Como parte de las riquezas del subsuelo mexicano, el petróleo debería pertenecer a todos los mexicanos por igual, los cuales deberían ser accionistas de PMX por haber nacido mexicanos, con derecho a reinvertir o a hacer efectivas sus utilidades.
El Petróleo pertenece al gobierno, el cual utiliza sus recursos para subsanar necesidades económicas de pago de deuda y pago de salarios, y da lugar a corrupción y pérdidas. El petróleo recompensa la división de la población en clase gobernante y gobernada haciendo fuerte a la primera, cuando en realidad pertenece a ambas clases, es PEMEX, no PEGOBMEX, ya que México es pueblo y gobierno y no únicamente el gobierno.
Ha generado un conflicto la supuesta privatización o la apertura a inversiones privadas entre las dos fuerzas políticas en pugna, la derecha en el poder y la izquierda en un gobierno alternativo y simbólico. La izquierda tiene razón en decir no vendan al petróleo del gobierno, que de por sí está necesitado de recursos, con la privatización perderá propiedad y utilidad del mismo. Pero en realidad esta medida sólo atañe al gobierno que es su propietario, a quienes viven de él y también a quienes reciben ayuda indirecta.
La población debería tomar conciencia de que el petróleo es de todos, por pertenecer al subsuelo mexicano, y que debería tener, por pequeña que fuese, participación directa de las utilidades. Que los recursos provenientes de PEMEX, antes de pagar deuda y salarios, deberían ser utilizados para el fortalecimiento de dicha industria, para la exploración y explotación de nuevos pozos y para la apertura del mercado del petróleo mexicano. Pero si necesita inversión privada, esta fuente de riqueza está sangrada, desangrada por la forma en que ha sido administrada.
saludos
El Petróleo pertenece al gobierno, el cual utiliza sus recursos para subsanar necesidades económicas de pago de deuda y pago de salarios, y da lugar a corrupción y pérdidas. El petróleo recompensa la división de la población en clase gobernante y gobernada haciendo fuerte a la primera, cuando en realidad pertenece a ambas clases, es PEMEX, no PEGOBMEX, ya que México es pueblo y gobierno y no únicamente el gobierno.
Ha generado un conflicto la supuesta privatización o la apertura a inversiones privadas entre las dos fuerzas políticas en pugna, la derecha en el poder y la izquierda en un gobierno alternativo y simbólico. La izquierda tiene razón en decir no vendan al petróleo del gobierno, que de por sí está necesitado de recursos, con la privatización perderá propiedad y utilidad del mismo. Pero en realidad esta medida sólo atañe al gobierno que es su propietario, a quienes viven de él y también a quienes reciben ayuda indirecta.
La población debería tomar conciencia de que el petróleo es de todos, por pertenecer al subsuelo mexicano, y que debería tener, por pequeña que fuese, participación directa de las utilidades. Que los recursos provenientes de PEMEX, antes de pagar deuda y salarios, deberían ser utilizados para el fortalecimiento de dicha industria, para la exploración y explotación de nuevos pozos y para la apertura del mercado del petróleo mexicano. Pero si necesita inversión privada, esta fuente de riqueza está sangrada, desangrada por la forma en que ha sido administrada.
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