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César Leal escribe en su libro FoxPopuli
“Ah! Pero en el fondo de todo este rollo hay algo que es lo que le da contenido; si aquel principio de identidad que nos enseñaron en filosofía, de que dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí es correcto; mis hermanos de la izquierda tienen que compartir con el PRI, toda la responsabilidad histórica del naufragio de que somos víctimas.”
En una carta a Jorge de Mello decía
..El problema viene cuando los hombres tratan de desempeñar el papel de dioses en la tierra: proclaman que no se equivocan, y si lo hacen, argumentan que lo hicieron con la mejor intención; ¡y ya sabemos de qué está empedrado el camino al infierno! Ese ha sido el problema del marxismo-leninismo; que, como dijera Jean Paul Sartre, señala estar "abierto" a todo fenómeno y lo explica todo, pero en verdad está cerrado dentro de su sistema de concebir y el explicar el mundo y las relaciones entre los hombres.
Cesar Leal entró al PAN en 1952 y luchó como pocos contra el sistema, dotado de una cultura excepcional y de una retórica aplastante tomó la ideología como espada flamígera contra el sistema hasta el 2000 cuando el triunfo de Fox lo hizo embajador de México en Grecia, ahí terminó el valiente luchador que un día subido en una escalera de mano denunciaba en el aeropuerto la represión del estado, aquel que sacáramos escondido en un carro para que no lo detuviera la judicial que hacia guardia afuera de su departamento para detenerlo, aquel luchador de mil batallas sucumbió ante los halagos de ser embajador y codearse con la aristocracia, cuando lo corrieron del puesto buscó otro y luego otro para disfrutar de las mieles del poder y cuando se esperaba que utilizara los medios para propagar la ideología por la que había “luchado” tantos años prefería las tertulias y los bares para disfrutar de los amigos y las mieles del poder.
La votación del Senado para exhortar al gobierno de Cuba a abrir canales de diálogo con la disidencia estaba ganada.
Los votos de panistas y algunos perredistas daban la ventaja por un voto en favor del exhorto. Pero un panista, César Leal, levantó la mano para rechazar la propuesta.
¡Que vergüenza! defender a los que dejaron morir a Orlando Zapata negándole en su agonía el agua.
“Yo respeto mucho a mis compañeros del PRI” decía Cesar Leal y lógicamente sus compañeros del PAN y del PRD que iban en la línea de pedir por los presos no le merecen ningún respeto.
Cuando en una entrevista le preguntaron sobre los presos políticos, sobre los abusos y asesinatos de disidentes, se negó a contestar diciendo que no acostumbraba polemizar, vaya, vaya el que hacía pedazos en los debates a Priistas ahora no le gusta polemizar.
Que desleal eres Cesar Leal y lo mas grave contigo mismo, con tu pasado, con tu lucha, que vergüenza verte derrotado por los placeres del poder.
La única explicación que le encuentro es el aforismo de Federico Nietzsche cuando definía a las gentes que viven para el poder y decía: Las gentes que viven para el poder cuando están en desventaja buscan la democracia o sea, la igualdad en el poder y cuando la logran buscan el predominio.
“Ah! Pero en el fondo de todo este rollo hay algo que es lo que le da contenido; si aquel principio de identidad que nos enseñaron en filosofía, de que dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí es correcto; mis hermanos de la izquierda tienen que compartir con el PRI, toda la responsabilidad histórica del naufragio de que somos víctimas.”
En una carta a Jorge de Mello decía
..El problema viene cuando los hombres tratan de desempeñar el papel de dioses en la tierra: proclaman que no se equivocan, y si lo hacen, argumentan que lo hicieron con la mejor intención; ¡y ya sabemos de qué está empedrado el camino al infierno! Ese ha sido el problema del marxismo-leninismo; que, como dijera Jean Paul Sartre, señala estar "abierto" a todo fenómeno y lo explica todo, pero en verdad está cerrado dentro de su sistema de concebir y el explicar el mundo y las relaciones entre los hombres.
Cesar Leal entró al PAN en 1952 y luchó como pocos contra el sistema, dotado de una cultura excepcional y de una retórica aplastante tomó la ideología como espada flamígera contra el sistema hasta el 2000 cuando el triunfo de Fox lo hizo embajador de México en Grecia, ahí terminó el valiente luchador que un día subido en una escalera de mano denunciaba en el aeropuerto la represión del estado, aquel que sacáramos escondido en un carro para que no lo detuviera la judicial que hacia guardia afuera de su departamento para detenerlo, aquel luchador de mil batallas sucumbió ante los halagos de ser embajador y codearse con la aristocracia, cuando lo corrieron del puesto buscó otro y luego otro para disfrutar de las mieles del poder y cuando se esperaba que utilizara los medios para propagar la ideología por la que había “luchado” tantos años prefería las tertulias y los bares para disfrutar de los amigos y las mieles del poder.
La votación del Senado para exhortar al gobierno de Cuba a abrir canales de diálogo con la disidencia estaba ganada.
Los votos de panistas y algunos perredistas daban la ventaja por un voto en favor del exhorto. Pero un panista, César Leal, levantó la mano para rechazar la propuesta.
¡Que vergüenza! defender a los que dejaron morir a Orlando Zapata negándole en su agonía el agua.
“Yo respeto mucho a mis compañeros del PRI” decía Cesar Leal y lógicamente sus compañeros del PAN y del PRD que iban en la línea de pedir por los presos no le merecen ningún respeto.
Cuando en una entrevista le preguntaron sobre los presos políticos, sobre los abusos y asesinatos de disidentes, se negó a contestar diciendo que no acostumbraba polemizar, vaya, vaya el que hacía pedazos en los debates a Priistas ahora no le gusta polemizar.
Que desleal eres Cesar Leal y lo mas grave contigo mismo, con tu pasado, con tu lucha, que vergüenza verte derrotado por los placeres del poder.
La única explicación que le encuentro es el aforismo de Federico Nietzsche cuando definía a las gentes que viven para el poder y decía: Las gentes que viven para el poder cuando están en desventaja buscan la democracia o sea, la igualdad en el poder y cuando la logran buscan el predominio.
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