Emulando a Hemingway
Manuel J. Jáuregui
(13 abril 2012).- Alguien de ustedes, amables lectores, podría explicarnos ¿a qué fue Felipe Calderón a Cuba?
¿Qué nos compra, qué nos vende, qué beneficio le acarrea a la Nación mexicana estrechar los lazos con Raúl "El Chino" Castro?
Que se sepa no existe entre Cuba y México en la actualidad ningún asunto apremiante, ninguna disputa o ACUERDO, así que desde el punto de vista de los intereses nacionales, si es que existe alguna razón de peso, ésta no se aprecia por ningún lado.
¡Ah, pero a lo mejor existe alguna razón POLÍTICA!
En este caso, sí que estamos preparados para escuchar explicaciones, pudiendo ser una de ellas que el Presidente Calderón, quien como ustedes saben anda en plena campaña -según él- ayudando a la señora Vázquez Mota a que llegue a la Presidencia, quería realizar un gesto simbólico de acercamiento con la izquierda.
Dentro del onánico simbolismo político que tanto fascina a nuestros grillos -tan alejados del quehacer, pero tan ocupados con el aparentar- estrechar lazos con los prototipos de la "izquierda", los hermanos Castro, le resta votos a López Obrador.
Por favorno nos malentiendan, amigos, no decimos que así sea, decimos que probablemente ESO CREEN Calderón y sus genios asesores, como la joyita ésa de Ruiz Mateos.
De ahí que organicen estos viajes TURÍSTICOS a La Habana y sus alrededores a conocer la casa de Hemingway, probablemente, pues no se le mira ningún otro propósito útil a este viaje, llamado por ellos "de trabajo".
¿Cuál trabajo?
¿Qué bien tangible le reportó este periplo a la Nación mexicana?
Más bien le representa un enorme gasto al erario haber movido a toda la comitiva presidencial, los AVIONES, los guardaespaldas, su alojamiento, comidas, traslados, etc., etc.
Y este gasto le acarrea -en todo caso- un beneficio personal a Calderón, quien lo aprovecha para acaparar reflectores y de pasadita promoverse, y promover a su partido en plena contienda electoral.
Ciertamente que no sería Calderón en dicho caso el primer Presidente de un país democrático que aprovecha la investidura para promover y adelantar su agenda política electoral.
Aquí nuestra observación sería que todo es cuestión de grado y de equilibrar el interés nacional junto con el interés personal; esto es, lo ideal y aceptable sería un poco más de aprovechamiento para la Nación que acompañe a la autopromoción.
Dudamos mucho que sólo por mostrarse cercano a Cuba los simpatizantes de López Obrador lo vayan a abandonar para irse en estampida a caer en los brazos de Vázquez Mota y del PAN.
De manera que el gasto y el tiempo dedicados por Calderón y su comitiva a pisar La Habana en busca del espíritu aventurero de Hemingway pueden considerarse como una MALA inversión del TIEMPO y los RECURSOS del pueblo mexicano.
Habría que ver también esta visita desde la perspectiva de los cubanos mismos.
Después del "comes y te vas" de Chente Fox con Fidel Castro (¿se acuerdan?) la credibilidad de los Presidentes panistas con los hermanos Castro no ha de ser muy elevada.
Así que, por donde se le mire, la "gira" de Calderón a Cuba -desde el punto de vista de los supremos intereses de la Nación mexicana- luce como una pérdida de tiempo monumental.
Felipe Calderón, ahora pronto que de nuevo sea un simple ciudadano, tendrá todo el derecho del mundo de jugar a la matatena, tocar la guitarra, o perder el tiempo como le plazca.
Mas Felipe Calderón, Presidente de México, hasta el último día de su mandato se debe a la Nación al 100 por ciento, y por ello debe invertir su tiempo de manera juiciosa, con la prioridad única de procurar con sus acciones para los ciudadanos el mayor beneficio posible.
