Raúl Castro ante el “sálvese quien pueda” de los cubanos
Internacional • 9 Julio 2013 - 9:18pm — Manuel Juan Somoza
El gobernante advierte: el deterioro de los valores morales y cívicos han descompuesto a la sociedad cubana.
Foto: DESMOND BOYLAN/Reuters
“Una parte de la sociedad ha pasado a ver normal el robo al Estado”, denunció el líder socialista.
La Habana • Una indiferencia palpable, tanto a los llamados del gobierno como de la oposición, en contraste con la mayoritaria entrega social a la revolución tras su triunfo en 1959, parece ser el mayor obstáculo a los cambios que promueve el presiente Raúl Castro, quien acaba de abordar algunas de las caras de esa especie de ‘sálvese el que pueda’ que anida en Cuba.
“Hemos percibido con dolor, a lo largo de los más de 20 años de periodo especial (como se denomina oficialmente la crisis que padece el país desde la desaparición de su aliado soviético), el acrecentado deterioro de valores morales y cívicos, como la honestidad, la decencia, la vergüenza, el decoro, la honradez y la sensibilidad ante los problemas de los demás”, dijo el mandatario el domingo pasado en un discurso a la nación.
Castro habló ante la Asamblea Nacional, que hizo un balance macroeconómico positivo de los cambios que impulsa para que el socialismo cubano trascienda a sus fundadores —la edad promedio de sus líderes es de 80 años—, y donde reveló el resultado de un estudio oficial de los males sociales que afectan al país, consciente, afirmó, del uso que le daría “la gran prensa internacional, especializada en denigrar a Cuba”.
La investigación concluyó que “una parte de la sociedad ha pasado a ver normal el robo al Estado”, dueño casi absoluto de la economía nacional hasta que a partir de 2008 el gobernante comenzó a sistematizar el desarrollo de cooperativas y miniempresas privadas. Y apuntó además prácticas que no eran habituales en la isla como “hacer necesidades fisiológicas en calles y parques”.
“Todo esto sucede ante nuestras narices, sin concitar la repulsa y el enfrentamiento ciudadanos”, proclamó Castro, al tiempo que sociólogos consultados por MILENIO coincidieron en apuntar que tales fenómenos “comenzaron a aflorar desde antes del inicio de la crisis de los años noventa, cuando Fidel Castro lanzó una campaña nacional para la llamada Rectificación de errores y tendencias negativas, que se desarrollaban en un país desgastado por décadas de ineficiencia económica”.
“Desde entonces comenzó a generalizarse la práctica de no buscarse problemas, o de no coger lucha, como se dice popularmente”, puntualizaron los mismos especialistas, tratando de profundizar en las causas de un fenómeno tan sui géneris como el mismo proceso de implantación del socialismo en Cuba, a partir de las experiencias estatistas de la Unión Soviética.
“Para mí, el problema más grande que enfrentan los cambios de Raúl no son económicos, y mire que para transformar la economía después de tantos años de desidia e inmovilismo hay que hacer un esfuerzo titánico. Lo más importante, lo que llevará mucho tiempo y varias generaciones, es sobrepasar la descomposición de la sociedad porque, por ejemplo, cómo hacer sostenible cualquier cambio económico si el robo, desde la base, es algo que se considera normal, porque el salario honrado que gana la mayoría de la gente apenas alcanza para subsistir”, declaró Migdalia Echeverría, de 59 años, editora de un centro cultural de La Habana, resumiendo una percepción generalizada en sectores intelectuales del país.
En tanto, el presidente Castro reconoció que el tema de los males sociales “no resulta agradable para nadie” y dijo atenerse “al convencimiento de que el primer paso para superar un problema de manera efectiva es reconocer su existencia en toda la dimensión y hurgar en las causas y condiciones que han propiciado este fenómeno a lo largo de muchos años”.
El inventario de problemas expuestos abarcó desde el incumplimiento de horarios laborales en empresas estatales —mayoritarias en el país— y la aceptación de sobornos para casi cualquier gestión pública, hasta “el asedio” a turistas extranjeros en busca de moneda fuerte.
“¡Basta ya del miedo a buscarse problemas!”, enfatizó el gobernante, mientras cubanos de a pie consideraron sus planteamientos como “el reconocimiento oficial y público de cómo vivimos en este país desde hace demasiado tiempo”.
------
Sí países bien comidos, bien vestidos y bien educados ( coloquialmente hablando)
tienen graves problemas de comportamiento de sus habitantes, como quieren que en Cuba con tantas necesidades y escasez de todo sean honrados y bien portados ?
Se tardaron más de la cuenta de ver la triste situación de la isla.
A esto lleva el socialismo mal entendido y desfasado.
