Imponen juniors su ley en el Centro
Víctor Juárez
Cd. de México (04 marzo 2016).-
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Liberan a medias calles del Centro
Aunque no hay franeleros operando en el...
En un tramo de la calle Isabel la Católica, en el Centro Histórico, los juniors y sus escoltas imponen su ley.
Cada fin de semana, por las noches, la cuadra donde se ubican el Casino Español y el Hotel Downtown es usada por los dueños de autos de lujo como estacionamiento público pese a los señalamientos que lo prohíben.
Ahí, en poco más de 100 metros entre Madero y 16 de Septiembre, a dos cuadras de la sede del Gobierno capitalino, REFORMA detectó, en tres diferentes días, que decenas de asistentes a los exclusivos salones y restaurantes de la zona dejan sus vehículos y los de sus elementos de seguridad sobre la vía pública.
Desde 2013, por disposición oficial, está prohibido estacionarse en cualquier calle del primer cuadro de la Ciudad. Hacerlo amerita una multa de 2 mil 285 pesos.
A pesar de eso, los policías que patrullan la zona no hacen nada al respecto.
Además del Casino, en el Downtown hay restaurantes, boutiques y bares, como Pineda Covalín, Azul Histórico y Padrinos, que registran gran afluencia viernes y sábados.
Durante recorridos realizados el 19, 20 y 27 de febrero se observó que ambas aceras son invadidas desde las 21:00 horas. A bordo de muchos de los vehículos permanecen hasta tres escoltas durante varias horas.
El sábado 20, por ejemplo, se contaron 38 autos Suburban, Chevrolet Express, BMW, Lincoln y Porsche, entre otros, ocupando ilegalmente la vialidad.
Seis franeleros cuidan los coches de quienes no llevan escolta. Lo hacen por cuotas que van de 40 a 70 pesos.
Esto, pese a que los establecimientos ofrecen valet parking por 28 pesos la hora y en calles aledañas hay estacionamientos con cuotas de 50 pesos.
Con la anuencia de la autoridad policiaca del Sector Centro, a cargo del inspector Rodrigo Romero González, los vehículos se concentran en el bloque comprendido entre la avenida peatonal Francisco I. Madero y 16 de Septiembre
El Hotel Downtown, inaugurado en 2012 en el antiguo Palacio de los Condes de Miravalle, alberga restaurantes, bares y boutiques de diseñador, los cuales tienen alta afluencia sobre todo en fines de semana.
Frente a sus puertas, que datan del siglo 17, se puede observar cómo empiezan a estacionarse los autos al caer la noche, dejando sólo unos metros libres para permitir a choferes, guaruras y taxistas realizar maniobras de ascenso y descenso.
La fila de coches estacionados se extiende desde el camellón que divide el flujo hacia 16 de Septiembre hasta el cruce peatonal de Madero, lo que forma un embudo vial que genera tráfico a lo largo de poco más de una cuadra.
Mientras tanto, ya sea que aguarden al interior de los vehículos o en la acera, es común observar a guardaespaldas que socializan entre sí o con los franeleros.
La presencia policial, en cambio, se mantiene al margen, pues los rondines que realizan las patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública, aunque sean a baja velocidad debido al tráfico, no derivan en ningún tipo de amonestación.
Hasta seis franeleros se distribuyen a lo largo de los 130 metros de esta vialidad y, desde el cruce con la Avenida 16 de Septiembre, indican a los automovilistas el espacio que pueden ocupar a cambio de pagar una cuota que oscila entre 40 y 70 pesos por toda la noche.
"Aquí estamos todos los viernes y sábado, con los policías no tenemos problema, depende de quiénes se dejan y los que no. A los que se dejan, ahí les damos para su chesco", justifican los franeleros ante la duda de los automovilistas de dejar su auto en la calle.
No obstante, el establecimiento ofrece el servicio de valet parking por una cuota de 28 pesos por hora, además, en las calles aledañas de Palma y Venustiano Carranza, hay estacionamientos abiertos al público que cobran hasta 50 pesos por hora.
