“(Puro) Chile para los mexicanos”
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2011-07-05•Al Frente
Qué bueno que Eru Eru reconoció que su líder, guía, gurú y maestro fue el artífice de ese triunfo, con abstencionismo incluido, y
no sólo su dudoso talento. Fue emotivo y conmovedor que en un acto absolutamente republicano, el candidato triunfante le rindiera pleitesía a su dios huichol como en los tiempos de Gonzalo N. Santos y Fidel Velázquez. Una tradición que se había extraviado con el grisáceo de Miguel de la Madrid, el instaurador del parricidio como lema de campaña. Una falta de sensibilidad política que $alina$ consolidó bajo la creencia de que era un tlatoani hecho a mano por sí mismo.
Es bueno que la decencia y el agradecimiento vuelvan a la arena política, tan condenada a las luchas en lodo. Ahí está don Humbert Humbert Moreira que, ya de plácemes por tanto logro, con el orgullo de su nepotismo reinando en Coahuila que, en un ejercicio magnánimo, ya le ofrece a Jelipillo diálogo civilizado, sin reclamos, amenazas ni hankazos. Seguro va a pedir las llaves de Los Pinos para encontrarle lugarcito al busto de don Plutarco y ver dónde se puede colocar una de las frases fundamentales del catecismo del padrecito Echeverría: “México para los chilenos, y Chile para los mexicanos”.
Es la clase de actitud que no hay en el PRD. Mientras Chucho Zambrano, a nombre de los chuchitos en fuga, trataba —en algo remotamente parecido al español— de explicar el revés electoral sin histerias, de inmediato apareció ese estadista del arrabal llamado Guadalupe Acosta Naranjo a señalar al Peje con índice de fuego. Como si tuviera el arrastre de Luis Miguel, el último de la fila en las elecciones de Nayarit, acusó a López Obrador de ser el culpable de todas sus angustias y todos sus quebrantos. Cuando tenga un hijo, también va a querer que se lo mantenga.
Al tabasqueño le pasa lo mismo que a Memo Ochoa. Si hace, porque hace; si no hace, porque no hace, pero nada les parece. Con la misma intensidad con la que a Andrés Manuel le cuelgan todos los sambenitos (hasta de haberle presentado a Jona dos Antros unas amigas ecuatorianas lo van a acusar), les molesta que el portero haya huido del América para irse a un equipo menor en Francia.
Como quiera que sea, en medio de la euforia triunfalista, a Eru se le olvidó reconocer el apoyo desinteresado de la maestra Gordillo. Muy mal hecho. Y como anda de jarrito de Tlaquepaque, le puede despintar sus chapitas del coraje.
El único panista que está auténticamente optimista —los demás, junto con Li"pillo,"( porque lo que se dice la fe ya hace muchiimo tiempo que se la perdimos todos los mexicanos) están en terapia como de guardería subrogada del IMSS— es Javier Lozano. Supone que con estos resultados, los priistas ahora sí le van a aprobar su leonina reforma agiotista laboral.
Ternurita.
www.twitter.com/jairocalixto
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2011-07-05•Al Frente
Qué bueno que Eru Eru reconoció que su líder, guía, gurú y maestro fue el artífice de ese triunfo, con abstencionismo incluido, y
no sólo su dudoso talento. Fue emotivo y conmovedor que en un acto absolutamente republicano, el candidato triunfante le rindiera pleitesía a su dios huichol como en los tiempos de Gonzalo N. Santos y Fidel Velázquez. Una tradición que se había extraviado con el grisáceo de Miguel de la Madrid, el instaurador del parricidio como lema de campaña. Una falta de sensibilidad política que $alina$ consolidó bajo la creencia de que era un tlatoani hecho a mano por sí mismo.
Es bueno que la decencia y el agradecimiento vuelvan a la arena política, tan condenada a las luchas en lodo. Ahí está don Humbert Humbert Moreira que, ya de plácemes por tanto logro, con el orgullo de su nepotismo reinando en Coahuila que, en un ejercicio magnánimo, ya le ofrece a Jelipillo diálogo civilizado, sin reclamos, amenazas ni hankazos. Seguro va a pedir las llaves de Los Pinos para encontrarle lugarcito al busto de don Plutarco y ver dónde se puede colocar una de las frases fundamentales del catecismo del padrecito Echeverría: “México para los chilenos, y Chile para los mexicanos”.
Es la clase de actitud que no hay en el PRD. Mientras Chucho Zambrano, a nombre de los chuchitos en fuga, trataba —en algo remotamente parecido al español— de explicar el revés electoral sin histerias, de inmediato apareció ese estadista del arrabal llamado Guadalupe Acosta Naranjo a señalar al Peje con índice de fuego. Como si tuviera el arrastre de Luis Miguel, el último de la fila en las elecciones de Nayarit, acusó a López Obrador de ser el culpable de todas sus angustias y todos sus quebrantos. Cuando tenga un hijo, también va a querer que se lo mantenga.
Al tabasqueño le pasa lo mismo que a Memo Ochoa. Si hace, porque hace; si no hace, porque no hace, pero nada les parece. Con la misma intensidad con la que a Andrés Manuel le cuelgan todos los sambenitos (hasta de haberle presentado a Jona dos Antros unas amigas ecuatorianas lo van a acusar), les molesta que el portero haya huido del América para irse a un equipo menor en Francia.
Como quiera que sea, en medio de la euforia triunfalista, a Eru se le olvidó reconocer el apoyo desinteresado de la maestra Gordillo. Muy mal hecho. Y como anda de jarrito de Tlaquepaque, le puede despintar sus chapitas del coraje.
El único panista que está auténticamente optimista —los demás, junto con Li"pillo,"( porque lo que se dice la fe ya hace muchiimo tiempo que se la perdimos todos los mexicanos) están en terapia como de guardería subrogada del IMSS— es Javier Lozano. Supone que con estos resultados, los priistas ahora sí le van a aprobar su leonina reforma agiotista laboral.
Ternurita.
www.twitter.com/jairocalixto