Hugo Chávez, Marranoda y Felipillo
Politica cero
Por el Jarioso Calixto y Melibea Albarrán.
Y las lluvias atípicas que brillan por su arquetípica ausencia, según había pronosticado [colro=magenta]Marchelo Ebrard que, con el rigor científico que caracteriza a todo meteorólogo aficionado, invitó a la población a no salir de sus buhardillas porque el diluvio vendría más temprano que tarde. En lo particular, salí a la calle con mi traje de buzo al estilo de Jacques Cousteau, en espera de sobrevivir al tsunami que hasta el momento de escribir estas líneas no se apareció, cosechando únicamente las sonrisas sardónicas a mí alrededor.
Sólo me confortó la imagen de don Hugo Chávez tomado de la mano del gran Marradona con su look de Papá Pitufo, anunciando el rompimiento de relaciones con Colombia, en un acto que parecía sacado de una película de ficheras. El pobre Pelusa, que pasaba por ahí y vio la luz prendida, puso cara como de que prefería volver a vivir la goliza que le metió Alemania a sus pupilos en el Mundial. O es eso, o el de la mano de Dios ya se debe rentar para toda clase de espectáculos de la diplomacia con adjetivos y folclore incluido. Así que no es raro que lo veamos presente cuando los líderes del SME y Gobernación, luego de complejos e intrincados movimientos de ajedrez político, anuncien con entusiasmo que las negociaciones fueron todo un éxito, pero que Cayetano Cabrera murió.
También me alivianó saber que en Bucareli, que es un mundo de caramelo, pasan cosas más divertidas con sus funcionarios que sus habituales rostros de estrés y depresión: que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad, debe haber dicho el subsecretario Roberto Gil Zuarth de Gobernación que, haciendo lo que ni Mr. Blackie quiere hacer, le ha tocado lidiar con los del SME, que ya lo quieren poner en huelga de hambre, pero que a manera de recompensa le encomendaron la tarea de poner en su lugar a la nueva banda TimbirIFE. Y es que éste, sintiéndose la perra que es tan brava que hasta los de la casa muerde, quiso aplicarle un estate quieto a Jelipillo nomás porque le da por dar mensajes urbi et orbi en prime time para explicar cómo va ganando la guerra… aunque no parezca.
Y es que no se vale que el IFE, regularmente más melifluo y permisivo que la defensa del Tri de Javier Aguirre, de pronto le dé por señalar hacia Los Pinos por el exceso de apariciones de Calderón en la tele a la hora de las telenorvelas. O sea, aunque las intenciones del preciso más impreciso de los últimos tiempos fueran las de la autopromoción partidista, de cualquier manera nadie lo ve y los que lo ven, en su mayoría no lo toman realmente en serio.
Es como el infomercial de Andrés García, pero sin la gracia de la bombita.
www.twitter.com/jairocalixto
jairo.calixto@milenio.com
Politica cero
Por el Jarioso Calixto y Melibea Albarrán.
Y las lluvias atípicas que brillan por su arquetípica ausencia, según había pronosticado [colro=magenta]Marchelo Ebrard que, con el rigor científico que caracteriza a todo meteorólogo aficionado, invitó a la población a no salir de sus buhardillas porque el diluvio vendría más temprano que tarde. En lo particular, salí a la calle con mi traje de buzo al estilo de Jacques Cousteau, en espera de sobrevivir al tsunami que hasta el momento de escribir estas líneas no se apareció, cosechando únicamente las sonrisas sardónicas a mí alrededor.
Sólo me confortó la imagen de don Hugo Chávez tomado de la mano del gran Marradona con su look de Papá Pitufo, anunciando el rompimiento de relaciones con Colombia, en un acto que parecía sacado de una película de ficheras. El pobre Pelusa, que pasaba por ahí y vio la luz prendida, puso cara como de que prefería volver a vivir la goliza que le metió Alemania a sus pupilos en el Mundial. O es eso, o el de la mano de Dios ya se debe rentar para toda clase de espectáculos de la diplomacia con adjetivos y folclore incluido. Así que no es raro que lo veamos presente cuando los líderes del SME y Gobernación, luego de complejos e intrincados movimientos de ajedrez político, anuncien con entusiasmo que las negociaciones fueron todo un éxito, pero que Cayetano Cabrera murió.
También me alivianó saber que en Bucareli, que es un mundo de caramelo, pasan cosas más divertidas con sus funcionarios que sus habituales rostros de estrés y depresión: que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad, debe haber dicho el subsecretario Roberto Gil Zuarth de Gobernación que, haciendo lo que ni Mr. Blackie quiere hacer, le ha tocado lidiar con los del SME, que ya lo quieren poner en huelga de hambre, pero que a manera de recompensa le encomendaron la tarea de poner en su lugar a la nueva banda TimbirIFE. Y es que éste, sintiéndose la perra que es tan brava que hasta los de la casa muerde, quiso aplicarle un estate quieto a Jelipillo nomás porque le da por dar mensajes urbi et orbi en prime time para explicar cómo va ganando la guerra… aunque no parezca.
Y es que no se vale que el IFE, regularmente más melifluo y permisivo que la defensa del Tri de Javier Aguirre, de pronto le dé por señalar hacia Los Pinos por el exceso de apariciones de Calderón en la tele a la hora de las telenorvelas. O sea, aunque las intenciones del preciso más impreciso de los últimos tiempos fueran las de la autopromoción partidista, de cualquier manera nadie lo ve y los que lo ven, en su mayoría no lo toman realmente en serio.
Es como el infomercial de Andrés García, pero sin la gracia de la bombita.
www.twitter.com/jairocalixto
jairo.calixto@milenio.com
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