Ayer tal parece la ciudad de México se vio envuelta (sitiada) por los vehículos que los gentiles dueños del transporte de ganado humano y otros bienes (vienes), esta manifestación fue recibida por las vict. . .er por los usuarios de las calles chilangas, con las rechiflas al villano favorito de cada rechiflante, para estos casos, Ebrard, Calderón, el Peje, Benito Juárez, Darth Vader o Hitler.
Lo curioso es que en este caso en particular los verdaderos villanos para el evento fueron, los propietarios de esos vehículos (ojo, no los choferes, esos quizá estén peor aun que los embotellados chilangos) estos amables caballeritos algunos de apellidos tan rimbombantes como los Figueroa de Guerrero o con empresas con influencias queniteimaginas como los de la Estrella Blanca taaaaan favorecidos en sexenios anteriores (el pasado) gozaron hasta hace poco de privilegios que hacen que por lo menos yo me ponga verde de envidia, ( eso que yo los embotellamientos los vi por TV) pues resulta que gracias a un código federal viejo, anticuado y todavía vigente, las empresas de autotransporte, sean de pasajeros o de mercancías, es decir los mismos que protestaban por ofensas tan indignas como el IETU o el precio del Diesel, gozan de una EXCENCION, es decir en el código de federal del Impuesto sobre la renta, estas empresas vitales para el país, (para el país que no tiene otro medio de comunicación, porque casualmente no tiene red ferroviaria (si, ya se) desde épocas porfirianas) pues como un fomento (de agua caliente) a la inversión estos empresarios, sean del ADO o de Transportes Tres Guerras, no tenían la obligación que durante MUCHOS años si tenían todas la otras empresas que en este país tratan de hacer negocios y de evadir impuestos de otras maneras.
Pues bien llega Jabba The Secretary (el godo Carstens2 (Carstens al cuadrado no por el volumen si no por el doble apellido (sus papis son primos (tendrá que ver???)))) y tiene la terrible ocurrencia de crear otro impuesto en el que NADIE, óigalo bien (mas bien, léalo bien) NADIE tiene ninguna exención, realmente, sin faltar a la verdad y francamente, así no se puede, como es posible que después de tantos años se les pueda ocurrir a esos salvajes gobernantes, que a estos adalides (que no aladides) tenga que cumplir con una obligación que no han tenido desde que la revolución les hizo justicia.
Ya lo del Diesel fue la gota que derramo el tanque de gasolina, y luego quieren que no protesten.
Por el otro lado, ayer mismo y mientras esto sucedía, el presidente Calderón protestaba airadamente contra la desfachatez gringa que no permite en apego al TLCAN el libre tránsito de esos mismos transportistas de bienes, alegando que no son seguros (como si ya los hubieran revisado) y mas bien haciéndole caso a los sindicatos de transportistas gringos, claro los transportistas mexicanos no tienen ni interés en mandar sus camiones a USA donde hay límites de cuando pueden cargar y cuanto tiempo pueden manejar sin descanso los choferes. Claro el presidente Calderón saca la cara por los empresarios mexicanos. . .
A ver, defiende eso. . .
Lo curioso es que en este caso en particular los verdaderos villanos para el evento fueron, los propietarios de esos vehículos (ojo, no los choferes, esos quizá estén peor aun que los embotellados chilangos) estos amables caballeritos algunos de apellidos tan rimbombantes como los Figueroa de Guerrero o con empresas con influencias queniteimaginas como los de la Estrella Blanca taaaaan favorecidos en sexenios anteriores (el pasado) gozaron hasta hace poco de privilegios que hacen que por lo menos yo me ponga verde de envidia, ( eso que yo los embotellamientos los vi por TV) pues resulta que gracias a un código federal viejo, anticuado y todavía vigente, las empresas de autotransporte, sean de pasajeros o de mercancías, es decir los mismos que protestaban por ofensas tan indignas como el IETU o el precio del Diesel, gozan de una EXCENCION, es decir en el código de federal del Impuesto sobre la renta, estas empresas vitales para el país, (para el país que no tiene otro medio de comunicación, porque casualmente no tiene red ferroviaria (si, ya se) desde épocas porfirianas) pues como un fomento (de agua caliente) a la inversión estos empresarios, sean del ADO o de Transportes Tres Guerras, no tenían la obligación que durante MUCHOS años si tenían todas la otras empresas que en este país tratan de hacer negocios y de evadir impuestos de otras maneras.
Pues bien llega Jabba The Secretary (el godo Carstens2 (Carstens al cuadrado no por el volumen si no por el doble apellido (sus papis son primos (tendrá que ver???)))) y tiene la terrible ocurrencia de crear otro impuesto en el que NADIE, óigalo bien (mas bien, léalo bien) NADIE tiene ninguna exención, realmente, sin faltar a la verdad y francamente, así no se puede, como es posible que después de tantos años se les pueda ocurrir a esos salvajes gobernantes, que a estos adalides (que no aladides) tenga que cumplir con una obligación que no han tenido desde que la revolución les hizo justicia.
Ya lo del Diesel fue la gota que derramo el tanque de gasolina, y luego quieren que no protesten.
Por el otro lado, ayer mismo y mientras esto sucedía, el presidente Calderón protestaba airadamente contra la desfachatez gringa que no permite en apego al TLCAN el libre tránsito de esos mismos transportistas de bienes, alegando que no son seguros (como si ya los hubieran revisado) y mas bien haciéndole caso a los sindicatos de transportistas gringos, claro los transportistas mexicanos no tienen ni interés en mandar sus camiones a USA donde hay límites de cuando pueden cargar y cuanto tiempo pueden manejar sin descanso los choferes. Claro el presidente Calderón saca la cara por los empresarios mexicanos. . .
A ver, defiende eso. . .
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