Continuando con el tema es necesario recordar que por mas de 300 años se vive en la Nueva España una paz bastante aceptable, en un pueblo que había vivido en continuas lucha de exterminio y esclavitud y con un ejercito real muy pequeño, la explicación oficial es que se debió a la sumisión de los indios, sin embargo, la historia nos dice que la sumisión pronto se transformaba en insurrección y los opresores caían ante los oprimidos.
Una explicación mas apegada a la realidad era un cambio radical en la ideología de la gente, pasaban de la idea del dominio a la ideología cristiana del amor y el perdón.
Hay dos episodios que se salen de este marco pero que nos ilustra como se vivía en aquellos tiempos, el levantamiento de los indios dirigido por vasco de Quiroga y la expulsión de los Jesuitas.
Vasco de Quiroga se había dedicado a fundar pueblo en el esquema de la utopía de Tomas Moro y platón. Soñaban en implantar en México un mundo puro dentro de un humanismo.
El ideal de Quiroga se planteaba en general, como la fundación de poblados agrícolas, sujetos a ordenanzas y convivencia con frailes que hicieran hábito de virtud.
Lo mas parecido a la iglesia católica primitiva infundiendo a este magno proyecto una elevadísima moral humanista.
Con sus propios recursos se lanza a construir ciudades, donde las familias tienen en sus casas hortalizas y flores, jornadas de trabajo de 6 horas, instrucción en artes y oficios, sana diversión, propiedades personales y comunales, trabajo personal y comunal, dirigidos por el mas anciano de la familia y la matrona, estas nuevas formas de vida llevan a la prosperidad y a un alto grado de convivencia que le crean problemas con los colonos y llegan a toma las armas para defender su ciudad bajo el liderazgo de Tata Vasco.
Aún hoy, si visitan Michoacán pueden adquirir objetos y artesanías que se fabrican en la misma forma que les enseñó Tata Vasco, en un viaje por Uruapan me llamó poderosamente la atención como hacen los platones de madera tallada y los pintan con tierras de colores y aceite de linaza de la misma forma que hace 500 años y lo mejor hay escuelas donde se siguen enseñando estas técnicas.
Los primeros frailes se establecieron en las zonas habitadas mayoritariamente por indígenas, y debido a ello la Compañía de Jesús, última en llegar (1572), debió emprender —en parte— la fundación de misiones en el norte del país, una zona poblada en ese entonces por grupos nómadas, por lo que resultó poco atractiva para los misioneros iniciales.
Si Ud. Quiere conocer estas misiones recorra la sierra Tarahumara donde encontrará viva la historia, le recomiendo que vaya a Norogachi en semana Santa fecha en que bajan los Raramuris a danzar en el atrio de la iglesia con sus cuerpos pintados y llevan en procesión a su virgen.
La Compañía de Jesús, reclutaba a los más inteligentes a su orden ya que también se dedicaba a la instrucción media y superior de ahí que también se instalaran en las ciudades con mayores ingresos.
La construcción de universidades, escuelas y seminarios requería de grandes inversiones para su construcción y mantenimiento de ahí que se avocaran a conseguir limosnas algunas llegaron en especie, como casas y haciendas.
Uno de sus bienhechores, Alfonso de Villaseca, les aconsejó que las pusieran a trabajar y adquirieran haciendas a medio construir, los jesuitas siguieron el consejo y pronto se convirtieron en los mejores administradores agrícolas del mundo.
Las misiones, las universidades y las haciendas les dieron un gran poder social y económico que despertaron el temor y la codicia de Carlos III que decretó la expulsión de todos los jesuitas de su reino y todos sus territorios en junio de 1767.
Los Jesuitas se sometieron sin la menor réplica pero hubo manifestaciones en Pátzcuaro, Guanajuato, San Luis de la Paz y San Luis Potosí que fueron reprimidas en forma violenta matando a 69 manifestantes.
Después de un largo y penoso viaje donde murió casi la mitad, llegaron a España donde serían desterrados a territorios pontificios donde llegaron en un estado deplorable en septiembre de 1968.
Después de siglos de convivencia y apoyo entre la iglesia y los Hasburgo, la política racional de los Borbones venía a chocar de frente contra la Iglesia y debilitaba el sistema colonial provocando la insurrección.
Si bien los oidores y los obispos protestaron contra la eliminación de la inmunidad y alertaban al rey de los peligros que estaban corriendo, no estaban en disposición de rebelarse contra Madrid.
Pero ambos subestimaron a dos elementos de gran fuerza: el bajo clero y las masas.
