¿Y el reality show de Pasta de Conchos, apá?
Política cero
Por el Jarioso de Calixto y Melibea Albarrán.
Fox the ox y Jelipillo, luego de ver la cobertura mediática mundial del reality show de los mineros chilenos (estuvo mejor que El Chupacabras en el IFE y el partido de la selección), deben estarse dándose de topes todavía a estas horas por no haber movido ni un dedo en Pasta de Conchos.
De haber visto más allá de lo evidente, toda la publicidad, todo el reconocimiento del que está gozando ahora el presidente Piñeira, lo habrían tenido en su momento si el ex presichente no hubiera abandonado a su suerte a los mineros de Coahuila; y si al menos Calderón hubiera intentado extraer del vientre de aquellas cavernas los cuerpos de los trabajadores muertos.
Bueno, cómo estará la falta de olfato que a los gobiernos istas ni siquiera se les ocurrió apapachar a las familias de Cananea, en vez de tratarlos como a los padres de la guardería ABC. Deberían de aprender de ese excéntrico multimillonario chileno, Leonardo Farkas, que ante la perspectiva de ganarse un lugar en la posteridad, de inmediato abrió cuentas en dólares para los héroes del momento.
Algo que no se le ocurrió al Grupo México, por lo menos para que la opinión pública no dijera que sólo ejercita la explotación del hombre por el hombre y el desgaste de los hígados al proletariado sin cabeza.
Digo, tan siquiera Jelipillo, Fox y los dueños de Pasta de Conchos se hubieran cooperado para quedar bien y, como Steve Jobs, el generoso dueño de Apple, regalarles a los hijos de los trabajadores enterrados aunque fuera unos ipods. Ese mi Steve, por lo menos debiste mandarles unas ipads, ya te pareces a Molinar Horcasitas, no te vayas a quedar pobre.
Pero ya sabemos que hay maderas que no agarran el barniz.
Por eso ahora Chile se ha convertido en el centro del universo, los 33 mineros son héroes mundiales y sus historias serán contadas de aquí a la eternidad… mientras aquí nos conformamos con el show time del dipuhooligan ista que rompe vidrios en la Asamblea (doña Matrix, plis, amarre a sus perros); las declaraciones del cardenal Sandoval Íñiguez, quien, para defender a don CH3-CH2-0H González, el señor de los asquitos, afirmó que los gays eran tan poquitos que no merecía la pena preocuparse por ellos. Lo mismo decía Calderón del crimen organizado al llamarlos ridículas minorías, y ya ven cómo tienen a la patria.
En tanto, aquí los políticos y la Femexfut hacen melodramones para limpiarse la cola.
Jelipillo y Fox deben estar muertos de envidia por el reality show que hubieran podido organizar en Pasta de Conchos con la señorita Laura incluida.
http://www.twitter.com/jairocalixto
jairo.calixto@milenio.com
Política cero
Por el Jarioso de Calixto y Melibea Albarrán.
Fox the ox y Jelipillo, luego de ver la cobertura mediática mundial del reality show de los mineros chilenos (estuvo mejor que El Chupacabras en el IFE y el partido de la selección), deben estarse dándose de topes todavía a estas horas por no haber movido ni un dedo en Pasta de Conchos.
De haber visto más allá de lo evidente, toda la publicidad, todo el reconocimiento del que está gozando ahora el presidente Piñeira, lo habrían tenido en su momento si el ex presichente no hubiera abandonado a su suerte a los mineros de Coahuila; y si al menos Calderón hubiera intentado extraer del vientre de aquellas cavernas los cuerpos de los trabajadores muertos.
Bueno, cómo estará la falta de olfato que a los gobiernos istas ni siquiera se les ocurrió apapachar a las familias de Cananea, en vez de tratarlos como a los padres de la guardería ABC. Deberían de aprender de ese excéntrico multimillonario chileno, Leonardo Farkas, que ante la perspectiva de ganarse un lugar en la posteridad, de inmediato abrió cuentas en dólares para los héroes del momento.
Algo que no se le ocurrió al Grupo México, por lo menos para que la opinión pública no dijera que sólo ejercita la explotación del hombre por el hombre y el desgaste de los hígados al proletariado sin cabeza.
Digo, tan siquiera Jelipillo, Fox y los dueños de Pasta de Conchos se hubieran cooperado para quedar bien y, como Steve Jobs, el generoso dueño de Apple, regalarles a los hijos de los trabajadores enterrados aunque fuera unos ipods. Ese mi Steve, por lo menos debiste mandarles unas ipads, ya te pareces a Molinar Horcasitas, no te vayas a quedar pobre.
Pero ya sabemos que hay maderas que no agarran el barniz.
Por eso ahora Chile se ha convertido en el centro del universo, los 33 mineros son héroes mundiales y sus historias serán contadas de aquí a la eternidad… mientras aquí nos conformamos con el show time del dipuhooligan ista que rompe vidrios en la Asamblea (doña Matrix, plis, amarre a sus perros); las declaraciones del cardenal Sandoval Íñiguez, quien, para defender a don CH3-CH2-0H González, el señor de los asquitos, afirmó que los gays eran tan poquitos que no merecía la pena preocuparse por ellos. Lo mismo decía Calderón del crimen organizado al llamarlos ridículas minorías, y ya ven cómo tienen a la patria.
En tanto, aquí los políticos y la Femexfut hacen melodramones para limpiarse la cola.
Jelipillo y Fox deben estar muertos de envidia por el reality show que hubieran podido organizar en Pasta de Conchos con la señorita Laura incluida.
http://www.twitter.com/jairocalixto
jairo.calixto@milenio.com