Según lo que he leído, en el sitio en que cayó la avioneta en que iban nueve personas, incluyendo a Juan Camilo Mouriño, y donde fallecieron cinco personas mas, se levantó un monumento en forma de rosa de los vientos(oh, my gosh!), del cual saldrá, por cada pico, una estela de luces que alcanzará una altura de ocho mil pies. En cada uno de sus picos están inscritos los nombres de las personas que fallecieron como consecuencia del avionazo.
Hasta ahí bien. Bien porque fue una iniciativa de los vecinos del lugar que, con su lana, pagaron dicho monumento. Es decir, mientras no salga del erario me vale poco menos que lo que se le unta al queso, si le quieren poner uno o cien monumentos a Mouriño.
Pero, lo que ya no me agradó tanto fue que la Zavala haya ido a develar un busto, ese sí hecho con dinero público, en la ciudad de los quereres de Mouriño. Habiendo tantas otras figuras relevantes, se gastan NUESTRO dinero en ensalzar la imagen de un tipo que no pasó de ser un improvisado en política, un sujeto que estaba bajo investigación por tráfico de influencias, y un amigote del enano conmemorador
Peor aún es el hecho de que en la sede del PAN, partido del que Mouriño fue sólo un militante, le hayan levantado un busto al mencionado sujeto. Dándole tratamiento de mártir, se aventaron la puntada de poner en ese sitio el busto de Mouriño como si hubiera sido un héroe. ¡Por Dios!, ¿cómo se atreven?
Según lo que leí, insisto, en el PAN no hay una estatua de Carlos Castillo Peraza, por ejemplo, que fue presidente de dicho partido, y que murió de manera trágica fuera de México. Tampoco la hay de algunos otros personajes que sí hicieron crecer a Acción Nacional, que fueron ideólogos del PAN, o miembros destacados por haber luchado contra el autoritarismo oficial.
¿Qué méritos tiene, pues, Mouriño, para ser tratado como héroe? Ninguno, en mi opinión, salvo el de haber sido amigote del enano catarrín.
No deja de causarme lástima, que en México hagamos héroe a cualquier tarugo, lo único que se necesita es estar cerca del que dispone del dinero para hacerle estatuas o monumentos, e inventarle una historia ficticia de heroicidad, de entrega "patriótica" a México, de gran hacedor de puentes políticos, y de magistral funcionario público. Claro, en el discurso oficial nunca se menciona a PEMEX.
Es una pena que un hombre tan joven haya muerto en esas circunstancias, eso es cierto, pero de allí a hacerlo héroe a la de a fuerzas como que hay una gran distancia.
Por cierto, que devaluado está ese rollo de las estatuas, caray. Cualquier baboso tiene una.
Hasta ahí bien. Bien porque fue una iniciativa de los vecinos del lugar que, con su lana, pagaron dicho monumento. Es decir, mientras no salga del erario me vale poco menos que lo que se le unta al queso, si le quieren poner uno o cien monumentos a Mouriño.
Pero, lo que ya no me agradó tanto fue que la Zavala haya ido a develar un busto, ese sí hecho con dinero público, en la ciudad de los quereres de Mouriño. Habiendo tantas otras figuras relevantes, se gastan NUESTRO dinero en ensalzar la imagen de un tipo que no pasó de ser un improvisado en política, un sujeto que estaba bajo investigación por tráfico de influencias, y un amigote del enano conmemorador
Peor aún es el hecho de que en la sede del PAN, partido del que Mouriño fue sólo un militante, le hayan levantado un busto al mencionado sujeto. Dándole tratamiento de mártir, se aventaron la puntada de poner en ese sitio el busto de Mouriño como si hubiera sido un héroe. ¡Por Dios!, ¿cómo se atreven?
Según lo que leí, insisto, en el PAN no hay una estatua de Carlos Castillo Peraza, por ejemplo, que fue presidente de dicho partido, y que murió de manera trágica fuera de México. Tampoco la hay de algunos otros personajes que sí hicieron crecer a Acción Nacional, que fueron ideólogos del PAN, o miembros destacados por haber luchado contra el autoritarismo oficial.
¿Qué méritos tiene, pues, Mouriño, para ser tratado como héroe? Ninguno, en mi opinión, salvo el de haber sido amigote del enano catarrín.
No deja de causarme lástima, que en México hagamos héroe a cualquier tarugo, lo único que se necesita es estar cerca del que dispone del dinero para hacerle estatuas o monumentos, e inventarle una historia ficticia de heroicidad, de entrega "patriótica" a México, de gran hacedor de puentes políticos, y de magistral funcionario público. Claro, en el discurso oficial nunca se menciona a PEMEX.
Es una pena que un hombre tan joven haya muerto en esas circunstancias, eso es cierto, pero de allí a hacerlo héroe a la de a fuerzas como que hay una gran distancia.
Por cierto, que devaluado está ese rollo de las estatuas, caray. Cualquier baboso tiene una.
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