“Los que hicieron la reforma monárquica ilustrada olvidaron dos cosas: La veneración de la mayoría de los mexicanos por el sacerdote y la influencia ideológica que este ejercía gracias a ese sentimiento”
Ya sin esta inmunidad, en 1799 las autoridades civiles empezaron a cobrar cuentas atrasadas encarcelando sacerdotes y la gente enardecida se amotinaba para poner en libertad a sus padrecitos.
Estos motines han sido subestimados por los historiadores oficiales que no entienden que en esos años se estaba rompiendo la liga entre gobernantes y gobernados y las masas se alistaban para la independencia que habría de ser preparada y dirigida por sacerdotes.
Dejan de lado los historiadores oficiales describir los estandartes de los insurgentes que decían “La inmunidad o La muerte”, no hubo un solo combate en la independencia donde un sacerdote no sirviera de jefe.
Este primer movimiento independentista termina con la promulgación de la Constitución de Apatzingan de 1814, una constitución muy superior a la que nos rige actualmente.
La lectura de este documento elimina también los mitos que relacionan a la Iglesia con el movimiento conservador ya que los primeros liberales en México son sacerdotes.
Dicho documento plasmaba los fundamentos de cómo los congresistas querían que fuera el nuevo país: católico, nacionalista, republicano y liberal.
“En esta constitución se establece de manera clara que la soberanía radica en el pueblo, a través de sus representantes, los diputados elegidos por los ciudadanos; pero no podría existir verdadera soberanía si cada uno de los habitantes no tiene asegurados sus derechos fundamentales de propiedad, inviolabilidad de su domicilio, trabajo y educación.”
Metas que hoy 29 de Noviembre de 2008 no tenemos los mexicanos, la constitución de 1917 le da al estado el derecho de decidir el régimen de propiedad que más convenga a sus intereses, estatizo, privatizo, estatizo etc. Me quedo con lo que quiera como estado y luego lo privatizo para quedármelo como bien particular (Remember Telmex.)
¿Inviolabilidad de su domicilio? Pregúntenle al ejercito si esta pidiendo permiso para meterse a los negocios en Juárez.
¿Libertad de trabajo? Pregúntenle a los trabajadores de PEMEX, CFE, Educación etc. De quien es su plaza.
¿Libertad de educación? ¿Y la perrita laika?
Un año después fue fusilado Morelos y esta Constitución se fue al caño junto con los ideales de este movimiento de los sacerdotes católicos.
La próxima semana continúo con la historia.
Una explicación mas apegada a la realidad era un cambio radical en la ideología de la gente, pasaban de la idea del dominio a la ideología cristiana del amor y el perdón.
Hay dos episodios que se salen de este marco pero que nos ilustra como se vivía en aquellos tiempos, el levantamiento de los indios dirigido por vasco de Quiroga y la expulsión de los Jesuitas.
Vasco de Quiroga se había dedicado a fundar pueblo en el esquema de la utopía de Tomas Moro y platón. Soñaban en implantar en México un mundo puro dentro de un humanismo.
El ideal de Quiroga se planteaba en general, como la fundación de poblados agrícolas, sujetos a ordenanzas y convivencia con frailes que hicieran hábito de virtud.
Lo mas parecido a la iglesia católica primitiva infundiendo a este magno proyecto una elevadísima moral humanista.
Con sus propios recursos se lanza a construir ciudades, donde las familias tienen en sus casas hortalizas y flores, jornadas de trabajo de 6 horas, instrucción en artes y oficios, sana diversión, propiedades personales y comunales, trabajo personal y comunal, dirigidos por el mas anciano de la familia y la matrona, estas nuevas formas de vida llevan a la prosperidad y a un alto grado de convivencia que le crean problemas con los colonos y llegan a toma las armas para defender su ciudad bajo el liderazgo de Tata Vasco.
Aún hoy, si visitan Michoacán pueden adquirir objetos y artesanías que se fabrican en la misma forma que les enseñó Tata Vasco, en un viaje por Uruapan me llamó poderosamente la atención como hacen los platones de madera tallada y los pintan con tierras de colores y aceite de linaza de la misma forma que hace 500 años y lo mejor hay escuelas donde se siguen enseñando estas técnicas.
Los primeros frailes se establecieron en las zonas habitadas mayoritariamente por indígenas, y debido a ello la Compañía de Jesús, última en llegar (1572), debió emprender —en parte— la fundación de misiones en el norte del país, una zona poblada en ese entonces por grupos nómadas, por lo que resultó poco atractiva para los misioneros iniciales.
