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Se declaraba la independencia de estas tierras de España, un enorme territorio con grandes riquezas y es cándido pensar que los demás imperios iban a respetar esa independencia.
Los mismos españoles intentaron la reconquista olvidándose de Los Tratados de Córdoba y tomaron San Juan de Ulúa bombardeando Veracruz, después los norteamericanos invadirían México para quedarse con los territorios del Norte y luego los franceses vendrían a pelear a México.
Pero las invasiones armadas lejos de lograr una conquista fortalecían el nacionalismo de los mexicanos y el tambaleante estado.
Los estrategas extranjeros consideraron que el enemigo a vencer no era el estado mexicano sino la Iglesia Católica.
“Frente a la inestabilidad política y la miseria de la clase pública entregada los bandidos, frente a los cambios constantes de gobierno, una iglesia que había conservado la unidad, las instituciones, las prácticas y los principios era un enemigo formidable para sus ansias de poder”.
Los liberales no querían eliminar a la Iglesia sino reformarla por el bien común y que el estado tambaleante no podía sino sentirse resentido con esta institución perenne, cuya prosperidad ofrecía un espectáculo escandaloso con su miseria.
Para los conservadores, el controlar a la Iglesia, también era una gran tentación.
Los ataques y la lucha por el poder de estos territorios tendría una permanente batalla subterránea en organizaciones secretas, Europa con sus masones del rito escocés y USA con los masones del rito yorkino.
La reforma con la que los liberales decidieron designar su movimiento esta tomada en el sentido luterano calvinista, del siglo XVI europeo, el combate a la religión católica..
“La reforma quería hacer de la organización religiosa un asunto de administración publica y de las cuestiones religiosas, cuestiones políticas, lo cual era mucho mas grave que confiscar los bienes eclesiásticos.”
“La idea de los reformadores de dar leyes a la iglesia en su organización y en la práctica , para que fuera de acuerdo con el nuevo régimen político uvo como consecuencia hacer de la reforma religiosa una cuestión fundamentalmente política.
Los liberales avanzaron enmascarados estableciendo la distinción entre el clero y la Iglesia, La Iglesia y el dogma, el dogma y la fe, con el objeto dehacer aparecer a sus enemigos como clericales sin perder ellos el título de católicos.
Después de la reforma el clero ilustrado que había formado el partido liberal se retira del campo de la reforma.
La reforma confió las obras de caridad a la administración civil, situación que alarmó a los pobres ya que la venta de los bienes eclesiásticos era la fuente de aquella caridad.
El pueblo se había mantenido al margen de los movimiento políticos incluso de las invasiones pero un pueblo, como era en ese momento profundamente evangelizado, pueblo de cristiandad monolítica, reaccionó violentamente contra la reforma cuando est tocó la religión.
En 1855 el movimiento de ayutla derrota a Santa anna y se eleva una nueva clase de liberales que decide de una vez por todas fijar el lugar de la Iglesia, poner fin a su predominio, destruyendo su poder económico y político.
Lo esencial era arrojarla del mundo encerrándola en sus templos para que se extinguiera lentamente, eso fue lo que hizo la Constitución de 1857.
El artículo tercero la sacaba de la educación, el 13 le ponía fin a privilegios y los tribunales especiales. El artículo o ley lerdo le prohibía a las comunidades religiosas poseer o administrar cualquier bien que no sirviera para el culto, los artículos 56 y 57 vedaban el acceso a las diputaciones o a las pesidencias a los eclesiásticos, el artículo 123 permitía al Estado intervenir en materia de culto.
La respuesta del pueblo fue violenta y el país se enfrascó en 3 años de una lucha fraticida, Juárez completaría la obra incorporando a la Constitución una serie de medidas que se conocerían como leyes de la reforma que confiscaban todas las propiedades de la Iglesia, prohibían la percepción del diezmo, prohibían a los funcionarios a acudir oficialmente a los actos eclesiásticos, abolían las órdenes monásticas masculinas y prohibían reclutar miembros a las órdenes femeninas.
Pero si pensamos que fueron los liberales los únicos que quisieron controlar y eliminar a la Iglesia, nos encontramos con la sorpresa que los conservadores tenían entre sus planes una propuesta semejante.
En el centro de las dificultades del Imperio se encuentra de nuevo la pugna Iglesia-Estado, Maximiliano le propone al nuncio apostólico un concordato, esto es un acuerdo que en su punto primero proponía la libertad de cultos, en el segundo hacia del clero un cuerpo de funcionarios mantenido por el Estado y en el quinto precisaba que el emperador y sus herederos gozarían in perpetuum de derechos equivalentes a los que tenía el patronato español.
El nuncio exlcamó asombrado que le asombraba que el Imperio quisiera rematar la obra de Juárez.
