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@realdonaldtrump= liar
[Arial Black] Trump y la mentira
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Durante la campaña electoral en Estados Unidos, las noticias falsas eclipsaron a las reales en las redes sociales. Foto: EFE
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El Presidente de EU arremetió contra NYT, NBC, ABC, CBS y CNN y dijo que las noticias falsas son enemigas no de él, sino de todo el pueblo. Foto: Tomada de @realDonaldTrump
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Antoni Gutiérrez-Rubí
Cd. de México (26 febrero 2017).-"Ven lo que sucedió anoche en Suecia, ¡Suecia! ¿Quién hubiese creído que sucedería en Suecia? Han acogido a un gran número de refugiados y están teniendo problemas que nunca pensaron que tendrían", exclamaba Donald Trump en un acto público el pasado 18 de febrero.
Se refería a un atentado inexistente. Mintió, aunque después tratara de explicarse; mintió para justificar sus medidas contra los refugiados. Una mentira más y van...
En campaña, según análisis de Politifact, alrededor del 70 por ciento de sus declaraciones fueron falsas, lo que le valió ser nombrado, en 2015, el mentiroso del año. Michael LaBossiere, profesor de Filosofía en la Universidad de Florida, decía: "ha perfeccionado la mentira intolerable como herramienta de campaña... hace una declaración claramente falsa, o incluso absurdamente falsa, que atrae la atención de los medios. Entonces, él se aprovecha hasta que llega el momento de decir otra".
Maquiavelo hablaba de la mentira como eficaz arma política, porque la verdad resulta mucho más difícil de creer. Trump no es el primer ni el único político que miente, pero pocos o ninguno lo hacen como él. La mentira parece haberse convertido en una estrategia discursiva recurrente, en una práctica habitual. No se ha limitado a la campaña, así como tampoco a la figura de Trump. Su equipo también la lleva a cabo y se defienden diciendo que se trata de "hechos alternativos". Pero, ¿por qué lo hace(n)? ¿Y para qué?
Notas Relacionadas
El nuevo despacho oval
Trump en Facebook Live
Lo que aprendemos de Trump
El derecho a saber
1. La mentira es una coartada. Seguir mintiendo es la manera con la que se encubren otras mentiras. Es una opción cuando no se está dispuesto a reconocer equivocaciones. Al tapar una mentira con más mentiras, las contradicciones aumentan, las evidencias quedan el descubierto, y los errores se aceleran. Uno queda atrapado, mientras huye hacia adelante, en un callejón sin salida.
2. La mentira como justificación. Algunas de sus mentiras, como la de Suecia o la de Bowling Green, son argumentos que utilizan para justificar sus políticas. Provocan lo que enmarketing se conoce como FUD, acrónimo en inglés de miedo, incertidumbre y duda. Son falacias, señuelos que utilizan para explicar y defender sus decisiones, falsas evidencias para fundamentar sus medidas extremas.
3. La mentira refuerza la autoridad. Y mantiene el miedo dentro de los equipos. Al mentir, arrastrando a tus subordinados a cubrirte y protegerte, creas tantas complicidades como vulnerabilidades. Los obedientes en la mentira son validados en la prueba de lealtad de la mentira compartida. La autoridad se refuerza y se nutre de esta lealtad corrompida.
4. La mentira como prueba de poder. Mentir porque se puede. Para probar la impunidad o la resistencia de la realidad a la distorsión y la falsedad. Mentir como símbolo del poder arbitrario y temerario. "Yo decido lo que hago", publicó en Twitter hace poco Trump. Él decide cuándo, cómo y por qué miente. Esa adrenalina es enfermiza y útil para personalidades narcisistas.
5. La mentira como señal. Mentir para mostrar lealtad con sus seguidores, a quienes la falsedad compartida convierte en súbditos acríticos. Mentir para mantener la turba cohesionada, para ofrecer un desafío irredento a los acólitos. Mentir para no defraudar, para estimular la pasión adocenada. Mentir para mantener vínculos profundos, sanguíneos, intestinos con los que te siguen en la creencia. Mentir para generar adeptos dependientes. Narcotizados en la mentira, capaces de convertir la adhesión en una misión.
Trump miente por supervivencia, por necesidad, por liderazgo, por poder, por conveniencia... La mentira no es para él solo una herramienta política, es su forma de gobernar y liderar.
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El autor es asesor en comunicación.
Twitter. @antonigr[/Arial Black]
Hora de publicación: 00:00 hrs.
Más de columna
@realdonaldtrump and Lyes
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During the presidencial campaign in the United States, fake news surpassed the real ones in
social networks
@Potus beated the massive media (@nytimes, @NBCNews @ABC,, @CBS, @CNN, saying that fake news are the real enemy for the people instead of him
Photo taken from @realDonaldTrump
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Griten by Antoni Gutiérrez-Rubí
MEXICO CITY (February 26th., 2017).- you saw what happened in Sweden, Sweden! Who would believe that could happen in sweden? They recieved a great Lumber of refugees and they are having troubles that they wouldn`t ever think to have exclaimed @realdonaldgtrump in a pulbic act o n february 18th.
