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#A_Confesión_de_Parte, #Relevo_de_Pruebas
#A_Confesión_de_Parte, #Relevo_de_Pruebas
Manuel J. Jáuregui
(23 octubre 2013).- Hay una máxima del derecho que dice así: "A confesión de parte, relevo de pruebas".
Es decir, si alguien admite haber cometido un acto, no se requiere que éste sea comprobado.
En este sentido, resulta inexplicable la reacción del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en relación a la revelación de que la Agencia Nacional de Seguridad norteamericana (NSA por sus siglas en inglés) intervino los correos electrónicos del ex Presidente Calderón, así como del candidato Peña Nieto.
Osorio Chong, con aire de decidido, afirmó que el Cisen y la Policía Federal (PF) investigarían las alegaciones para determinar si eran o no ciertas, y luego proceder con energía.
Estados Unidos ya aceptó que realizó espionaje (y no sólo con nosotros, sino con Brasil, Francia y muchos otros países).
La boba excusa que esgrimió la Casa Blanca para justificar este espionaje, cuando se le cuestionó sobre tan poco amistosa práctica, fue la de que "todo mundo lo hace".
Lo cual recuerda otra máxima: "Mal de muchos, consuelo de tontos".
Al no concordar la reacción del Gobierno mexicano con los hechos, sólo a una conclusión es posible arribar: Como se ha vuelto costumbre con nuestros políticos, se recurre a la vieja táctica de "hacer como que hacen", claro, en tono de mucha indignación, para dejar que pase el tiempo y que el tema se olvide y quede enterrado como mil otros que surgen en nuestra vida nacional.
Dilma Rousseff, la Presidenta de Brasil, le canceló a Obama una visita de Estado, mostrando con HECHOS el repudio a que la privacidad de la institución presidencial haya sido violada por un Gobierno extranjero.
¿Y nosotros qué hemos hecho?
El Canciller Pepe Meade dijo que ha externado -a petición del Presidente Peña- "la más enérgica protesta".
Ello, mientras -suponemos- Osorio Chong investiga con su Cisen y PF para ver si "son ciertas".
Fuera este asunto del espionaje la ÚNICA violación a nuestra soberanía del Gobierno del basquetbolista Obama, a lo mejor pudiera dejarse pasar.
Mas no, hagan memoria amigos, ésta resulta ser una MÁS en una larga cadena de atropellos que hemos sufrido como nación y que se toleran y dejan pasar con olímpico desdén.
¿Se acuerdan de "Rápido y Furioso"?
Operación de los norteamericanos para dejar pasar armas a México, mismas que fueron compradas por organizaciones criminales mexicanas impunemente ante la premeditada inacción de los estadounidenses y han sido utilizadas para aterrorizar a la sociedad mexicana... y hasta para matar a un agente de Estados Unidos.
¿Como nación qué hicimos al respecto?
Y qué hicimos cuando dos jóvenes fueron baleados supuestamente en territorio norteamericano por agentes fronterizos desde el lado norteamericano.
Quesque porque les estaban tirando piedras a agentes que fueron absueltos de manera "fast track".
¿Acaso realizamos alguna protesta significativa?
Y qué nos cuentan de la revelación de que aviones robot norteamericanos (drones) vuelan indetectables dentro de nuestro territorio con equipo tan sofisticado que pueden leer una placa de coche, de noche, a 15 kilómetros de distancia y escuchar cuanta conversación telefónica les venga en gana.
¿De esta manera defendemos nuestra soberanía y los derechos de los ciudadanos mexicanos?
Cierto que debe haber una buena relación y cooperación entre Estados Unidos y México, nadie aboga porque les declaremos la guerra y evocando a Pancho Villa invadamos el territorio norteamericano.
De lo que hablamos es de poner a salvo la DIGNIDAD de México, obligar a nuestros "socios" a que nos RESPETEN, a que nos den trato de iguales, no de siervos inferiores a quienes pueden tratar a puntapiés cada vez que les venga en gana.
Es responsabilidad del Gobierno mexicano defender el orgullo y la dignidad nacional, sin la cual no puede haber en nuestro País unidad, solidaridad y un espíritu patrio a prueba de todo.
Ello de manera institucional y sin importar quién sufrió peor agravio: Peña o Calderón.
En este sentido tanto el Canciller Meade como el Secretario de Gobernación Osorio, ya no se diga el Presidente mismo, se han mostrado bastante tibios, ello en demérito de las instituciones que representan y de la credibilidad global de nuestro País, siempre bajo la sombra de Estados Unidos.
