Ayer en tuiter, nos enfrascamos en una discusión acerca de si la piratería tiene implicaciones similares a las del crimen organizado, específicamente al relacionado con el narcotráfico.
El tema surgió a raíz de que uno de los participantes comentó haber comprado un video pirata, yo le comenté que me parecía que comprar mercancía pirata era ser indirectamente responsable de las consecuencias generadas por la piratería, estando entre estas la violencia generada por el crimen organizado.
Nos quejamos mucho por la violencia que hoy prevalece en nuestro país pero llegado el momento promovemos su existencia mediante el consumo de los productos que estas personas ponen en el mercado, productos tales como DVD’s CD’s, ropa, refacciones y ¡Hasta medicinas!
En el caso de los CD’s y DVD’s se argumentó por un lado que los únicos que sufrían un perjuicio son los productores, disqueras y “artistas” pero por el otro no se tomó en cuenta que esa industria da trabajo a miles de obreros, administrativos, afanadores, etc. Esa gente también se ve afectada al haber recortes en las empresas que presentan perdidas.
Por otro lado, al ser un negocio redituable y sobre todo un negocio obviamente no regulado, se genera una competencia que solo puede ser combatida con violencia, las distintas bandas delictivas dedicadas a la piratería, tal como sucede con el narcotráfico, pelean entre sí para quedarse con una tajada más grande del pastel, esto por supuesto es un generador de violencia.
Las bandas dedicadas al crimen organizado además no tienen negocio exclusivo, estas tienen un campo amplio de trabajo dedicándose entre otras actividades delincuenciales al narcotráfico, a la piratería, al secuestro, a la extorsión y al lavado de dinero, muchas veces un negocio puede servir para financiar el arranque de otros más redituables.
En el caso específico de la falsificación de medicinas y alimentos, existen graves consecuencias, al haber quienes consumen estos productos carentes de toda regulación.
El tema surgió a raíz de que uno de los participantes comentó haber comprado un video pirata, yo le comenté que me parecía que comprar mercancía pirata era ser indirectamente responsable de las consecuencias generadas por la piratería, estando entre estas la violencia generada por el crimen organizado.
Nos quejamos mucho por la violencia que hoy prevalece en nuestro país pero llegado el momento promovemos su existencia mediante el consumo de los productos que estas personas ponen en el mercado, productos tales como DVD’s CD’s, ropa, refacciones y ¡Hasta medicinas!
En el caso de los CD’s y DVD’s se argumentó por un lado que los únicos que sufrían un perjuicio son los productores, disqueras y “artistas” pero por el otro no se tomó en cuenta que esa industria da trabajo a miles de obreros, administrativos, afanadores, etc. Esa gente también se ve afectada al haber recortes en las empresas que presentan perdidas.
Por otro lado, al ser un negocio redituable y sobre todo un negocio obviamente no regulado, se genera una competencia que solo puede ser combatida con violencia, las distintas bandas delictivas dedicadas a la piratería, tal como sucede con el narcotráfico, pelean entre sí para quedarse con una tajada más grande del pastel, esto por supuesto es un generador de violencia.
Las bandas dedicadas al crimen organizado además no tienen negocio exclusivo, estas tienen un campo amplio de trabajo dedicándose entre otras actividades delincuenciales al narcotráfico, a la piratería, al secuestro, a la extorsión y al lavado de dinero, muchas veces un negocio puede servir para financiar el arranque de otros más redituables.
En el caso específico de la falsificación de medicinas y alimentos, existen graves consecuencias, al haber quienes consumen estos productos carentes de toda regulación.
Esta realidad hace necesario reconocer que las capacidades de reproducción y distribución de contenidos protegidos por las normas de derechos de autor y derechos conexos, están siendo afectadas por los altos niveles de producción de material falsificado y de origen espurio que eran impensables hace sólo algunos años atrás. Conjuntamente con este problema, se ha detectado que están resultando cada vez más reiterativos los lazos que quedan al descubierto entre los delincuentes que participan en estas actividades y los integrantes de asociaciones delictivas que recurren a las estructuras propias del denominado “Crimen Organizado”.
Estas asociaciones ilícitas pueden llegar a alcanzar altos niveles de efectividad delictiva, lo que, necesariamente las convierte en un elemento atractivo de asociar a cadenas u organizaciones mayores dentro de las cuales se opera con grados de peligrosidad social mayores, llevándolas a actuar muchas veces de forma sanguinaria. Las asociaciones ilícitas originarias pasan así a adoptar los comportamientos de las agrupaciones mayores que las incorporan haciendo propias conductas observadas en las Triadas o la Cossa Nostra.
Estas asociaciones ilícitas pueden llegar a alcanzar altos niveles de efectividad delictiva, lo que, necesariamente las convierte en un elemento atractivo de asociar a cadenas u organizaciones mayores dentro de las cuales se opera con grados de peligrosidad social mayores, llevándolas a actuar muchas veces de forma sanguinaria. Las asociaciones ilícitas originarias pasan así a adoptar los comportamientos de las agrupaciones mayores que las incorporan haciendo propias conductas observadas en las Triadas o la Cossa Nostra.
El Crimen Organizado ha comenzado a considerar la actividad de producción pirata, en sus diversas manifestaciones, como una alternativa para modificar su modelo de negocios, es así como algunos narcotraficantes están desviando los fondos obtenidos de esa actividad hacia la implementación de centros de producción de material ilícito tradicionales o se encuentran preparando “cerebros” que, desde una perspectiva profesional, les ofrezcan una gama de alternativas que les permitan aprovechar de un modo óptimo las ventajas que ofrecen los medios digitales. Se busca alcanzar con esta diversificación, producir retornos interesantes a los delincuentes que actúen como “inversionistas de riesgo” , todo lo cual puede tener dos claros efectos, el primero es facilitar el lavado de dinero y el segundo es obtener ganancias que, en el evento que lleguen a ser cuestionadas en cuanto a su origen o lleguen a ser objeto de una investigación que determine su origen ilícito, tal riesgo tenga asociado un tipo penal que amerite un grado de sanción penal bajo.
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