The US(ers of drugs) show us how can they be so nasty
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Repugnante/desagradable como nosotros
por EDWARD TENNER
Publicado x The New York Times May 26, 2012
Traducido por Rafael Norma Méndez
Plainsboro, N.J.
MPI/Getty Images
La máscara de hierro y el collar utilizado por los dueños de los esclavos
c. 1750.
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Times Topic: United States Elections
Los editores y expertos parecen coincidir en que la elección presidencial del 2012 será una de las luchas por el poder más difíciles recordadas. Incluso la prensa internacional lo ha comentado: en la portada de The Economist” la predicen como un duro juego de pelota, y en abril The Guardian califica a la campaña como "despiadada con puñaladas por la espalda", advirtiendo , "No has visto nada, todavía."
En su lugar, lo que debe explicarse es que tan civiles han sido nuestras contiendas (por el poder) , puesto que como sociedad AMÉRICA siempre ha estado atraída por la crueldad, que puede definirse no solamente como una dura competencia, sino como el despliegue de los métodos desleales, inmorales y de mal gusto ( Y frecuentemente “técnicamente legales” ). La cultura americana mezcla un sentido protestante de la misión y la virtud con un pragmatismo que podía tolerar la esclavitud y la eliminación de “los pieles rojas.”
Difícilmente AMÉRICA inventó la crueldad; piensen en todo eso como Napoleón Bonaparte, pero lo extendió a la gente común y corriente (como usted y yo comprenderemos… nota del traductor) Moralistas, desde Benjamin Franklin hasta Horatio Alger pudieran celebrar el carácter como una trayectoria al éxito, pero el hombre común y corriente piensa diferente. Aventureros, los notorios filibusteros como William Walker, se convirtieron en héroes populares (después de invadir a varios países latinoamericanos: nota del traductor). Después de que un jurado de Nueva Orleans exculpaba a Walker de violar la Ley de Neutralidad de 1818, él comenzó a recaudar fondos para sus nuevas aventuras. A principios del siglo XX la estrella de béisbol Ty Cobb [i]“llegó con fuerza y con sus zapatos con picos” como lo describe su biógrafo Charles C. Alexander y mantuvo vivo el falso rumor de que los había afilado
La guerra de secesión buscó proteger no sólo la forma de vida de los dueños de las tierras, sino también las aspiraciones de los terratenientes del sur a la riqueza de la propiedad de los esclavos, que daba seguimiento a la carrera del populista héroe militar y presidente, Andrew Jackson. y después de la guerra, los barones del latrocinio eran tan admirados como condenados por sus tácticas. Como el historiador de escándalos Matthew Josephson escribió durante la Depresión en su libro "Los Barones Ladrones", las objeciones a la ética de los empresarios después de la Guerra Civil como Jim Fisk y Jay Gould fueron contrarrestadas por la observación de que eran "los hombres inteligentes."
. Los estadounidenses también tenían sentimientos contradictorios acerca de sus héroes tecnológicos y financieros del siglo XX. La Compañía de patentes de Cine de Thomas A. Edison contrataba matones para hacer valer sus reivindicaciones de patente; los cineastas independientes se mudaron a Hollywood en parte para evitarlos. Steve Jobs prestó poca atención a las condiciones de trabajo en las fábricas de sus contratistas chinos. Después de las protestas por las muertes, que se hicieron demasiado grandes para que Apple hiciera caso omiso de ellas; pero incluso entonces, no sólo fue elogiado “el malo Steve” sino que muchos de los manifestantes del movimiento[i] Occupy Walll Street” todavía lo veneran.
Los ataques contra la crueldad pueden en realidad aumentar su atractivo. En la década de 1930, The New Yorker informó que un hombre joven que solicita un trabajo de corretaje declaró que él había leído "Los Barones Ladrones" y quería convertirse en uno de ellos. Cincuenta años más tarde, la película de Oliver Stone "Wall Street", intenta exponer la codicia, que inspiró a una generación de fans de la ficción Gordon Gekko, tal como lo interpreta Michael Douglas. Tal vez fue este glamour oscuro que ayudó a persuadir al presidente Bill Clinton, con el apoyo de su abogado general adjunto (y actual fiscal general), Eric H. Holder, Jr., para indultar a un refugiado de la justicia , Marc Rich.
El Partido Liberal Demócrata, no se queda atrás de sus enemigos republicanos, y tiene una herencia de la crueldad. El “patricio” Franklin D. Roosevelt, tal como algunos de los defensores republicanos de Richard M. Nixon señalaron durante la crisis de Watergate, que había abusado de las facultades tanto del [b]FBI (encabezado por) J. Edgar Hoover y del Servicio de Impuestos Internos. El caído editor del periódico Conservador , Conrad Black, en su biografía de Roosevelt, hasta elogió este aspecto de su carácter ("disimulo", "amor de la intriga"), encontrándolo tan cruel que era capaz de ocultar la magnitud de su crueldad. El señor Black aseguraba públicamente lo que los admiradores liberales de FDR han creído tácitamente: si no hubiera sido tan malo, no habría sido tan bueno.
No es de extrañar, entonces, que el Presidente Obama (con el apoyo de fiscal general Holder) se ha colocado como un enemigo del terrorismo global dispuesto a acercarse, si no es que hasta pasar por encima de la ética, al tomar como blanco, cuando menos a un ciudadano americano, sin juicio [previo] – una "posible violación de juicio político,” de acuerdo con el candidato republicano libertario Ron Paul.
Si el señor Obama tuvo que superar la sospecha de que, al igual que[b] Jimmy Carter, de que no era lo suficientemente despiadado, Mitt Romney tiene un desafío inverso. Su oponente derrotado hoy Newt Gingrich, circuló un video retrata a él ya su empresa Bain Capital como "más despiadada que la de Wall Street" - todo un gesto de crueldad en sí mismo. Romney [i]no puede replegarse en la moderación de nuevo ahora, él tiene que doblar en la destrucción creativa, con el argumento de la misericordia a largo plazo a corto plazo para poner fin a la crueldad de la crisis de déficit.
Política y económicamente, los estadounidenses son muy probable que siga siendo de dos mentes. Incluso después de Watergate y la elección de Jimmy Carter, uno de los más vendidos de la década de 1970 fue Robert J. Ringer "Estoy aquí por el número uno." El que será elegido en noviembre, la atracción y la repulsión de la crueldad a los estadounidenses es poco probable que cambie .
Edward Tenner es el autor de "¿Por qué las cosas muerden de vuelta" y "nuestros propios recursos", que está trabajando en un libro sobre las positivas consecuencias no deseadas