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Lágrimas y risas
( Tomado del Periódico Reforma)
Calderón
no sabe comunicar, por eso le salen lombrices
Uno de los problemas de Felipe Calderón es que no sabe comunicarse bien. Cuando tiene una buena noticia, ni quien la pele porque los estrategas presidenciales nomás no han encontrado la manera de comunicarse con la sociedad.
Al Presidente le salen chuecos los mensajes si dice "blanco", la gente entiende "negro". Y si dice "negro", la gente sospecha que en realidad quiere decir "blanco".
Le pasa lo que a aquel sacerdote que quería darle un edificante mensaje a sus feligreses, por lo que preparó ejemplos gráficos para su sermón del domingo.
Parado en el púlpito, el cura les dijo a los asistentes a la misa que les iba a hablar de las virtudes. Acto seguido sacó cuatro frascos y los puso a la vista de todos. Luego sacó cuatro lombrices.
La primera lombriz la metió en el frasco con lleno de alcohol. La segunda, en el que contenía de humo de cigarrillo. La tercera la introdujo en el que estaba lleno de semen. Y, finalmente, la cuarta la metió en el frasco que tenía agua pura y cristalina.
El sacerdote siguió hablando sobre las virtudes y los pecados, así como sobre la vida licenciosa que llevan algunas personas, más enfocadas a los excesos que a la contemplación y la oración.
Al concluir su sermón, volvió a mostrar los frascos a la gente: las lombrices que estaban en alcohol, humo de cigarro y semen, estaban muertas. La última, la que estaba en agua, seguí vivita y feliz.
En ese momento el sacerdote le pregunta a los feligreses:
--¿Qué enseñanza podemos sacar de esta demostración, queridos hermanos?
Después de algunos segundos de silencio profundo, desde el fondo del se oye la voz de una mujer madura que dice:
--Yo sé, padre: que mientras bebamos, fumemos y follemos... ¡no tendremos lombrices!
( Tomado del Periódico Reforma)
Calderón
no sabe comunicar, por eso le salen lombricesUno de los problemas de Felipe Calderón es que no sabe comunicarse bien. Cuando tiene una buena noticia, ni quien la pele porque los estrategas presidenciales nomás no han encontrado la manera de comunicarse con la sociedad.
Al Presidente le salen chuecos los mensajes si dice "blanco", la gente entiende "negro". Y si dice "negro", la gente sospecha que en realidad quiere decir "blanco".
Le pasa lo que a aquel sacerdote que quería darle un edificante mensaje a sus feligreses, por lo que preparó ejemplos gráficos para su sermón del domingo.
Parado en el púlpito, el cura les dijo a los asistentes a la misa que les iba a hablar de las virtudes. Acto seguido sacó cuatro frascos y los puso a la vista de todos. Luego sacó cuatro lombrices.
La primera lombriz la metió en el frasco con lleno de alcohol. La segunda, en el que contenía de humo de cigarrillo. La tercera la introdujo en el que estaba lleno de semen. Y, finalmente, la cuarta la metió en el frasco que tenía agua pura y cristalina.
El sacerdote siguió hablando sobre las virtudes y los pecados, así como sobre la vida licenciosa que llevan algunas personas, más enfocadas a los excesos que a la contemplación y la oración.
Al concluir su sermón, volvió a mostrar los frascos a la gente: las lombrices que estaban en alcohol, humo de cigarro y semen, estaban muertas. La última, la que estaba en agua, seguí vivita y feliz.
En ese momento el sacerdote le pregunta a los feligreses:
--¿Qué enseñanza podemos sacar de esta demostración, queridos hermanos?
Después de algunos segundos de silencio profundo, desde el fondo del se oye la voz de una mujer madura que dice:
--Yo sé, padre: que mientras bebamos, fumemos y follemos... ¡no tendremos lombrices!
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