Un sábado al mediodía te conocí en WikiLeaks
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2010-11-30•Al Frente
México es el paraíso de las filtraciones. Una bonita tradición en la que impera el clásico pasesito a la red en los bajos fondos de la política naconal, donde destacan los videoescándalos del voyeur de la vida galante, Carlitos Ahumada; las grabaciones de los hermanos Salinas, en las que Raúl le advierte a su hermana que si no lo ayudan va decirlo todo, todo, Adriana, con una inolvidable voz meliflua; sin olvidar los éxitos de Kamel Nacif & the góber precioso band; los clásicos sketches de Fidel Herrera y Ulises Ruin, no se diga la encantadora imagen del Nini Verde siendo chamaqueado. Por eso las filtraciones de WikiLeaks sobre el metódico espionaje yanqui sobre el livin la vida loca de funcionarios y presidentes, no nos espanta. Cualquiera que haya pensado que nos íbamos a sentir superados por los miles de documentos que describen los ejercicios de auscultación y escaneo que se arman desde las embajadas estadounidenses en todos el mundo, no sabe que en México, a diferencia de WikiLeaks, el que filtra primero, filtra ocho veces. Mientras el mundo tiembla por toda esa información ultrasecreta que recorre en estampida las arterias internéticas poniendo al descubierto las políticas intervencionistas de los choznos del Tío Sam, aquí donde el águila paró y su estampa dibujó nos parece un trabajo de novatos. O sea, qué novedad puede tener que Putin sea mafioso, Berlusconi sea adicto a las orgías, Hu Jintao haya luchado contra la libertad de expresión, Sarkozy quiera ser el nuevo Napoleón y a Cristina Kirchner se le vaya el patín; sobre todo cuando aquí tenemos a todos los capos apañados por la autoridá despepitando maravillas sobre altísimos funcionarios militares y policiacos, mientras la SSP anuncia profundas investigaciones que nunca se llevan a cabo. Eso sí es bonito. Ahí está [ß]El Grande o La Barbie[/b] acusando a diestra y siniestra para contribuir al caos y al desorden, mientras El Farmero, muy acomedido, se echa la culpa de 80 por ciento de los asesinatos en Ciudad Juárez, como para que a las procuradurías sólo les quede 20 por ciento de chamba.
Y todavía los de WikiLeaks, que se sienten muy muy, nos quieren espantar por todos los datos que van a revelar sobre México y su narcoguerra, como si los 30 mil muertos de Jelipillo no fueran suficientemente elocuentes. Capaz que no salen con la novedad de que la ex gobernadora de Zacatecas [i+no sabe hacer cuentas, y que la boda de Dorian Gel Peñanieto fue más mediática que romántica.
Mientras WikiLeaks[/b] no revele lo único que podría desestabilizar a la patria, que Salinas es pejista de clóset, los seguiremos viendo muy verdes.
www.twitter.com/jairocalixto
jairo.calixto@milenio.com
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2010-11-30•Al Frente
México es el paraíso de las filtraciones. Una bonita tradición en la que impera el clásico pasesito a la red en los bajos fondos de la política naconal, donde destacan los videoescándalos del voyeur de la vida galante, Carlitos Ahumada; las grabaciones de los hermanos Salinas, en las que Raúl le advierte a su hermana que si no lo ayudan va decirlo todo, todo, Adriana, con una inolvidable voz meliflua; sin olvidar los éxitos de Kamel Nacif & the góber precioso band; los clásicos sketches de Fidel Herrera y Ulises Ruin, no se diga la encantadora imagen del Nini Verde siendo chamaqueado. Por eso las filtraciones de WikiLeaks sobre el metódico espionaje yanqui sobre el livin la vida loca de funcionarios y presidentes, no nos espanta. Cualquiera que haya pensado que nos íbamos a sentir superados por los miles de documentos que describen los ejercicios de auscultación y escaneo que se arman desde las embajadas estadounidenses en todos el mundo, no sabe que en México, a diferencia de WikiLeaks, el que filtra primero, filtra ocho veces. Mientras el mundo tiembla por toda esa información ultrasecreta que recorre en estampida las arterias internéticas poniendo al descubierto las políticas intervencionistas de los choznos del Tío Sam, aquí donde el águila paró y su estampa dibujó nos parece un trabajo de novatos. O sea, qué novedad puede tener que Putin sea mafioso, Berlusconi sea adicto a las orgías, Hu Jintao haya luchado contra la libertad de expresión, Sarkozy quiera ser el nuevo Napoleón y a Cristina Kirchner se le vaya el patín; sobre todo cuando aquí tenemos a todos los capos apañados por la autoridá despepitando maravillas sobre altísimos funcionarios militares y policiacos, mientras la SSP anuncia profundas investigaciones que nunca se llevan a cabo. Eso sí es bonito. Ahí está [ß]El Grande o La Barbie[/b] acusando a diestra y siniestra para contribuir al caos y al desorden, mientras El Farmero, muy acomedido, se echa la culpa de 80 por ciento de los asesinatos en Ciudad Juárez, como para que a las procuradurías sólo les quede 20 por ciento de chamba.
Y todavía los de WikiLeaks, que se sienten muy muy, nos quieren espantar por todos los datos que van a revelar sobre México y su narcoguerra, como si los 30 mil muertos de Jelipillo no fueran suficientemente elocuentes. Capaz que no salen con la novedad de que la ex gobernadora de Zacatecas [i+no sabe hacer cuentas, y que la boda de Dorian Gel Peñanieto fue más mediática que romántica.
Mientras WikiLeaks[/b] no revele lo único que podría desestabilizar a la patria, que Salinas es pejista de clóset, los seguiremos viendo muy verdes.
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jairo.calixto@milenio.com