Después de su victoria, Juárez tuvo mucho que hacer para conservar el poder y apenas si se ocupó del problema religioso.
Los mismos españoles intentaron la reconquista olvidándose de Los Tratados de Córdoba y tomaron San Juan de Ulúa bombardeando Veracruz, después los norteamericanos invadirían México para quedarse con los territorios del Norte y luego los franceses vendrían a pelear a México.
Pero las invasiones armadas lejos de lograr una conquista fortalecían el nacionalismo de los mexicanos y el tambaleante estado.
Los estrategas extranjeros consideraron que el enemigo a vencer no era el estado mexicano sino la Iglesia Católica.
“Frente a la inestabilidad política y la miseria de la clase pública entregada los bandidos, frente a los cambios constantes de gobierno, una iglesia que había conservado la unidad, las instituciones, las prácticas y los principios era un enemigo formidable para sus ansias de poder”.
Los liberales no querían eliminar a la Iglesia sino reformarla por el bien común y que el estado tambaleante no podía sino sentirse resentido con esta institución perenne, cuya prosperidad ofrecía un espectáculo escandaloso con su miseria.
Para los conservadores, el controlar a la Iglesia, también era una gran tentación.
Los ataques y la lucha por el poder de estos territorios tendría una permanente batalla subterránea en organizaciones secretas, Europa con sus masones del rito escocés y USA con los masones del rito yorkino.
La reforma con la que los liberales decidieron designar su movimiento esta tomada en el sentido luterano calvinista, del siglo XVI europeo, el combate a la religión católica..
“La reforma quería hacer de la organización religiosa un asunto de administración publica y de las cuestiones religiosas, cuestiones políticas, lo cual era mucho mas grave que confiscar los bienes eclesiásticos.”
“La idea de los reformadores de dar leyes a la iglesia en su organización y en la práctica , para que fuera de acuerdo con el nuevo régimen político uvo como consecuencia hacer de la reforma religiosa una cuestión fundamentalmente política.
Los liberales avanzaron enmascarados estableciendo la distinción entre el clero y la Iglesia, La Iglesia y el dogma, el dogma y la fe, con el objeto dehacer aparecer a sus enemigos como clericales sin perder ellos el título de católicos.
Después de la reforma el clero ilustrado que había formado el partido liberal se retira del campo de la reforma.
La reforma confió las obras de caridad a la administración civil, situación que alarmó a los pobres ya que la venta de los bienes eclesiásticos era la fuente de aquella caridad.
El pueblo se había mantenido al margen de los movimiento políticos incluso de las invasiones pero un pueblo, como era en ese momento profundamente evangelizado, pueblo de cristiandad monolítica, reaccionó violentamente contra la reforma cuando est tocó la religión.
En 1855 el movimiento de ayutla derrota a Santa anna y se eleva una nueva clase de liberales que decide de una vez por todas fijar el lugar de la Iglesia, poner fin a su predominio, destruyendo su poder económico y político.
Lo esencial era arrojarla del mundo encerrándola en sus templos para que se extinguiera lentamente, eso fue lo que hizo la Constitución de 1857.
El artículo tercero la sacaba de la educación, el 13 le ponía fin a privilegios y los tribunales especiales. El artículo o ley lerdo le prohibía a las comunidades religiosas poseer o administrar cualquier bien que no sirviera para el culto, los artículos 56 y 57 vedaban el acceso a las diputaciones o a las pesidencias a los eclesiásticos, el artículo 123 permitía al Estado intervenir en materia de culto.
La respuesta del pueblo fue violenta y el país se enfrascó en 3 años de una lucha fraticida, Juárez completaría la obra incorporando a la Constitución una serie de medidas que se conocerían como leyes de la reforma que confiscaban todas las propiedades de la Iglesia, prohibían la percepción del diezmo, prohibían a los funcionarios a acudir oficialmente a los actos eclesiásticos, abolían las órdenes monásticas masculinas y prohibían reclutar miembros a las órdenes femeninas.
Pero si pensamos que fueron los liberales los únicos que quisieron controlar y eliminar a la Iglesia, nos encontramos con la sorpresa que los conservadores tenían entre sus planes una propuesta semejante.
En el centro de las dificultades del Imperio se encuentra de nuevo la pugna Iglesia-Estado, Maximiliano le propone al nuncio apostólico un concordato, esto es un acuerdo que en su punto primero proponía la libertad de cultos, en el segundo hacia del clero un cuerpo de funcionarios mantenido por el Estado y en el quinto precisaba que el emperador y sus herederos gozarían in perpetuum de derechos equivalentes a los que tenía el patronato español.
El nuncio exlcamó asombrado que le asombraba que el Imperio quisiera rematar la obra de Juárez.
Después de su victoria, Juárez tuvo mucho que hacer para conservar el poder y apenas si se ocupó del problema religioso.
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