Aunque es obvio que la mayoría de los simpatizantes de Acción Nacional quieren cerrar los ojos a la realidad, y aunque se niegan a aceptar que Feli-Pillo cometió un error de estrategia al designar a Ivan Mouriño en la SEGOB, no queda otra alternativa que poner sobre la mesa la triste realidad del trácala Mouriño.
El joven tuvo hasta años muy recientes, un pasaporte que lo acreditaba como español, mismo que convenientemente cambió después por uno que lo convirtió por arte de magia en mexicano nacido en Campeche.
Lo grave es que ha dado tropezón tras tropezón, ya que en 1989 recibió su certificado de nacionalidad mexicana por nacimiento, con el folio 5419, y no obstante eso siguió ostentándose como español según se comprueba en el pasaporte español expedido en 1994 por el gobierno de aquella nación.
Lo anterior significa que después de siete años de haber recibido su certificación como mexicano él siguió siendo, para todos los efectos, un español que utilizaba pasaporte de España. ¿Entonces, es mexicano o no lo es?
Evidentemente no es interés de los panuchos, de muchos de ellos, tener apertura y reconocer que el joven Mouriño es un trácala en todos los aspectos, pero la realidad es canija y los papelitos hablan.
Por otro lado, como dice Jorge Zepeda Patterson el día de hoy:
"Como es sabido, hace unos días Andrés Manuel López Obrador presentó copias de convenios de Pemex y Transportes Especializados firmados por Iván como apoderado de la empresa Ivancar: el 20 de diciembre de 2002, el 1 de septiembre de 2003 y el 29 de diciembre de 2003. En esas fechas fungía como asesor del entonces secretario de Energía, Felipe Calderón, y se había desempeñado como presidente de la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados en la Legislatura 57 (años 2000-2003). Poco después de la firma de esos convenios, Mouriño fue designado subsecretario en la Sener.
Los convenios amparan la prestación de servicios por entre 3 y 8 millones de pesos (cada uno) en beneficio de la empresa de Mouriño y sus familiares, y López Obrador asegura que fueron entregados por adjudicación directa, sin licitaciones o concursos.
Al margen de lo que arroje la investigación sobre estos hechos, es evidente que Mouriño cometió una enorme imprudencia, por decir lo menos. Habrá quienes descalifiquen estas acusaciones por venir de López Obrador, un rival político. Pero tampoco se podrá confiar gran cosa en las averiguaciones de la Secretaría de la Función Pública, dependencia que forma parte del gabinete que Mouriño mismo coordina. Cuesta trabajo creer en la imparcialidad de una investigación contra el 'jefe'."
Con lo anterior se confirma lo que dije previamente, Mouriño es un tranza desde cualquier ángulo que se le vea.
El joven tuvo hasta años muy recientes, un pasaporte que lo acreditaba como español, mismo que convenientemente cambió después por uno que lo convirtió por arte de magia en mexicano nacido en Campeche.
Lo grave es que ha dado tropezón tras tropezón, ya que en 1989 recibió su certificado de nacionalidad mexicana por nacimiento, con el folio 5419, y no obstante eso siguió ostentándose como español según se comprueba en el pasaporte español expedido en 1994 por el gobierno de aquella nación.
Lo anterior significa que después de siete años de haber recibido su certificación como mexicano él siguió siendo, para todos los efectos, un español que utilizaba pasaporte de España. ¿Entonces, es mexicano o no lo es?
Evidentemente no es interés de los panuchos, de muchos de ellos, tener apertura y reconocer que el joven Mouriño es un trácala en todos los aspectos, pero la realidad es canija y los papelitos hablan.
Por otro lado, como dice Jorge Zepeda Patterson el día de hoy:
"Como es sabido, hace unos días Andrés Manuel López Obrador presentó copias de convenios de Pemex y Transportes Especializados firmados por Iván como apoderado de la empresa Ivancar: el 20 de diciembre de 2002, el 1 de septiembre de 2003 y el 29 de diciembre de 2003. En esas fechas fungía como asesor del entonces secretario de Energía, Felipe Calderón, y se había desempeñado como presidente de la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados en la Legislatura 57 (años 2000-2003). Poco después de la firma de esos convenios, Mouriño fue designado subsecretario en la Sener.
Los convenios amparan la prestación de servicios por entre 3 y 8 millones de pesos (cada uno) en beneficio de la empresa de Mouriño y sus familiares, y López Obrador asegura que fueron entregados por adjudicación directa, sin licitaciones o concursos.
Al margen de lo que arroje la investigación sobre estos hechos, es evidente que Mouriño cometió una enorme imprudencia, por decir lo menos. Habrá quienes descalifiquen estas acusaciones por venir de López Obrador, un rival político. Pero tampoco se podrá confiar gran cosa en las averiguaciones de la Secretaría de la Función Pública, dependencia que forma parte del gabinete que Mouriño mismo coordina. Cuesta trabajo creer en la imparcialidad de una investigación contra el 'jefe'."
Con lo anterior se confirma lo que dije previamente, Mouriño es un tranza desde cualquier ángulo que se le vea.
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