Manuel J. Jáuregui
(23 octubre 2013).- Hay una máxima del derecho que dice así: "A confesión de parte, relevo de pruebas".
Es decir, si alguien admite haber cometido un acto, no se requiere que éste sea comprobado.
En este sentido, resulta inexplicable la reacción del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en relación a la revelación de que la Agencia Nacional de Seguridad norteamericana (NSA por sus siglas en inglés) intervino los correos electrónicos del ex Presidente Calderón, así como del candidato Peña Nieto.
Osorio Chong, con aire de decidido, afirmó que el Cisen y la Policía Federal (PF) investigarían las alegaciones para determinar si eran o no ciertas, y luego proceder con energía.
Estados Unidos ya aceptó que realizó espionaje (y no sólo con nosotros, sino con Brasil, Francia y muchos otros países).
La boba excusa que esgrimió la Casa Blanca para justificar este espionaje, cuando se le cuestionó sobre tan poco amistosa práctica, fue la de que "todo mundo lo hace".
Lo cual recuerda otra máxima: "Mal de muchos, consuelo de tontos".
Al no concordar la reacción del Gobierno mexicano con los hechos, sólo a una conclusión es posible arribar: Como se ha vuelto costumbre con nuestros políticos, se recurre a la vieja táctica de "hacer como que hacen", claro, en tono de mucha indignación, para dejar que pase el tiempo y que el tema se olvide y quede enterrado como mil otros que surgen en nuestra vida nacional.
Dilma Rousseff, la Presidenta de Brasil, le canceló a Obama una visita de Estado, mostrando con HECHOS el repudio a que la privacidad de la institución presidencial haya sido violada por un Gobierno extranjero.
¿Y nosotros qué hemos hecho?
El Canciller Pepe Meade dijo que ha externado -a petición del Presidente Peña- "la más enérgica protesta".
Ello, mientras -suponemos- Osorio Chong investiga con su Cisen y PF para ver si "son ciertas".
Fuera este asunto del espionaje la ÚNICA violación a nuestra soberanía del Gobierno del basquetbolista Obama, a lo mejor pudiera dejarse pasar.
Mas no, hagan memoria amigos, ésta resulta ser una MÁS en una larga cadena de atropellos que hemos sufrido como nación y que se toleran y dejan pasar con olímpico desdén.
¿Se acuerdan de "Rápido y Furioso"?
Operación de los norteamericanos para dejar pasar armas a México, mismas que fueron compradas por organizaciones criminales mexicanas impunemente ante la premeditada inacción de los estadounidenses y han sido utilizadas para aterrorizar a la sociedad mexicana... y hasta para matar a un agente de Estados Unidos.
¿Como nación qué hicimos al respecto?
Y qué hicimos cuando dos jóvenes fueron baleados supuestamente en territorio norteamericano por agentes fronterizos desde el lado norteamericano.
Quesque porque les estaban tirando piedras a agentes que fueron absueltos de manera "fast track".
¿Acaso realizamos alguna protesta significativa?
Y qué nos cuentan de la revelación de que aviones robot norteamericanos (drones) vuelan indetectables dentro de nuestro territorio con equipo tan sofisticado que pueden leer una placa de coche, de noche, a 15 kilómetros de distancia y escuchar cuanta conversación telefónica les venga en gana.
¿De esta manera defendemos nuestra soberanía y los derechos de los ciudadanos mexicanos?
Cierto que debe haber una buena relación y cooperación entre Estados Unidos y México, nadie aboga porque les declaremos la guerra y evocando a Pancho Villa invadamos el territorio norteamericano.
De lo que hablamos es de poner a salvo la DIGNIDAD de México, obligar a nuestros "socios" a que nos RESPETEN, a que nos den trato de iguales, no de siervos inferiores a quienes pueden tratar a puntapiés cada vez que les venga en gana.
Es responsabilidad del Gobierno mexicano defender el orgullo y la dignidad nacional, sin la cual no puede haber en nuestro País unidad, solidaridad y un espíritu patrio a prueba de todo.
Ello de manera institucional y sin importar quién sufrió peor agravio: Peña o Calderón.
En este sentido tanto el Canciller Meade como el Secretario de Gobernación Osorio, ya no se diga el Presidente mismo, se han mostrado bastante tibios, ello en demérito de las instituciones que representan y de la credibilidad global de nuestro País, siempre bajo la sombra de Estados Unidos.