@felipecalderon sólo le falta suicidarse…
Manuel J. Jáuregui
(13 abril 2012).- Alguien de ustedes, amables lectores, podría explicarnos ¿a qué fue Felipe Calderón a Cuba?
¿Qué nos compra, qué nos vende, qué beneficio le acarrea a la Nación mexicana estrechar los lazos con Raúl "El Chino" Castro?
Que se sepa no existe entre Cuba y México en la actualidad ningún asunto apremiante, ninguna disputa o ACUERDO, así que desde el punto de vista de los intereses nacionales, si es que existe alguna razón de peso, ésta no se aprecia por ningún lado.
¡Ah, pero a lo mejor existe alguna razón POLÍTICA!
En este caso, sí que estamos preparados para escuchar explicaciones, pudiendo ser una de ellas que el Presidente Calderón, quien como ustedes saben anda en plena campaña -según él- ayudando a la señora Vázquez Mota a que llegue a la Presidencia, quería realizar un gesto simbólico de acercamiento con la izquierda.
Dentro del onánico simbolismo político que tanto fascina a nuestros grillos -tan alejados del quehacer, pero tan ocupados con el aparentar- estrechar lazos con los prototipos de la "izquierda", los hermanos Castro, le resta votos a López Obrador.
Por favorno nos malentiendan, amigos, no decimos que así sea, decimos que probablemente ESO CREEN Calderón y sus genios asesores, como la joyita ésa de Ruiz Mateos.
De ahí que organicen estos viajes TURÍSTICOS a La Habana y sus alrededores a conocer la casa de Hemingway, probablemente, pues no se le mira ningún otro propósito útil a este viaje, llamado por ellos "de trabajo".
¿Cuál trabajo?
¿Qué bien tangible le reportó este periplo a la Nación mexicana?
Más bien le representa un enorme gasto al erario haber movido a toda la comitiva presidencial, los AVIONES, los guardaespaldas, su alojamiento, comidas, traslados, etc., etc.
Y este gasto le acarrea -en todo caso- un beneficio personal a Calderón, quien lo aprovecha para acaparar reflectores y de pasadita promoverse, y promover a su partido en plena contienda electoral.
Ciertamente que no sería Calderón en dicho caso el primer Presidente de un país democrático que aprovecha la investidura para promover y adelantar su agenda política electoral.
Aquí nuestra observación sería que todo es cuestión de grado y de equilibrar el interés nacional junto con el interés personal; esto es, lo ideal y aceptable sería un poco más de aprovechamiento para la Nación que acompañe a la autopromoción.
Dudamos mucho que sólo por mostrarse cercano a Cuba los simpatizantes de López Obrador lo vayan a abandonar para irse en estampida a caer en los brazos de Vázquez Mota y del PAN.
De manera que el gasto y el tiempo dedicados por Calderón y su comitiva a pisar La Habana en busca del espíritu aventurero de Hemingway pueden considerarse como una MALA inversión del TIEMPO y los RECURSOS del pueblo mexicano.
Habría que ver también esta visita desde la perspectiva de los cubanos mismos.
Después del "comes y te vas" de Chente Fox con Fidel Castro (¿se acuerdan?) la credibilidad de los Presidentes panistas con los hermanos Castro no ha de ser muy elevada.
Así que, por donde se le mire, la "gira" de Calderón a Cuba -desde el punto de vista de los supremos intereses de la Nación mexicana- luce como una pérdida de tiempo monumental.
Felipe Calderón, ahora pronto que de nuevo sea un simple ciudadano, tendrá todo el derecho del mundo de jugar a la matatena, tocar la guitarra, o perder el tiempo como le plazca.
Mas Felipe Calderón, Presidente de México, hasta el último día de su mandato se debe a la Nación al 100 por ciento, y por ello debe invertir su tiempo de manera juiciosa, con la prioridad única de procurar con sus acciones para los ciudadanos el mayor beneficio posible.
@felipecalderon sólo le falta suicidarse…