Facción de la Negación
Por PAUL KRUGMAN
Publicado por The New York Times el 2 de mayo de 2008
Traducido por Rafael Norma Méndez
Durante la aparición dominguera de Barack Obama en Fox News, el entrevistador le pidió un ejemplo de ”un tema caliente en el cual estuviera dispuesto a esforzar la línea demócrata” y decir que los republicanos tuvieran una mejor idea.

Paul Krugman
La respuesta del Sr. Obama fue incomprensible debido a que dio crédito donde no se debe, y por lo tanto, socava lo que podría ser un argumento Demócrata muy efectivo.
En particular, el Sr. Obama les atribuyó a los Republicanos la idea de que la reglamentación puede ser flexible en vez de ser un asunto “ de mando y control desde arriba hasta abajo,” y en la idea en particular de controlar la contaminación atmosférica con un sistema de permisos negociables de emisiones en lugar de reglamentaciones rígidas.
Bueno, eso no es para nada lo que realmente sucedió, y la historia de que verdaderamente pasó tiene mucha relevancia para los eventos vigentes.
Es cierto que el primer presidente Bush estableció un sistema basado en el comercio para controlar las emisiones de SO2, las cuales han sido muy exitosas para controlar la lluvia ácida”. Pero entonces la idea de los mercados en los permisos para la emisión han sido aceptados por los economistas de todas las raleas.
Y también han sido aceptados por los líderes demócratas. La Agencia de Protección al Ambiente ( EPA pos sus siglas en Ingles) empezó a permitir que las ciudades cumplieran con patrones de calidad del aire, usando sistemas de comercialización de emisiones durante la Administración del Presidente Carter, que también condujo al camino de la des reglamentación de las líneas aéres y del transporte de carga.
Es más, el esqueña del SO2 realmente marcó un agudo cambio en politica desde la administración Reagan, la cual, comprometida con la creencia de que el gobierno siempre el problema, y nunca la solución, ocupó ocho años oponiéndose a cualquier esfuerzo por controlar “la lluvia ácida.”.
En lugar de admitir que la contaminación atmosférica es un problema que el gobierno tiene que resolver, aún cuando als consecuencias de la lluvia ácida se vuelvan cada vez más alarmantes, sin mencionar que el fracaso de AMÉRICA en actuar, provocó casi una crisis en las relaciones con Canadá, que estaba sufriendo los efectos del SO2 generado por los Estados Unidos de América; los partidarios de Reagan insistieron en que no había problema alguno. Ellos negaron al evidencia, cuestionaron a la ciencia, convocaron a más investigaciones , pero no hicieron absolutamente nada. ¿Ya lo habían escuchado antes, verdad?
Y que seguramente, es la línea Demócrata la que debería estar presionando en esta elección: Los Republicanos se han convertido en la facción de la negación. Si un problema no puede resolverse con la desreglamentación y los recortes impositivos, ellos aparentan que no existe el problema
El cambio climático es el paralelismo contemporáneo obvio con la lluvia ácida. Pero si los Demócratas realmente quieren capturar la etiqueta de negación de John McCain, el cuidado de la salud es el lugar donde deben enfocarse.
La situación del cuidado de la salud, en caso de que usted no se haya dado cuenta, va de mal en peor. Muchas compañias pequeñas dejaron de ofrecer los beneficios entre el 2000 y el 2005. En el pasado, la cobertura de la salud había tendido a mejorar cuando la economía se recuperaba de la recesión; pero [ El crecimiento económico con Bush trajo cuando mucho una estabilización temporal.
Y ahora que la economía se está debilitando de nuevo, otro naufragio está a la vista: la semana pasada UnitedHealth advirtió a sus inversionistas que su negocio se las está viendo negras debido a que cada vez menos patrones están ofreciendo una cobertura [de salud] para sus trabajadores.
Los Demócratas han estado ofreciendo planes reales en respuesta; no son perfectos, pero son serios.
