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Domo arigato, Mr. Genaro
Domo arigato Mr. Genaro
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2011-05-11•Al Frente
Cualquiera que
no conozca a los nipones dirá que es un acto populista que el primer ministro de Japón, Naoto Kan, renuncie a su sueldo hasta no resolver la crisis en la planta nuclear de Fukushima. Incluso habrá quien diga que es un pésimo ejemplo para los políticos que saben que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Ya no bastaría con promesas de campaña firmadas y cumplidas al aventón.
Cuando este hombre, consternado por catástrofes, tsunamis y terremotos después de una larga recesión, con el dudoso estado de las nucleoeléctricas que también tenían lo suyito, toma la decisión de despojarse de sus nada despreciables emolumentos, no estaba pensando con claridad. Por no saber manejar sus culpas, ha puesto a parir chayotes a un gremio, el de los políticos y funcionarios que vivían en su mundo de caramelo. No se vale.
Es como el 10 de mayo que, tristemente, pone a los mexicanos muy mal cada año: para ejercer su derecho al Edipo maltratado, están condenados a superar a personajes prácticamente míticos en esa materia: a Pedro Infante llevándole serenata, borracho, a Sara García, y a Denisse de Kalafe cantando su nada cursi canción dedicada a la madre.
Así, con los estándares impuestos por el domo arigato Mr. Naoto, grandes personajes del México contemporáneo se verán muy comprometidos. Por ejemplo, el pobre de García Luna. Además de verse nominado para quedarse sin chamba (aunque Poiré lo defendió con heroísmo que cualquiera diría que él solito planeó el desembarco en Normandía),tendrá que aguantar a aquellos que lo quieran orillar a quedarse sin sus nada exiguos emolumentos, hasta que no agarre al Chapo Guzmán. Y qué decir del secretario Cordero que, quizá, tendría que hacer lo propio hasta no dar con el mexicano que viva cual pachá con 6 mil pesos al mes. Eso sin olvidar al secre del Trabajo, Javier Copelas o cuellos Lozano, que no podrá ver quincena alguna hasta que el proletariado sin cabeza tenga salarios y derechos como en Suiza.
Aunque, pensándolo bien, no estaría mal. Si metiéramos en el programa “Te lo cumplo o te lo cumplo (o no cobro)”, a toda la nómina de gobierno mexicano, incluyendo el gabinetillo ampliado y todos los góbers preciosos de la patria, nos ahorraríamos una lanota del erario. Y si todo eso lo invertimos en Cetes o a plazo fijo, se generaría tal fortuna (porque supuesto, ningún funcionario funcionaría) que nos podría alcanzar para pagar la deuda externa-eterna, comprarles el negocio a Los Zetas y al cártel de Golfo, y de paso adquirir a Microsoft o Google, o las dos.
www.twitter.com/jairocalixto
jairo.calixto@milenio.com Anuncios Google
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2011-05-11•Al Frente
Cualquiera que
no conozca a los nipones dirá que es un acto populista que el primer ministro de Japón, Naoto Kan, renuncie a su sueldo hasta no resolver la crisis en la planta nuclear de Fukushima. Incluso habrá quien diga que es un pésimo ejemplo para los políticos que saben que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Ya no bastaría con promesas de campaña firmadas y cumplidas al aventón.Cuando este hombre, consternado por catástrofes, tsunamis y terremotos después de una larga recesión, con el dudoso estado de las nucleoeléctricas que también tenían lo suyito, toma la decisión de despojarse de sus nada despreciables emolumentos, no estaba pensando con claridad. Por no saber manejar sus culpas, ha puesto a parir chayotes a un gremio, el de los políticos y funcionarios que vivían en su mundo de caramelo. No se vale.
Es como el 10 de mayo que, tristemente, pone a los mexicanos muy mal cada año: para ejercer su derecho al Edipo maltratado, están condenados a superar a personajes prácticamente míticos en esa materia: a Pedro Infante llevándole serenata, borracho, a Sara García, y a Denisse de Kalafe cantando su nada cursi canción dedicada a la madre.
Así, con los estándares impuestos por el domo arigato Mr. Naoto, grandes personajes del México contemporáneo se verán muy comprometidos. Por ejemplo, el pobre de García Luna. Además de verse nominado para quedarse sin chamba (aunque Poiré lo defendió con heroísmo que cualquiera diría que él solito planeó el desembarco en Normandía),tendrá que aguantar a aquellos que lo quieran orillar a quedarse sin sus nada exiguos emolumentos, hasta que no agarre al Chapo Guzmán. Y qué decir del secretario Cordero que, quizá, tendría que hacer lo propio hasta no dar con el mexicano que viva cual pachá con 6 mil pesos al mes. Eso sin olvidar al secre del Trabajo, Javier Copelas o cuellos Lozano, que no podrá ver quincena alguna hasta que el proletariado sin cabeza tenga salarios y derechos como en Suiza.
Aunque, pensándolo bien, no estaría mal. Si metiéramos en el programa “Te lo cumplo o te lo cumplo (o no cobro)”, a toda la nómina de gobierno mexicano, incluyendo el gabinetillo ampliado y todos los góbers preciosos de la patria, nos ahorraríamos una lanota del erario. Y si todo eso lo invertimos en Cetes o a plazo fijo, se generaría tal fortuna (porque supuesto, ningún funcionario funcionaría) que nos podría alcanzar para pagar la deuda externa-eterna, comprarles el negocio a Los Zetas y al cártel de Golfo, y de paso adquirir a Microsoft o Google, o las dos.
www.twitter.com/jairocalixto
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