He was stating over an non-existent attack, lying even afterwards he traed to explain himself; he was lying to justify his measures against refugees… just another lie, and…
During the political campaignarround 70 percent of his statements were false, according an análisis made by Politifact, so he was nicknamed in 2015 THE LYER OF 2015. Michael LaBossiere, phylosophy professor said: [i] he has improved the intolerable lye as a campaign tool ... he states a clearly false statement, or even absurdly fake, that attracts That attracts the attention of the mass media. Then he takes advantage until arrives the time to say another lye".
Maquiavelo Spoke about lye as an efficient political weapon, as truth is much more harder to relieve. Tremp isn´t the only politician that lyes but very few or none do it like him. Lye seems to have become a recurrent discursive strategy, in a common practice. It haven`t been limited to the campaign, nor to @realdonaltrump’s figure . His team also performs it and they fight back saying “they are alternative Facts.” But why they do it? And for what purpose?
the right to know
1. Lye is an alibi .- Kee pon lying is the way to cover up another lyes. It iss an option when you are not willing to acknowledge mistakes. When you cover a lye with more lyes, evidence is uncovered, and mistakes are accelerated. You're trapped, as you run forward, in a dead-end street.
2. The lie as justification. Some of his lies, such as that of Sweden or Bowling Green, are arguments he uses to justify his policies. They provoke what in marketing is known as FUD, an acronym in English of Fear, Uncertainty and Doubt. They are fallacies, lures used to explain and defend their decisions, false evidence to substantiate their extreme measures.
3. Lies reinforce authority. And it keeps the fear inside the teams. By lying, dragging your subordinates to cover you and protect you, you create as many complicities as vulnerabilities. The obedient ones in the lie are validated in the test of loyalty of the shared lie. Authority is strengthened and nourished by this corrupted loyalty.
4. The lie as proof of power. Lying because you can. To prove impunity or resistance of reality to distortion and falsity. Lying as a symbol of arbitrary and reckless power. "I decide what I do," Trump recently released on Twitter. He decides when, how and why he lies. That adrenaline is sick and useful to narcissistic personalities.
5. The lie as a sign. Lying to show loyalty to his followers, whom the shared falsehood makes uncritical subjects. Lying to keep the mob cohesive, to offer an irredent challenge to the acolytes. Lying in order not to disappoint, to stimulate the passion adocenada. Lying to keep deep bonds, blood, intestines with those who follow you in belief. Lying to generate dependent followers. Narcotized in the lie, able to turn adherence into a mission.
Trump lies for survival, for necessity, for leadership, for power, for convenience ... The lie is not only a political tool for him, it is his way of governing and leading.
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Durante la campaña electoral en Estados Unidos, las noticias falsas eclipsaron a las reales en las redes sociales. Foto: EFE
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El Presidente de EU arremetió contra NYT, NBC, ABC, CBS y CNN y dijo que las noticias falsas son enemigas no de él, sino de todo el pueblo. Foto: Tomada de @realDonaldTrump
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Antoni Gutiérrez-Rubí
Cd. de México (26 febrero 2017).-"Ven lo que sucedió anoche en Suecia, ¡Suecia! ¿Quién hubiese creído que sucedería en Suecia? Han acogido a un gran número de refugiados y están teniendo problemas que nunca pensaron que tendrían", exclamaba Donald Trump en un acto público el pasado 18 de febrero.
Se refería a un atentado inexistente. Mintió, aunque después tratara de explicarse; mintió para justificar sus medidas contra los refugiados. Una mentira más y van...
En campaña, según análisis de Politifact, alrededor del 70 por ciento de sus declaraciones fueron falsas, lo que le valió ser nombrado, en 2015, el mentiroso del año. Michael LaBossiere, profesor de Filosofía en la Universidad de Florida, decía: "ha perfeccionado la mentira intolerable como herramienta de campaña... hace una declaración claramente falsa, o incluso absurdamente falsa, que atrae la atención de los medios. Entonces, él se aprovecha hasta que llega el momento de decir otra".
Maquiavelo hablaba de la mentira como eficaz arma política, porque la verdad resulta mucho más difícil de creer. Trump no es el primer ni el único político que miente, pero pocos o ninguno lo hacen como él. La mentira parece haberse convertido en una estrategia discursiva recurrente, en una práctica habitual. No se ha limitado a la campaña, así como tampoco a la figura de Trump. Su equipo también la lleva a cabo y se defienden diciendo que se trata de "hechos alternativos". Pero, ¿por qué lo hace(n)? ¿Y para qué?
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1. La mentira es una coartada. Seguir mintiendo es la manera con la que se encubren otras mentiras. Es una opción cuando no se está dispuesto a reconocer equivocaciones. Al tapar una mentira con más mentiras, las contradicciones aumentan, las evidencias quedan el descubierto, y los errores se aceleran. Uno queda atrapado, mientras huye hacia adelante, en un callejón sin salida.
