Pues todas las tragedias, personales o colectivas, siempre sacan todo tipo de trapos al sol que todo mundo conocía pero nadie decía nada.
Es común que en los juicios penales o civiles, a la primera, todo mundo escupa toda la sopa de cosas que se suponía nadie sabía. Así salen cuentas en bancos desconocidas por la querida, las otras queridas, los otros queridos, los hijos naturales, los recogidos, la movida con la chacha y hasta con el chacho. Hasta evidencia sale de no se donde.
El asunto de los niños calcinados no es distinto. Lo que primero empezó como un simple atropello del destino, ahora tiene todos los asegunes.
Por un lado se volvió bronca del Gobierno Federal con el Gobierno Estatal. Se echan culpas mutuamente por sus irresponsabilidades. Por lo menos Karam dio la cara desde un inicio con respuestas estúpidas pero notablemente afectado por la tragedia.
Luego se volvió bronca de Priistas contra Panistas y éstos últimos que veían perdida la próxima elección contra el Priista Alfredo Díaz Serrano, ya se están lamiendo los bigotes.
Otro asegún que apareció es que con la tragedia, los cercanos de Bours se volvieron lejanos más rápido que inmediatemente. El Pri luego luego tomó distancia y sus amigos dicen que el gober se mareó en el ladrillo y que desde hace tiempo que no baja a todos de pendejos.
Por último, es bien sabido que aquí en México atrás de cada tragedia existe una serie de yerros y deficiencias provocadas por las interminables cadenas de corrupción, sin embargo, nadie se imagina hasta qué punto.
Andan diciendo que la oficina que servía de archivo de la Secretaría de Finanzas del Estado, que fue en donde se inició el fuego, era más bien una especie de casa de campaña en donde se hacían varias cosas. En primera, servía de madriguera en donde se guardaba toda la información confidiencial que involucra los desvíos de recursos del Estado al Pri local, otra es que se dice que ahí llegaban vehículos y vehículos del Gobierno del Estado que eran ordeñados para luego guardar esa gasolina en bidones que eran destinados a autos de la cammpaña del candidato priista. Y dicen que quemando la información que les digo, el fuego agarró gasolina tirada y lo demás, pues ya lo sabemos todos. ¿Será? Yo creo que es un run run que está aventando el Pan para jalar agua al molino, pero ¿a quíen le parecería alejado de la realidad que un Gobernador hiciera algo por el estilo? Pobre Bours... y pinche Bours. Si lo malo no es ser mamón, sino que te tropieces. Ahí si, ya valiste madres.
Es común que en los juicios penales o civiles, a la primera, todo mundo escupa toda la sopa de cosas que se suponía nadie sabía. Así salen cuentas en bancos desconocidas por la querida, las otras queridas, los otros queridos, los hijos naturales, los recogidos, la movida con la chacha y hasta con el chacho. Hasta evidencia sale de no se donde.
El asunto de los niños calcinados no es distinto. Lo que primero empezó como un simple atropello del destino, ahora tiene todos los asegunes.
Por un lado se volvió bronca del Gobierno Federal con el Gobierno Estatal. Se echan culpas mutuamente por sus irresponsabilidades. Por lo menos Karam dio la cara desde un inicio con respuestas estúpidas pero notablemente afectado por la tragedia.
Luego se volvió bronca de Priistas contra Panistas y éstos últimos que veían perdida la próxima elección contra el Priista Alfredo Díaz Serrano, ya se están lamiendo los bigotes.
Otro asegún que apareció es que con la tragedia, los cercanos de Bours se volvieron lejanos más rápido que inmediatemente. El Pri luego luego tomó distancia y sus amigos dicen que el gober se mareó en el ladrillo y que desde hace tiempo que no baja a todos de pendejos.
Por último, es bien sabido que aquí en México atrás de cada tragedia existe una serie de yerros y deficiencias provocadas por las interminables cadenas de corrupción, sin embargo, nadie se imagina hasta qué punto.
Andan diciendo que la oficina que servía de archivo de la Secretaría de Finanzas del Estado, que fue en donde se inició el fuego, era más bien una especie de casa de campaña en donde se hacían varias cosas. En primera, servía de madriguera en donde se guardaba toda la información confidiencial que involucra los desvíos de recursos del Estado al Pri local, otra es que se dice que ahí llegaban vehículos y vehículos del Gobierno del Estado que eran ordeñados para luego guardar esa gasolina en bidones que eran destinados a autos de la cammpaña del candidato priista. Y dicen que quemando la información que les digo, el fuego agarró gasolina tirada y lo demás, pues ya lo sabemos todos. ¿Será? Yo creo que es un run run que está aventando el Pan para jalar agua al molino, pero ¿a quíen le parecería alejado de la realidad que un Gobernador hiciera algo por el estilo? Pobre Bours... y pinche Bours. Si lo malo no es ser mamón, sino que te tropieces. Ahí si, ya valiste madres.
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