Perdón por lo largo, si les da flojera leerlo, se comprende...
Al ver estos en días las noticias, donde la nota se reduce o convierte en única, se antoja encontrar por todos lados a todos aquellos que se llaman "militante" o "partidario" de una u otra "causa", Particularmente se agudiza el antojo, cuando abundan quienes piden a todos que estampen sus firmas en manifiestos, programas, adhesiones, consultas, páginas de internet y foros sociales.
Como también se antoja que este ocioso feliz se divierta cotejando las firmas que aparecieron en documentos similares de hace uno, dos, o mas años, contra los que ahora circulan en plena euforia de protestas.
Lo bueno es que en México tenemos el privilegio de ser de buena y mala memoria. ¿Qué hace un año algún terrorista en potencia regó con sus esperanzas el jardín de algún pequeño feudo?, No importa aquí nunca crecen ortigas, solo flores aromáticas y frutos exquisitos para beneficio de todos.
Algunos diccionarios señalan que la democrácia es necesariamente pluralista, ya que descansa sobre la deliberación y la elaboración de la política que debe seguir un país, por la vía de confrontar opiniones y que corresponde normalmente a los partidos asegurar la participación política del pueblo, esto es, dar a los ciudadanos elementos para opinar o deliberar, con objeto de compensar la natural inclinación del gobierno de realizar una propaganda unilateral acorde a sus puntos de vista, lamentablemente, mas que esta "educación" los partidos se preocupan por tratar de constituir clientela electoral, nada mas.
En este país quienes aceptan el encasillamiento boticario de las opiniones políticas, utilizan un vocabulario de corte izquierdista, sin serlo realmente, solo lo aparentan para jalar a "las masas".Quienes, en el fondo de su conciencia se consideran de centro, al lparecer nada desean tanto como ser considerados de izquierda. A su vez, la derecha, quisiera verse perpetuamente asentada en el aristotélico centro y no quieren verse catalogados como gente de derecha, Es curioso que, cuándo alguien pregunta si todavía tiene algún sentido en política, la distición entre izquierdas y derechas, lo primero que se piensa es que, quien hizo la pregunta, no era de izquierda.
Pero bueno, a pesar de las denominaciones convencionales, durante toda su historia, en realidad, México a vivido un régimen sin partidos, ya que lo que ellos han mostrado en realidad siempre, es una terrible debilidad, ya que son, sencillamente, ejércitos sin tropa, forzados, directa o indirectamente a trabajar bajo la férula del estado, conformados, todos, por grupos de notables que toman las decisiones, de unos cuantos políticos profesionales (o semiprofesionales) que por encomienda oficial, manejan las organizaciones populares que en otros países podrían constituir lo que realmente es un partido.
Los partidarios del gobierno lo son por razones formales, por un concepto desviado de la lealtad derivada del trabajo o por inercia, pero no por adhesión a un programa, ni a un ideario, ya que lo que podríamos llamar un programa, tanto los gobiernos, como los que han pretendido o pretenden acceder a el, no lo han dado a conocer, solo palabras vacías pero bien expresadas que solo tienen la finalidad de apantallar al populacho, nada mas.
Por eso el gobierno, los partidos y organizaciones "sociales" han logrado la propagación de esa clase de intermediarios que se prestan para, además de hacer un lucimiento personal, la farsa de "dialogar" con el pueblo, sobre temas políticos, que esparcen como propios y que se reducen a lo que podrían ser las bases o borrador de un ideario, generalmente con tintes republicanos, con toques de conquistas obreras o populares, que a fin de cuenta, solo intentan aumentar su caudal de votos, no resolver problemas en realidad, lo mas trágico es que los medios se encargan y contribuyen al éxito de etas prácticas.
A fin de cuentas, al gobierno esto le beneficia, ya que, no le conviene que, los partidos nacionales (incluyendo el suyo),se renueve y se conviertan de instrumentos vetustos con cuadros apolillados e ideas fuera de realidad a organismos modernos con ideas frescas, por que tendría que enfrentarse a la misma transformación, no solo en cuando a formas políticas si no en cuanto a estructuras sociales y económicas, y esto tampoco le conviene a sus aliados, los empresarios del ahora, ya que han encontrado muy cómodo hacer negocios en forma de que marchen al compás del ritmo que mueve las finanzas públicas.
En fin, que este cómodo acomodamiento político se le puede definir como el régimen o democracia sin partidos, donde se busca que los moderados de todos los colores y tendencias gobiernen en una peculiar conjunción de centros, sin que los ciudadanos tengan una real posibilidad de opción.
Creo que lo importante para México no es la impresionante y desorbitada publicidad que se le da a personajes, tendencias o partidos, ni en seguir manteniendo un modus vivendi, entre el espejismo del centrismo público o privado, que en realidad solo miran en su propio provecho. Lo importante es ver bien, analizar y no dejar pasar la oportunidad de instaurar en México las bases para una democracia fundada sobre la voluntad del ciudadano, castigando y reprochando a todos los que prometen espejos, sin que crean que los escogidos lo son por que se cree en ellos ya que ese privilegio se lo tienen que ganar.
¿Serán capaces los partidos de iniciar a fondo la formación real de partidarios, en forma tal que, dentro de tres años, aunque los votantes disminuyan mucho para las glorias estadísticas del desarrollo convencional, podamos decir con verdad y satisfacción que México empieza a abandonar su etapa política de "Democracia don Pueblo"?