Saludos.
Internacional • 9 Julio 2013 - 9:18pm — Manuel Juan Somoza
El gobernante advierte: el deterioro de los valores morales y cívicos han descompuesto a la sociedad cubana.
Foto: DESMOND BOYLAN/Reuters
“Una parte de la sociedad ha pasado a ver normal el robo al Estado”, denunció el líder socialista.
La Habana • Una indiferencia palpable, tanto a los llamados del gobierno como de la oposición, en contraste con la mayoritaria entrega social a la revolución tras su triunfo en 1959, parece ser el mayor obstáculo a los cambios que promueve el presiente Raúl Castro, quien acaba de abordar algunas de las caras de esa especie de ‘sálvese el que pueda’ que anida en Cuba.
“Hemos percibido con dolor, a lo largo de los más de 20 años de periodo especial (como se denomina oficialmente la crisis que padece el país desde la desaparición de su aliado soviético), el acrecentado deterioro de valores morales y cívicos, como la honestidad, la decencia, la vergüenza, el decoro, la honradez y la sensibilidad ante los problemas de los demás”, dijo el mandatario el domingo pasado en un discurso a la nación.
Castro habló ante la Asamblea Nacional, que hizo un balance macroeconómico positivo de los cambios que impulsa para que el socialismo cubano trascienda a sus fundadores —la edad promedio de sus líderes es de 80 años—, y donde reveló el resultado de un estudio oficial de los males sociales que afectan al país, consciente, afirmó, del uso que le daría “la gran prensa internacional, especializada en denigrar a Cuba”.
La investigación concluyó que “una parte de la sociedad ha pasado a ver normal el robo al Estado”, dueño casi absoluto de la economía nacional hasta que a partir de 2008 el gobernante comenzó a sistematizar el desarrollo de cooperativas y miniempresas privadas. Y apuntó además prácticas que no eran habituales en la isla como “hacer necesidades fisiológicas en calles y parques”.
“Todo esto sucede ante nuestras narices, sin concitar la repulsa y el enfrentamiento ciudadanos”, proclamó Castro, al tiempo que sociólogos consultados por MILENIO coincidieron en apuntar que tales fenómenos “comenzaron a aflorar desde antes del inicio de la crisis de los años noventa, cuando Fidel Castro lanzó una campaña nacional para la llamada Rectificación de errores y tendencias negativas, que se desarrollaban en un país desgastado por décadas de ineficiencia económica”.
“Desde entonces comenzó a generalizarse la práctica de no buscarse problemas, o de no coger lucha, como se dice popularmente”, puntualizaron los mismos especialistas, tratando de profundizar en las causas de un fenómeno tan sui géneris como el mismo proceso de implantación del socialismo en Cuba, a partir de las experiencias estatistas de la Unión Soviética.
“Para mí, el problema más grande que enfrentan los cambios de Raúl no son económicos, y mire que para transformar la economía después de tantos años de desidia e inmovilismo hay que hacer un esfuerzo titánico. Lo más importante, lo que llevará mucho tiempo y varias generaciones, es sobrepasar la descomposición de la sociedad porque, por ejemplo, cómo hacer sostenible cualquier cambio económico si el robo, desde la base, es algo que se considera normal, porque el salario honrado que gana la mayoría de la gente apenas alcanza para subsistir”, declaró Migdalia Echeverría, de 59 años, editora de un centro cultural de La Habana, resumiendo una percepción generalizada en sectores intelectuales del país.
En tanto, el presidente Castro reconoció que el tema de los males sociales “no resulta agradable para nadie” y dijo atenerse “al convencimiento de que el primer paso para superar un problema de manera efectiva es reconocer su existencia en toda la dimensión y hurgar en las causas y condiciones que han propiciado este fenómeno a lo largo de muchos años”.
El inventario de problemas expuestos abarcó desde el incumplimiento de horarios laborales en empresas estatales —mayoritarias en el país— y la aceptación de sobornos para casi cualquier gestión pública, hasta “el asedio” a turistas extranjeros en busca de moneda fuerte.
“¡Basta ya del miedo a buscarse problemas!”, enfatizó el gobernante, mientras cubanos de a pie consideraron sus planteamientos como “el reconocimiento oficial y público de cómo vivimos en este país desde hace demasiado tiempo”.
------
Sí países bien comidos, bien vestidos y bien educados ( coloquialmente hablando)
tienen graves problemas de comportamiento de sus habitantes, como quieren que en Cuba con tantas necesidades y escasez de todo sean honrados y bien portados ?
Se tardaron más de la cuenta de ver la triste situación de la isla.
A esto lleva el socialismo mal entendido y desfasado.
Saludos.
Comment