelve a preguntar: ¿Su Santidad, hay monjas enanas en Europa?, el Papa voltea a ver a su Secretario, el cual con un movimiento de cabeza lo niega, lo sentimos hijos mios, no tenemos monjas enanas en Europa.
Gruñon bien sacado de onda mira como sus compañeros se estaban literalmente cagando de la risa, y bastante molesto grita: ¿Hay en el mundo una sola monja enana?,
el Santo Padre ordena a sus Secretaro Particular que llame a todas las Vicarias del Mundo y localizen a una monja enana, despues de una hora la misma respuesta, No, hijo mio, no hay una sola monja enana en el mundo, Gruñon derrotado se deja caer de rodillas y empieza a llorar, los otros enanos se acercan a el, lo rodean, se toman de las manos y alegremente se ponen a reir y a girar a su alrededor mientras cantaban:
Gruñon se cojio a un pingûino, Gruñon se cojio a un pingûino, Gruñom se cojio a un pingûino.
Un chiste collollallo
Llegan al Vaticano los siete enanos apedir una audiencia con el Papa.
El Secretario Particular al ver los personajes que eran de inmediato los llevo ante SuSan, ya adentro, antes incluso de las formalidades del protocolo, el enanito gruñon se acerca al Papa y le cuestiona:
¿Santo Padre, en el Vaticano hay monja enanas?, Su Santidad despues de meditarlo un rato responde: No hijo mio, no hay monja enanas en el Vaticano, los otros seis enanos se empezaron a reir.
Sacado de onda el enanito gruñon vuelve a preguntar: ¿Su Santidad, hay monjas enanas en Europa?, el Papa voltea a ver a su Secretario, el cual con un movimiento de cabeza lo niega, lo sentimos hijos mios, no tenemos monjas enanas en Europa.
Gruñon bien sacado de onda mira como sus compañeros se estaban literalmente cagando de la risa, y bastante molesto grita: ¿Hay en el mundo una sola monja enana?,
el Santo Padre ordena a sus Secretaro Particular que llame a todas las Vicarias del Mundo y localizen a una monja enana, despues de una hora la misma respuesta, No, hijo mio, no hay una sola monja enana en el mundo, Gruñon derrotado se deja caer de rodillas y empieza a llorar, los otros enanos se acercan a el, lo rodean, se toman de las manos y alegremente se ponen a reir y a girar a su alrededor mientras cantaban:
Gruñon se cojio a un pingûino, Gruñon se cojio a un pingûino, Gruñom se cojio a un pingûino.
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