Si Ud. Quiere conocer estas misiones recorra la sierra Tarahumara donde encontrará viva la historia, le recomiendo que vaya a Norogachi en semana Santa fecha en que bajan los Raramuris a danzar en el atrio de la iglesia con sus cuerpos pintados y llevan en procesión a su virgen.
La Compañía de Jesús, reclutaba a los más inteligentes a su orden ya que también se dedicaba a la instrucción media y superior de ahí que también se instalaran en las ciudades con mayores ingresos.
La construcción de universidades, escuelas y seminarios requería de grandes inversiones para su construcción y mantenimiento de ahí que se avocaran a conseguir limosnas algunas llegaron en especie, como casas y haciendas.
Uno de sus bienhechores, Alfonso de Villaseca, les aconsejó que las pusieran a trabajar y adquirieran haciendas a medio construir, los jesuitas siguieron el consejo y pronto se convirtieron en los mejores administradores agrícolas del mundo.
Las misiones, las universidades y las haciendas les dieron un gran poder social y económico que despertaron el temor y la codicia de Carlos III que decretó la expulsión de todos los jesuitas de su reino y todos sus territorios en junio de 1767.
Los Jesuitas se sometieron sin la menor réplica pero hubo manifestaciones en Pátzcuaro, Guanajuato, San Luis de la Paz y San Luis Potosí que fueron reprimidas en forma violenta matando a 69 manifestantes.
Después de un largo y penoso viaje donde murió casi la mitad, llegaron a España donde serían desterrados a territorios pontificios donde llegaron en un estado deplorable en septiembre de 1968.
Después de siglos de convivencia y apoyo entre la iglesia y los Hasburgo, la política racional de los Borbones venía a chocar de frente contra la Iglesia y debilitaba el sistema colonial provocando la insurrección.
Si bien los oidores y los obispos protestaron contra la eliminación de la inmunidad y alertaban al rey de los peligros que estaban corriendo, no estaban en disposición de rebelarse contra Madrid.
Pero ambos subestimaron a dos elementos de gran fuerza: el bajo clero y las masas.
“Los que hicieron la reforma monárquica ilustrada olvidaron dos cosas: La veneración de la mayoría de los mexicanos por el sacerdote y la influencia ideológica que este ejercía gracias a ese sentimiento”
Ya sin esta inmunidad, en 1799 las autoridades civiles empezaron a cobrar cuentas atrasadas encarcelando sacerdotes y la gente enardecida se amotinaba para poner en libertad a sus padrecitos.
Estos motines han sido subestimados por los historiadores oficiales que no entienden que en esos años se estaba rompiendo la liga entre gobernantes y gobernados y las masas se alistaban para la independencia que habría de ser preparada y dirigida por sacerdotes.
Dejan de lado los historiadores oficiales describir los estandartes de los insurgentes que decían “La inmunidad o La muerte”, no hubo un solo combate en la independencia donde un sacerdote no sirviera de jefe.
Este primer movimiento independentista termina con la promulgación de la Constitución de Apatzingan de 1814, una constitución muy superior a la que nos rige actualmente.
La lectura de este documento elimina también los mitos que relacionan a la Iglesia con el movimiento conservador ya que los primeros liberales en México son sacerdotes.
Dicho documento plasmaba los fundamentos de cómo los congresistas querían que fuera el nuevo país: católico, nacionalista, republicano y liberal.
“En esta constitución se establece de manera clara que la soberanía radica en el pueblo, a través de sus representantes, los diputados elegidos por los ciudadanos; pero no podría existir verdadera soberanía si cada uno de los habitantes no tiene asegurados sus derechos fundamentales de propiedad, inviolabilidad de su domicilio, trabajo y educación.”
Metas que hoy 29 de Noviembre de 2008 no tenemos los mexicanos, la constitución de 1917 le da al estado el derecho de decidir el régimen de propiedad que más convenga a sus intereses, estatizo, privatizo, estatizo etc. Me quedo con lo que quiera como estado y luego lo privatizo para quedármelo como bien particular (Remember Telmex.)
¿Inviolabilidad de su domicilio? Pregúntenle al ejercito si esta pidiendo permiso para meterse a los negocios en Juárez.
¿Libertad de trabajo? Pregúntenle a los trabajadores de PEMEX, CFE, Educación etc. De quien es su plaza.
¿Libertad de educación? ¿Y la perrita laika?
Un año después fue fusilado Morelos y esta Constitución se fue al caño junto con los ideales de este movimiento de los sacerdotes católicos.
La próxima semana continúo con la historia.
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