REFORMA preguntó por los espacios disponibles en dos estacionamientos ubicados en las inmediaciones de esta vialidad, durante dos noches en fin de semana, y en ambos casos había disponibilidad.
Víctor Juárez
Cd. de México (04 marzo 2016).-
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Cada fin de semana, por las noches, la cuadra donde se ubican el Casino Español y el Hotel Downtown es usada por los dueños de autos de lujo como estacionamiento público pese a los señalamientos que lo prohíben.
Ahí, en poco más de 100 metros entre Madero y 16 de Septiembre, a dos cuadras de la sede del Gobierno capitalino, REFORMA detectó, en tres diferentes días, que decenas de asistentes a los exclusivos salones y restaurantes de la zona dejan sus vehículos y los de sus elementos de seguridad sobre la vía pública.
Desde 2013, por disposición oficial, está prohibido estacionarse en cualquier calle del primer cuadro de la Ciudad. Hacerlo amerita una multa de 2 mil 285 pesos.
A pesar de eso, los policías que patrullan la zona no hacen nada al respecto.
Además del Casino, en el Downtown hay restaurantes, boutiques y bares, como Pineda Covalín, Azul Histórico y Padrinos, que registran gran afluencia viernes y sábados.
Durante recorridos realizados el 19, 20 y 27 de febrero se observó que ambas aceras son invadidas desde las 21:00 horas. A bordo de muchos de los vehículos permanecen hasta tres escoltas durante varias horas.
El sábado 20, por ejemplo, se contaron 38 autos Suburban, Chevrolet Express, BMW, Lincoln y Porsche, entre otros, ocupando ilegalmente la vialidad.
Seis franeleros cuidan los coches de quienes no llevan escolta. Lo hacen por cuotas que van de 40 a 70 pesos.
Esto, pese a que los establecimientos ofrecen valet parking por 28 pesos la hora y en calles aledañas hay estacionamientos con cuotas de 50 pesos.
Con la anuencia de la autoridad policiaca del Sector Centro, a cargo del inspector Rodrigo Romero González, los vehículos se concentran en el bloque comprendido entre la avenida peatonal Francisco I. Madero y 16 de Septiembre
El Hotel Downtown, inaugurado en 2012 en el antiguo Palacio de los Condes de Miravalle, alberga restaurantes, bares y boutiques de diseñador, los cuales tienen alta afluencia sobre todo en fines de semana.
Frente a sus puertas, que datan del siglo 17, se puede observar cómo empiezan a estacionarse los autos al caer la noche, dejando sólo unos metros libres para permitir a choferes, guaruras y taxistas realizar maniobras de ascenso y descenso.
La fila de coches estacionados se extiende desde el camellón que divide el flujo hacia 16 de Septiembre hasta el cruce peatonal de Madero, lo que forma un embudo vial que genera tráfico a lo largo de poco más de una cuadra.
Mientras tanto, ya sea que aguarden al interior de los vehículos o en la acera, es común observar a guardaespaldas que socializan entre sí o con los franeleros.
La presencia policial, en cambio, se mantiene al margen, pues los rondines que realizan las patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública, aunque sean a baja velocidad debido al tráfico, no derivan en ningún tipo de amonestación.
Hasta seis franeleros se distribuyen a lo largo de los 130 metros de esta vialidad y, desde el cruce con la Avenida 16 de Septiembre, indican a los automovilistas el espacio que pueden ocupar a cambio de pagar una cuota que oscila entre 40 y 70 pesos por toda la noche.
"Aquí estamos todos los viernes y sábado, con los policías no tenemos problema, depende de quiénes se dejan y los que no. A los que se dejan, ahí les damos para su chesco", justifican los franeleros ante la duda de los automovilistas de dejar su auto en la calle.
No obstante, el establecimiento ofrece el servicio de valet parking por una cuota de 28 pesos por hora, además, en las calles aledañas de Palma y Venustiano Carranza, hay estacionamientos abiertos al público que cobran hasta 50 pesos por hora.
REFORMA preguntó por los espacios disponibles en dos estacionamientos ubicados en las inmediaciones de esta vialidad, durante dos noches en fin de semana, y en ambos casos había disponibilidad.