El Grande y Viejo Partido Republicano, por contraste, y esto incluye tanto a McCain como a la administración Bush; jamás a tratado siquiera de preocuparse sobre la cobertura en la salud. En lugar de eso, todo tiene que ver con costos, los que, según insisten los Republicanos (equivocadamente), pueden ser reduicidos dramáticamente por una política de , tu lo adivinaste, desreglamentación y recortes impositivos.
Hasta hace unos cuantos días, la única respuesta que la campaña de McCain ofrecía a aquellos rpeocupados por la carencia de cobertura para la saludera la vaga y poco plausible aseveración de que la magía del mercado haría tan barato el cuidado de la salud, que cualquiera podría pagarlo.
Ahora Mr. McCain ha admitido que quizás se requiera un programa de gobierno para aquellos que no puedan obtener un seguro privado. Esto aprece ser una respuesta a la crítica de Elizabeth Edwards, quien ha estado señalando que los aseguradores des reglamentados negarían la cobertura a cualquier con digamos, una historia de cáncer; una categoría que incluye tanto a ella como al mismísimo Sr. McCain. Peor por cierto, la Edwards ha matraqueado que la campaña de Mr. McCain es la evidencia de qué tan vulnerable es él sobre este tema.
El punto es que el tema del cuidado de la salud debería ser prioridad para una campaña Demócrata basada en el argumento de que ellos son el partido de las soluciones pragmáticas, mientras que los “modernos” Republicanos ni siquiera reconocen los problemas que no encajen dentro de su rígido marco ideológico.
¿Pero estarán preparados los demócratas para hacer esto?
A decir verdad, ambos candidatos Demócratas han estado diciendo cosas que no deberían; Hillary Clinton no debía haber endosado la mala idea de una vacación impositiva por gases [emitidos].
Pero creo que el Sr. Obama esta haciendo mucho más daño a la causa Demócrata al hacer eco de las líneas de ataque republicanas sobre temas tales como la Seguridad Social y los mandatos de seguro. Y ahora está demostrando estar contra el partido, al darles crédito por las buenas ideas que los Republicanos jamás tuvieron.
http://www.nytimes.com/2008/05/02/op...rugman.html?hp
Por PAUL KRUGMAN
Publicado por The New York Times el 2 de mayo de 2008
Traducido por Rafael Norma Méndez
Durante la aparición dominguera de Barack Obama en Fox News, el entrevistador le pidió un ejemplo de ”un tema caliente en el cual estuviera dispuesto a esforzar la línea demócrata” y decir que los republicanos tuvieran una mejor idea.

Paul Krugman
La respuesta del Sr. Obama fue incomprensible debido a que dio crédito donde no se debe, y por lo tanto, socava lo que podría ser un argumento Demócrata muy efectivo.
En particular, el Sr. Obama les atribuyó a los Republicanos la idea de que la reglamentación puede ser flexible en vez de ser un asunto “ de mando y control desde arriba hasta abajo,” y en la idea en particular de controlar la contaminación atmosférica con un sistema de permisos negociables de emisiones en lugar de reglamentaciones rígidas.
Bueno, eso no es para nada lo que realmente sucedió, y la historia de que verdaderamente pasó tiene mucha relevancia para los eventos vigentes.
Es cierto que el primer presidente Bush estableció un sistema basado en el comercio para controlar las emisiones de SO2, las cuales han sido muy exitosas para controlar la lluvia ácida”. Pero entonces la idea de los mercados en los permisos para la emisión han sido aceptados por los economistas de todas las raleas.
Y también han sido aceptados por los líderes demócratas. La Agencia de Protección al Ambiente ( EPA pos sus siglas en Ingles) empezó a permitir que las ciudades cumplieran con patrones de calidad del aire, usando sistemas de comercialización de emisiones durante la Administración del Presidente Carter, que también condujo al camino de la des reglamentación de las líneas aéres y del transporte de carga.
Es más, el esqueña del SO2 realmente marcó un agudo cambio en politica desde la administración Reagan, la cual, comprometida con la creencia de que el gobierno siempre el problema, y nunca la solución, ocupó ocho años oponiéndose a cualquier esfuerzo por controlar “la lluvia ácida.”.
