Sin duda la historia la escriben los ganadores, pero hay de ganadores a ganadores y el priato se gana las palmas con tantas mentiras y tergiversaciones que hizo de la historia, a fuerzas de discursos y leyes calló totalmente a la Iglesia y la ha acusado de querer ser Estado y exige mantener la separación Iglesia- Estado y en esa gran disputa nos hemos enfrascado en discusiones que han llegado a las luchas armadas desde la Independencia de México.
Pero si no hemos visto ningún miembro de la Iglesia en el poder ¿por qué tanta insistencia en este tema? ¿Cuál es el miedo de los políticos mexicas?
Cuando se descubre América la Iglesia católica tiene el sueño de formar el pueblo de Dios en América y el Vaticano dialoga con la corona española para evangelizar el nuevo mundo.
La corona exige dirigir a la Iglesia en el nuevo mundo y paulatinamente toma el control total de ella, la bula inter caetera de 1493 le da a la corona los derechos del envío y selección de los misioneros a América, después con la bula Eximia e Devotionis en 1501 controla el diezmo que los fieles entregan a la Iglesia, en 1504 toma la facultad para fijar y modificar limites de las diócesis en América con la Bula Ullius fulcite praesidio.
Pero su control no para ahí 4 años después en 1508 la Bula universalis ecclesiae le da a la corona el derecho de presentación, esto es, la Santa Sede queda en las Indias, imposibilitada de nombrar algún cargo o dignidad eclesiástica (sacerdote, obispo, etc.) sin la previa presentación de una terna con los candidatos "idóneos" por parte de la Corona, elaborada por el Real y Supremo Consejo de Indias cuando queda vacante un cargo en el Nuevo Mundo.
De manera tal que la carrera de todos los eclesiásticos indianos quedó, en gran medida, en manos de la Corona.
En 1539 el emperador Carlos V exigió que las peticiones de los obispos a la Santa Sede pasen por su mano, imponiendo el pase real o regium exequátur.
El proceso de evangelización llevó a los frailes y sacerdotes a tener un gran acercamiento con los indios y criollos y enfrentamiento con los terratenientes.
Por lo que una junta de teólogos y juristas se reunió en Burgos en 1512 para elaborar leyes en protección de los indios
En América con la aplicación de las Leyes de Burgos se pretende limitar los abusos de los españoles sobre la población indígena, se buscaba que el encomendero tuviera obligaciones de trato justo: trabajo y retribución equitativa y que evangelizara a los encomendados.
Esta reunión de Burgos concluyó que el Rey de España tenía justos títulos de dominio del Nuevo Mundo, pero sin derecho a explotar al indio; que era hombre libre y podía tener propiedades, pero como súbdito debía trabajar a favor de la Corona –a través de los españoles allí asentados-
Sin embargo, a partir de la secularización del imperio español, estas obligaciones fueron omitidas transformándose la encomienda en un sistema de trabajo forzado para los pueblos originarios en favor de los encomenderos y abriendo una zanja entre Iglesia y Estado.
Al triunfo de la Independencia la Iglesia declara el fin del patronato y con ella su libertad pero solo duraría unos meses esta libertad porque al inicio de la “república” La Constitución de 1824 declaraban que el Patronato Real era un derecho de la soberanía nacional.
El Estado mexicano quería jugar a ser el nuevo rey y durante los siguientes años se llamaría presidente al rey de México, clase política a la corte, república al reino, concesiones a los privilegios, ejido a la gleba, gobernadores a los señores feudales, nada mas difícil que cambiar la mentalidad del pueblo.
Este intento de someter a la Iglesia llevaría a un enfrentamiento constante entre ambas instituciones.
Pero si no hemos visto ningún miembro de la Iglesia en el poder ¿por qué tanta insistencia en este tema? ¿Cuál es el miedo de los políticos mexicas?
Cuando se descubre América la Iglesia católica tiene el sueño de formar el pueblo de Dios en América y el Vaticano dialoga con la corona española para evangelizar el nuevo mundo.
La corona exige dirigir a la Iglesia en el nuevo mundo y paulatinamente toma el control total de ella, la bula inter caetera de 1493 le da a la corona los derechos del envío y selección de los misioneros a América, después con la bula Eximia e Devotionis en 1501 controla el diezmo que los fieles entregan a la Iglesia, en 1504 toma la facultad para fijar y modificar limites de las diócesis en América con la Bula Ullius fulcite praesidio.
Pero su control no para ahí 4 años después en 1508 la Bula universalis ecclesiae le da a la corona el derecho de presentación, esto es, la Santa Sede queda en las Indias, imposibilitada de nombrar algún cargo o dignidad eclesiástica (sacerdote, obispo, etc.) sin la previa presentación de una terna con los candidatos "idóneos" por parte de la Corona, elaborada por el Real y Supremo Consejo de Indias cuando queda vacante un cargo en el Nuevo Mundo.
De manera tal que la carrera de todos los eclesiásticos indianos quedó, en gran medida, en manos de la Corona.
En 1539 el emperador Carlos V exigió que las peticiones de los obispos a la Santa Sede pasen por su mano, imponiendo el pase real o regium exequátur.
El proceso de evangelización llevó a los frailes y sacerdotes a tener un gran acercamiento con los indios y criollos y enfrentamiento con los terratenientes.
Por lo que una junta de teólogos y juristas se reunió en Burgos en 1512 para elaborar leyes en protección de los indios
En América con la aplicación de las Leyes de Burgos se pretende limitar los abusos de los españoles sobre la población indígena, se buscaba que el encomendero tuviera obligaciones de trato justo: trabajo y retribución equitativa y que evangelizara a los encomendados.
Esta reunión de Burgos concluyó que el Rey de España tenía justos títulos de dominio del Nuevo Mundo, pero sin derecho a explotar al indio; que era hombre libre y podía tener propiedades, pero como súbdito debía trabajar a favor de la Corona –a través de los españoles allí asentados-
Sin embargo, a partir de la secularización del imperio español, estas obligaciones fueron omitidas transformándose la encomienda en un sistema de trabajo forzado para los pueblos originarios en favor de los encomenderos y abriendo una zanja entre Iglesia y Estado.
Al triunfo de la Independencia la Iglesia declara el fin del patronato y con ella su libertad pero solo duraría unos meses esta libertad porque al inicio de la “república” La Constitución de 1824 declaraban que el Patronato Real era un derecho de la soberanía nacional.
El Estado mexicano quería jugar a ser el nuevo rey y durante los siguientes años se llamaría presidente al rey de México, clase política a la corte, república al reino, concesiones a los privilegios, ejido a la gleba, gobernadores a los señores feudales, nada mas difícil que cambiar la mentalidad del pueblo.
Este intento de someter a la Iglesia llevaría a un enfrentamiento constante entre ambas instituciones.
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