Al ver estos en días las noticias, donde la nota se reduce o convierte en única, se antoja encontrar por todos lados a todos aquellos que se llaman "militante" o "partidario" de una u otra "causa", Particularmente se agudiza el antojo, cuando abundan quienes piden a todos que estampen sus firmas en manifiestos, programas, adhesiones, consultas, páginas de internet y foros sociales.
Como también se antoja que este ocioso feliz se divierta cotejando las firmas que aparecieron en documentos similares de hace uno, dos, o mas años, contra los que ahora circulan en plena euforia de protestas.
Lo bueno es que en México tenemos el privilegio de ser de buena y mala memoria. ¿Qué hace un año algún terrorista en potencia regó con sus esperanzas el jardín de algún pequeño feudo?, No importa aquí nunca crecen ortigas, solo flores aromáticas y frutos exquisitos para beneficio de todos.
Algunos diccionarios señalan que la democrácia es necesariamente pluralista, ya que descansa sobre la deliberación y la elaboración de la política que debe seguir un país, por la vía de confrontar opiniones y que corresponde normalmente a los partidos asegurar la participación política del pueblo, esto es, dar a los ciudadanos elementos para opinar o deliberar, con objeto de compensar la natural inclinación del gobierno de realizar una propaganda unilateral acorde a sus puntos de vista, lamentablemente, mas que esta "educación" los partidos se preocupan por tratar de constituir clientela electoral, nada mas.
En este país quienes aceptan el encasillamiento boticario de las opiniones políticas, utilizan un vocabulario de corte izquierdista, sin serlo realmente, solo lo aparentan para jalar a "las masas".Quienes, en el fondo de su conciencia se consideran de centro, al lparecer nada desean tanto como ser considerados de izquierda. A su vez, la derecha, quisiera verse perpetuamente asentada en el aristotélico centro y no quieren verse catalogados como gente de derecha, Es curioso que, cuándo alguien pregunta si todavía tiene algún sentido en política, la distición entre izquierdas y derechas, lo primero que se piensa es que, quien hizo la pregunta, no era de izquierda.
Pero bueno, a pesar de las denominaciones convencionales, durante toda su historia, en realidad, México a vivido un régimen sin partidos, ya que lo que ellos han mostrado en realidad siempre, es una terrible debilidad, ya que son, sencillamente, ejércitos sin tropa, forzados, directa o indirectamente a trabajar bajo la férula del estado, conformados, todos, por grupos de notables que toman las decisiones, de unos cuantos políticos profesionales (o semiprofesionales) que por encomienda oficial, manejan las organizaciones populares que en otros países podrían constituir lo que realmente es un partido.
Los partidarios del gobierno lo son por razones formales, por un concepto desviado de la lealtad derivada del trabajo o por inercia, pero no por adhesión a un programa, ni a un ideario, ya que lo que podríamos llamar un programa, tanto los gobiernos, como los que han pretendido o pretenden acceder a el, no lo han dado a conocer, solo palabras vacías pero bien expresadas que solo tienen la finalidad de apantallar al populacho, nada mas.
Por eso el gobierno, los partidos y organizaciones "sociales" han logrado la propagación de esa clase de intermediarios que se prestan para, además de hacer un lucimiento personal, la farsa de "dialogar" con el pueblo, sobre temas políticos, que esparcen como propios y que se reducen a lo que podrían ser las bases o borrador de un ideario, generalmente con tintes republicanos, con toques de conquistas obreras o populares, que a fin de cuenta, solo intentan aumentar su caudal de votos, no resolver problemas en realidad, lo mas trágico es que los medios se encargan y contribuyen al éxito de etas prácticas.
A fin de cuentas, al gobierno esto le beneficia, ya que, no le conviene que, los partidos nacionales (incluyendo el suyo),se renueve y se conviertan de instrumentos vetustos con cuadros apolillados e ideas fuera de realidad a organismos modernos con ideas frescas, por que tendría que enfrentarse a la misma transformación, no solo en cuando a formas políticas si no en cuanto a estructuras sociales y económicas, y esto tampoco le conviene a sus aliados, los empresarios del ahora, ya que han encontrado muy cómodo hacer negocios en forma de que marchen al compás del ritmo que mueve las finanzas públicas.
En fin, que este cómodo acomodamiento político se le puede definir como el régimen o democracia sin partidos, donde se busca que los moderados de todos los colores y tendencias gobiernen en una peculiar conjunción de centros, sin que los ciudadanos tengan una real posibilidad de opción.
Creo que lo importante para México no es la impresionante y desorbitada publicidad que se le da a personajes, tendencias o partidos, ni en seguir manteniendo un modus vivendi, entre el espejismo del centrismo público o privado, que en realidad solo miran en su propio provecho. Lo importante es ver bien, analizar y no dejar pasar la oportunidad de instaurar en México las bases para una democracia fundada sobre la voluntad del ciudadano, castigando y reprochando a todos los que prometen espejos, sin que crean que los escogidos lo son por que se cree en ellos ya que ese privilegio se lo tienen que ganar.
¿Serán capaces los partidos de iniciar a fondo la formación real de partidarios, en forma tal que, dentro de tres años, aunque los votantes disminuyan mucho para las glorias estadísticas del desarrollo convencional, podamos decir con verdad y satisfacción que México empieza a abandonar su etapa política de "Democracia don Pueblo"?
Comment