Re: por ti y por tu familia... MEDIDAS ANTICRISIS EN MEXICO...seguimiento
La divisa humana en el comercio con drogas en México
Por MARIO BELLATIN
Publicado en The New York Times el 27 de marzo de 2010, año de la independejencia Mexicana
Traducido nuevamente del inglés al español por Rafael Norma Méndez
Existe una práctica extraña en México conocida como “El arte de rentar” Si te arrestan por conducir en estado de ebriedad, por ejemplo, tú simplemente puedes pagarle a ”alguien” para que pase dos noches en la cárcel. Algunos hospitales requieren que un pariente esté”a mano” para cada paciente, así que he visto a viejas alquilarse para sentarse en los cuartos de espera pretendiendo ser las madres y esposas. Hay rumores de que los adultos sin hijos que quieran visitar museos para niños aquí, en los días donde los adultos deben estar acompañados por menores para poder entrar, pueden rentar un niño a las afueras de la entrada del museo.
De la misma forma, puedes rentar personas para golpear o asesinar a tu enemigo o para que te presten sus nombres como signatarios para tus oscuros tratos de negocios. (Carlos $alina$/Carlo$ $lim). Frecuentemente he pensado rentar a otra persona para que escriba algo bajo mi nombre. Entonces alguien más tendría que tratar la violencia relacionada con las drogas, como la masacre de una empleada del consulado estadounidense en Ciudad Juárez junto con su esposo en este mes de marzo.
Hillary Clinton se reunió con nuestro presidente Felipe caldeRON, la semana pasada para discutir “una nueva estrategia contra las drogas” quizás el escritor que me represente sería capaz de mostrar ”algún entusiasmo” sobre los resultados
Todos nosotros estamos aterrorizados por la violencia provocada por las drogas, aún cuando todavía no lo tomamos personalmente. Los ciudadanos comunes y corrientes sienten que esta situación escasamente les afecta. Los graves sucesos les acontecen a otras personas… por allá
Es como si todo el país estuviera constituido por personas que rentan y personas que se alquilan, como si la mitad de la sociedad hubiera contratado a la otra para llevar a cabo el papel de un cadáver mutilado, de un pistolero, de un funcionario corrupto, o de una mujer extraviada. Aquí no hay víctimas ni criminales — tan sólo seres humanos que se alquilan.
Sólo al distanciarnos nosotros mismos, es posible funcionar en un país donde pueden encontrarse 24 personas tiradas a un lado de la carretera, cada una con un balazo en la jeta o donde los cadáveres de las personas secuestradas pueden encontrarse con sus bocas rellenas con magníficos ramilletes de flores amarillas de zempasuchitl
Asombrosamente la gente ya no se escandaliza ante tales imágenes. Ya no son novelas. La violencia de hoy mismo no se distingue de toda la violencia de nuestra propia historia. Las víctimas de las bandas de narcotraficantes , toman ahora el lugar de los cientos de mujeres masacradas en Ciudad Juárez durante las últimas décadas, o de las personas indígenas masacradas y la plaga de secuestros y de tortura desde neustra frontera sureña hasta nuestra frontera del norte.
Quizás ya nos las hemos arreglado para olvidar, mientras nos vendemos y compramos tan extravagantemente que tan sólo los tratos de muerte son los permanentes.
Mario Bellatin es el autor de la novela "Salón de belleza” Este articulo fue traducido del español al inglés por Kurt Hollander y del inglés al español por Rafa Norma
http://www.nytimes.com/2010/03/28/op...=MEXICO&st=cse
La divisa humana en el comercio con drogas en México
Por MARIO BELLATIN
Publicado en The New York Times el 27 de marzo de 2010, año de la independejencia Mexicana
Traducido nuevamente del inglés al español por Rafael Norma Méndez
Existe una práctica extraña en México conocida como “El arte de rentar” Si te arrestan por conducir en estado de ebriedad, por ejemplo, tú simplemente puedes pagarle a ”alguien” para que pase dos noches en la cárcel. Algunos hospitales requieren que un pariente esté”a mano” para cada paciente, así que he visto a viejas alquilarse para sentarse en los cuartos de espera pretendiendo ser las madres y esposas. Hay rumores de que los adultos sin hijos que quieran visitar museos para niños aquí, en los días donde los adultos deben estar acompañados por menores para poder entrar, pueden rentar un niño a las afueras de la entrada del museo.
De la misma forma, puedes rentar personas para golpear o asesinar a tu enemigo o para que te presten sus nombres como signatarios para tus oscuros tratos de negocios. (Carlos $alina$/Carlo$ $lim). Frecuentemente he pensado rentar a otra persona para que escriba algo bajo mi nombre. Entonces alguien más tendría que tratar la violencia relacionada con las drogas, como la masacre de una empleada del consulado estadounidense en Ciudad Juárez junto con su esposo en este mes de marzo.
Hillary Clinton se reunió con nuestro presidente Felipe caldeRON, la semana pasada para discutir “una nueva estrategia contra las drogas” quizás el escritor que me represente sería capaz de mostrar ”algún entusiasmo” sobre los resultados
Todos nosotros estamos aterrorizados por la violencia provocada por las drogas, aún cuando todavía no lo tomamos personalmente. Los ciudadanos comunes y corrientes sienten que esta situación escasamente les afecta. Los graves sucesos les acontecen a otras personas… por allá
Es como si todo el país estuviera constituido por personas que rentan y personas que se alquilan, como si la mitad de la sociedad hubiera contratado a la otra para llevar a cabo el papel de un cadáver mutilado, de un pistolero, de un funcionario corrupto, o de una mujer extraviada. Aquí no hay víctimas ni criminales — tan sólo seres humanos que se alquilan.
Sólo al distanciarnos nosotros mismos, es posible funcionar en un país donde pueden encontrarse 24 personas tiradas a un lado de la carretera, cada una con un balazo en la jeta o donde los cadáveres de las personas secuestradas pueden encontrarse con sus bocas rellenas con magníficos ramilletes de flores amarillas de zempasuchitl
Asombrosamente la gente ya no se escandaliza ante tales imágenes. Ya no son novelas. La violencia de hoy mismo no se distingue de toda la violencia de nuestra propia historia. Las víctimas de las bandas de narcotraficantes , toman ahora el lugar de los cientos de mujeres masacradas en Ciudad Juárez durante las últimas décadas, o de las personas indígenas masacradas y la plaga de secuestros y de tortura desde neustra frontera sureña hasta nuestra frontera del norte.
Quizás ya nos las hemos arreglado para olvidar, mientras nos vendemos y compramos tan extravagantemente que tan sólo los tratos de muerte son los permanentes.
Mario Bellatin es el autor de la novela "Salón de belleza” Este articulo fue traducido del español al inglés por Kurt Hollander y del inglés al español por Rafa Norma
http://www.nytimes.com/2010/03/28/op...=MEXICO&st=cse
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