EL banco H$BC, Dema$iado Grande para $er procesado Penalmente
http://~~~~~~~.com/axttb86
http://~~~~~~~.com/axttb86
EDITORIAL de The New York Times
Traducido por Rafael Norma Méndez
Es un día oscuro para el cumplimiento de la ley. Las autoridades federales y estatales han escogido no procesar a HSBC, el banco con sede en Londres, que está acusado de lavadoenorme y prolongado de dinero, por temor a que el enjuiciamiento penal derribe al banco y que en el proceso penal del mismo, se ponga en peligro al sistema financiero. Tampoco han enjuiciado a ningún banquero prominente por el caso de HSBC, a pesar de que perturba la mente que un banco pudiera lavar dinero como HSBC lo ha hecho, sin que nadie en una posición de autoridad tomara decisiones al respecto.
Claramente el gobierno de los Estados Unidos de Amnesia ha adquirido la noción de que alguien que sea demasiado importante para ser enjuiciado, es demasiado grande para ser encarcelado. Cuando los fiscales deciden no enjuiciar con todo el rigor de la ley en un caso tan flagrante como éste, la ley misma se ve disminuida. La disuasión que viene de la amenaza de enjuiciamiento criminal se debilita, si no es que se pierde.
En el caso de HSBC, puede que los fiscales quieran que el público se enfoque en el convenio de U. S: Cy $ 1,920 millones, que incluye el decomiso de U. S. Cy. $1,260 millones y demás penas, asi como en el requerimiento de que mejore sus controles internos y se someta a la supervisión de una revisión externa durante los próximos cinco años. Pero aún en estos convenios financieros enormes, que son pequeños en comparación con el tamaño de los principales bancos internacionales. Y lo que es más importante , es que una vez que las sanciones criminales no son consideradas, las multas y decomisos se vuelven tan sólo otro de los costos de hacer negocios, un factor de riesgo por tomar en cuenta en el camino de los beneficios, [que esto representa.]
No hay duda de que el delito en HSBC ha sido generalizado y serio. Varios bancos extranjeros han sido multados en años recientes por burlarse de las sanciones de los Estados Unidos de Amnesia en contra de la transferencia de dinero a través de subsidiarias estadounidenses een nombre de clientes en países como Irán, Sudán y Cuba. Las acciones de HSBC fueron aún más atroces. Según varios funcionarios policiales con conocimientos de la investigación, los fiscales descubrieron que, durante años, HSBC había trasladado también el dinero sucio de los cárteles mexicanos de la droga y que los bancos saudíes tienen vínculos con grupos terroristas.
Estos hallazgos hacen eco de un informe del Congreso, emitido en julio, que dijo que entre 2001 y 2010, el banco HSBC ha expuesto “al sistema financiero estadounidense al lavado de dinero y a los riesgos de financiamiento terrorista.” Los fiscales y los investigadores del congreso también estaban alarmados por los indicios de que los principales funcionarios de HSBC pudiera estar involucrados en la actividad ilegal y que el banco no haya endurecido sus laxos controles en contra del lavado de dinero aún después de repetidas exhortaciones de funcionarios federales.
Sin embargo, los funcionarios gubernamentales argumentarán que es contraproducente imponer castigos tan severos como para destruir a un banco en el proceso. Pero aun cuando esto pudiera ser cierto, los bancos que operan en el centro de la economía global no pueden hacerse responsables totalmente , la solución sería reducir su tamaño y restringir sus actividades, sin escudarlso a ellos y a sus funcionarios del enjuiciamiento por sus actividades ilegales.
Too Big to Indict
Published: December 11, 2012 5 Comments
GOOGLE+
SAVE
SHARE
REPRINTS
It is a dark day for the rule of law. Federal and state authorities have chosen not to indict HSBC, the London-based bank, on charges of vast and prolonged money laundering, for fear that criminal prosecution would topple the bank and, in the process, endanger the financial system. They also have not charged any top HSBC banker in the case, though it boggles the mind that a bank could launder money as HSBC did without anyone in a position of authority making culpable decisions.
Related
DealBook: HSBC to Pay $1.92 Billion to Settle Money Laundering Charges (December 11, 2012)
Connect With Us on Twitter
For Op-Ed, follow @nytopinion and to hear from the editorial page editor, Andrew Rosenthal, follow @andyrNYT.
Readers’ Comments
Share your thoughts.
Post a Comment »
Read All Comments (5) »
Clearly, the government has bought into the notion that too big to fail is too big to jail. When prosecutors choose not to prosecute to the full extent of the law in a case as egregious as this, the law itself is diminished. The deterrence that comes from the threat of criminal prosecution is weakened, if not lost.
In the HSBC case, prosecutors may want the public to focus on the $1.92 billion settlement, which includes forfeiture of $1.26 billion and other penalties, as well as requirements to improve its internal controls and submit to the oversight of an outside monitor for the next five years. But even large financial settlements are small compared with the size of international major banks. More important, once criminal sanctions are considered off limits, penalties and forfeitures become just another cost of doing business, a risk factor to consider on the road to profits.
There is no doubt that the wrongdoing at HSBC was serious and pervasive. Several foreign banks have been fined in recent years for flouting United States sanctions against transferring money through American subsidiaries on behalf of clients in countries like Iran, Sudan and Cuba. HSBC’s actions were even more egregious. According to several law enforcement officials with knowledge of the inquiry, prosecutors found that, for years, HSBC had also moved tainted money from Mexican drug cartels and Saudi banks with ties to terrorist groups.
Those findings echo those of a Congressional report, issued in July, which said that between 2001 and 2010, HSBC exposed the American “financial system to money laundering and terrorist financing risks.” Prosecutors and Congressional investigators were also alarmed by indications that senior HSBC officials might have been complicit in the illegal activity and that the bank did not tighten its lax controls against money laundering even after repeated urgings from federal officials.
Yet government officials will argue that it is counterproductive to levy punishment so severe that a bank could be destroyed in the process. That may be true as far as it goes. But if banks operating at the center of the global economy cannot be held fully accountable, the solution is to reduce their size by breaking them up and restricting their activities — not shield them and their leaders from prosecution for illegal activities.
http://www.nytimes.com/2012/12/12/op...t.html?hp&_r=0