Como si no estuviéramos ya suficientemente jodidos, el presupuesto para el año que entra tiene medidas perfectamente explicables desde la perspectiva de pendejos sin oficio y sin visión que echan mano de lo que pueden con tal de salir precariamente del paso.
El paso, en este caso, es el hueco de 300,000,000,000 de pesos en las finanzas públicas por baja en las remesas de paisanos, precio de petróleo y caída del turismo, échenle la pendejada de la influenza y el rebote de la crisis inmobiliaria en E.U.A.
Ya no es un secreto que estamos en plena crisis. Por más que se trate de minimizar la situación, el desempleo está cada día peor, la cartera vencida de bancos, peor y no hay lana en el sistema financiero para finaciamientos.
Encima de todo este desmadre, lo único que se le ocurre a estos cabrones es crear impuestos al consumo:
-Un impuesto del 2% parejo al consumo incluyendo alimentos básicos y medicinas.
-Se baja el tope a 15,000 pesos sobre depósitos en efectivo y se incrmenta del 2 al 3 por ciento.
-Se incrementan impuestos sobre cigarros, cerveza y sorteos.
-Se preveen incrementos en las tarifas de gas, gasolina, luz.
-Se incrementa la tasa del ISR de 28 a 30.
-Se inventa un impuesto por el servicio de telecomunicaciones.
En el rebro de seguridad, se ajustan a la baja presupuestos de Ejército, Armada, Marina y todas las fuerzas de Seguridad Pública.
En el rubro de educación también se ajusta a la baja.
Los que se sirven con la cuchara grande, como de costumbre, son el Poder Legislativo Federal y el Poder Judicial Federal, con incrementos en sus presupuestos.
En resumen, en mi muy particular modo de entender esa chingadera es:
1. Le aprietan la tuerca otra vez a la clase media, a las PYMES y en general a los gueyes que mantenemos este país andando.
2. Recortar presupuestos en rubros de seguridad, a mi parecer son un síntoma de que por fin el Presidente se dio cuenta de que es una guerra perdida.
3. Los marranos del Congreso, siguen sangrando al país con sus dietas de locura y sus prebendas sin límite.
El paso, en este caso, es el hueco de 300,000,000,000 de pesos en las finanzas públicas por baja en las remesas de paisanos, precio de petróleo y caída del turismo, échenle la pendejada de la influenza y el rebote de la crisis inmobiliaria en E.U.A.
Ya no es un secreto que estamos en plena crisis. Por más que se trate de minimizar la situación, el desempleo está cada día peor, la cartera vencida de bancos, peor y no hay lana en el sistema financiero para finaciamientos.
Encima de todo este desmadre, lo único que se le ocurre a estos cabrones es crear impuestos al consumo:
-Un impuesto del 2% parejo al consumo incluyendo alimentos básicos y medicinas.
-Se baja el tope a 15,000 pesos sobre depósitos en efectivo y se incrmenta del 2 al 3 por ciento.
-Se incrementan impuestos sobre cigarros, cerveza y sorteos.
-Se preveen incrementos en las tarifas de gas, gasolina, luz.
-Se incrementa la tasa del ISR de 28 a 30.
-Se inventa un impuesto por el servicio de telecomunicaciones.
En el rebro de seguridad, se ajustan a la baja presupuestos de Ejército, Armada, Marina y todas las fuerzas de Seguridad Pública.
En el rubro de educación también se ajusta a la baja.
Los que se sirven con la cuchara grande, como de costumbre, son el Poder Legislativo Federal y el Poder Judicial Federal, con incrementos en sus presupuestos.
En resumen, en mi muy particular modo de entender esa chingadera es:
1. Le aprietan la tuerca otra vez a la clase media, a las PYMES y en general a los gueyes que mantenemos este país andando.
2. Recortar presupuestos en rubros de seguridad, a mi parecer son un síntoma de que por fin el Presidente se dio cuenta de que es una guerra perdida.
3. Los marranos del Congreso, siguen sangrando al país con sus dietas de locura y sus prebendas sin límite.
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