En lugar de admitir que la contaminación atmosférica es un problema que el gobierno tiene que resolver, aún cuando als consecuencias de la lluvia ácida se vuelvan cada vez más alarmantes, sin mencionar que el fracaso de AMÉRICA en actuar, provocó casi una crisis en las relaciones con Canadá, que estaba sufriendo los efectos del SO2 generado por los Estados Unidos de América; los partidarios de Reagan insistieron en que no había problema alguno. Ellos negaron al evidencia, cuestionaron a la ciencia, convocaron a más investigaciones , pero no hicieron absolutamente nada. ¿Ya lo habían escuchado antes, verdad?
Y que seguramente, es la línea Demócrata la que debería estar presionando en esta elección: Los Republicanos se han convertido en la facción de la negación. Si un problema no puede resolverse con la desreglamentación y los recortes impositivos, ellos aparentan que no existe el problema
El cambio climático es el paralelismo contemporáneo obvio con la lluvia ácida. Pero si los Demócratas realmente quieren capturar la etiqueta de negación de John McCain, el cuidado de la salud es el lugar donde deben enfocarse.
La situación del cuidado de la salud, en caso de que usted no se haya dado cuenta, va de mal en peor. Muchas compañias pequeñas dejaron de ofrecer los beneficios entre el 2000 y el 2005. En el pasado, la cobertura de la salud había tendido a mejorar cuando la economía se recuperaba de la recesión; pero [ El crecimiento económico con Bush trajo cuando mucho una estabilización temporal.
Y ahora que la economía se está debilitando de nuevo, otro naufragio está a la vista: la semana pasada UnitedHealth advirtió a sus inversionistas que su negocio se las está viendo negras debido a que cada vez menos patrones están ofreciendo una cobertura [de salud] para sus trabajadores.
Los Demócratas han estado ofreciendo planes reales en respuesta; no son perfectos, pero son serios.
El Grande y Viejo Partido Republicano, por contraste, y esto incluye tanto a McCain como a la administración Bush; jamás a tratado siquiera de preocuparse sobre la cobertura en la salud. En lugar de eso, todo tiene que ver con costos, los que, según insisten los Republicanos (equivocadamente), pueden ser reduicidos dramáticamente por una política de , tu lo adivinaste, desreglamentación y recortes impositivos.
Hasta hace unos cuantos días, la única respuesta que la campaña de McCain ofrecía a aquellos rpeocupados por la carencia de cobertura para la saludera la vaga y poco plausible aseveración de que la magía del mercado haría tan barato el cuidado de la salud, que cualquiera podría pagarlo.
Ahora Mr. McCain ha admitido que quizás se requiera un programa de gobierno para aquellos que no puedan obtener un seguro privado. Esto aprece ser una respuesta a la crítica de Elizabeth Edwards, quien ha estado señalando que los aseguradores des reglamentados negarían la cobertura a cualquier con digamos, una historia de cáncer; una categoría que incluye tanto a ella como al mismísimo Sr. McCain. Peor por cierto, la Edwards ha matraqueado que la campaña de Mr. McCain es la evidencia de qué tan vulnerable es él sobre este tema.
El punto es que el tema del cuidado de la salud debería ser prioridad para una campaña Demócrata basada en el argumento de que ellos son el partido de las soluciones pragmáticas, mientras que los “modernos” Republicanos ni siquiera reconocen los problemas que no encajen dentro de su rígido marco ideológico.
¿Pero estarán preparados los demócratas para hacer esto?
A decir verdad, ambos candidatos Demócratas han estado diciendo cosas que no deberían; Hillary Clinton no debía haber endosado la mala idea de una vacación impositiva por gases [emitidos].
Pero creo que el Sr. Obama esta haciendo mucho más daño a la causa Demócrata al hacer eco de las líneas de ataque republicanas sobre temas tales como la Seguridad Social y los mandatos de seguro. Y ahora está demostrando estar contra el partido, al darles crédito por las buenas ideas que los Republicanos jamás tuvieron.
http://www.nytimes.com/2008/05/02/op...rugman.html?hp
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