2. La mentira como justificación. Algunas de sus mentiras, como la de Suecia o la de Bowling Green, son argumentos que utilizan para justificar sus políticas. Provocan lo que enmarketing se conoce como FUD, acrónimo en inglés de miedo, incertidumbre y duda. Son falacias, señuelos que utilizan para explicar y defender sus decisiones, falsas evidencias para fundamentar sus medidas extremas.
3. La mentira refuerza la autoridad. Y mantiene el miedo dentro de los equipos. Al mentir, arrastrando a tus subordinados a cubrirte y protegerte, creas tantas complicidades como vulnerabilidades. Los obedientes en la mentira son validados en la prueba de lealtad de la mentira compartida. La autoridad se refuerza y se nutre de esta lealtad corrompida.
4. La mentira como prueba de poder. Mentir porque se puede. Para probar la impunidad o la resistencia de la realidad a la distorsión y la falsedad. Mentir como símbolo del poder arbitrario y temerario. "Yo decido lo que hago", publicó en Twitter hace poco Trump. Él decide cuándo, cómo y por qué miente. Esa adrenalina es enfermiza y útil para personalidades narcisistas.
5. La mentira como señal. Mentir para mostrar lealtad con sus seguidores, a quienes la falsedad compartida convierte en súbditos acríticos. Mentir para mantener la turba cohesionada, para ofrecer un desafío irredento a los acólitos. Mentir para no defraudar, para estimular la pasión adocenada. Mentir para mantener vínculos profundos, sanguíneos, intestinos con los que te siguen en la creencia. Mentir para generar adeptos dependientes. Narcotizados en la mentira, capaces de convertir la adhesión en una misión.
Trump miente por supervivencia, por necesidad, por liderazgo, por poder, por conveniencia... La mentira no es para él solo una herramienta política, es su forma de gobernar y liderar.
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El autor es asesor en comunicación.
Twitter. @antonigr[/Arial Black]
Hora de publicación: 00:00 hrs.
Más de columna
@realdonaldtrump and Lyes
•
During the presidencial campaign in the United States, fake news surpassed the real ones in
social networks
@Potus beated the massive media (@nytimes, @NBCNews @ABC,, @CBS, @CNN, saying that fake news are the real enemy for the people instead of him
Photo taken from @realDonaldTrump
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Griten by Antoni Gutiérrez-Rubí
MEXICO CITY (February 26th., 2017).- you saw what happened in Sweden, Sweden! Who would believe that could happen in sweden? They recieved a great Lumber of refugees and they are having troubles that they wouldn`t ever think to have exclaimed @realdonaldgtrump in a pulbic act o n february 18th.
He was stating over an non-existent attack, lying even afterwards he traed to explain himself; he was lying to justify his measures against refugees… just another lie, and…
During the political campaignarround 70 percent of his statements were false, according an análisis made by Politifact, so he was nicknamed in 2015 THE LYER OF 2015. Michael LaBossiere, phylosophy professor said: [i] he has improved the intolerable lye as a campaign tool ... he states a clearly false statement, or even absurdly fake, that attracts That attracts the attention of the mass media. Then he takes advantage until arrives the time to say another lye".
Maquiavelo Spoke about lye as an efficient political weapon, as truth is much more harder to relieve. Tremp isn´t the only politician that lyes but very few or none do it like him. Lye seems to have become a recurrent discursive strategy, in a common practice. It haven`t been limited to the campaign, nor to @realdonaltrump’s figure . His team also performs it and they fight back saying “they are alternative Facts.” But why they do it? And for what purpose?
the right to know
1. Lye is an alibi .- Kee pon lying is the way to cover up another lyes. It iss an option when you are not willing to acknowledge mistakes. When you cover a lye with more lyes, evidence is uncovered, and mistakes are accelerated. You're trapped, as you run forward, in a dead-end street.
2. The lie as justification. Some of his lies, such as that of Sweden or Bowling Green, are arguments he uses to justify his policies. They provoke what in marketing is known as FUD, an acronym in English of Fear, Uncertainty and Doubt. They are fallacies, lures used to explain and defend their decisions, false evidence to substantiate their extreme measures.
3. Lies reinforce authority. And it keeps the fear inside the teams. By lying, dragging your subordinates to cover you and protect you, you create as many complicities as vulnerabilities. The obedient ones in the lie are validated in the test of loyalty of the shared lie. Authority is strengthened and nourished by this corrupted loyalty.
4. The lie as proof of power. Lying because you can. To prove impunity or resistance of reality to distortion and falsity. Lying as a symbol of arbitrary and reckless power. "I decide what I do," Trump recently released on Twitter. He decides when, how and why he lies. That adrenaline is sick and useful to narcissistic personalities.
5. The lie as a sign. Lying to show loyalty to his followers, whom the shared falsehood makes uncritical subjects. Lying to keep the mob cohesive, to offer an irredent challenge to the acolytes. Lying in order not to disappoint, to stimulate the passion adocenada. Lying to keep deep bonds, blood, intestines with those who follow you in belief. Lying to generate dependent followers. Narcotized in the lie, able to turn adherence into a mission.
Trump lies for survival, for necessity, for leadership, for power, for convenience ... The lie is not only a political tool for him, it is his way of governing and leading.
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