Vida nacional
Pablo Hiriart
La demagogia perfecta
El referéndum, o consulta ciudadana, para decidir acerca de la reforma petrolera, obviamente es una trampa.
Lo que subyace en la propuesta del Frente Amplio Progresista es promover la idea de que ni el ni el ni el gobierno se atreven a preguntarle al pueblo sobre ese tema vital.
Ahí estará el argumento para desatar la “resistencia civil” cuando, en el Congreso, como en cualquier democracia, se elabore un dictamen que deberá ser votado en el pleno de ambas Cámaras.
Como no habrá privatización de Pemex ni se va a hipotecar la soberanía, entonces el argumento para oponerse a lo que se aprueba será que “no se le consultó al pueblo”.
Es la demagogia perfecta.
Por eso han ganado adeptos a su causa, al decir que es necesario consultar, mediante un referéndum, el destino de la industria petrolera.
Y por eso, también, hay que insistir en el tema: porque esa falacia va ganando terreno, producto de una presentación muy atractiva: consultemos al pueblo. Atrévanse.
Pero lo que está en juego no es la optimización de la operación de Pemex ni de defender algo que no se encuentra en peligro, que es el control estatal de los yacimientos petroleros del subsuelo.
De lo que se trata es de dañar al país para culpar al gobierno por la falta de empleos, la carencia de recursos públicos para atender a los sectores pobres y la falta de crecimiento económico.
Hay que atarlo de manos con el fin de que no se mueva y así poder acusarlo de inútil.
Tan es una engañifa el cuento del referéndum, que el , Fernández Noroña incluido, propone que el IFE se encargue de organizar la consulta.
¿No que el IFE fue el autor del fraude electoral en 2006?
Ahora, de pronto, confían en el IFE y quieren que organice el referéndum.
Explíquense: o mentían cuando dijeron que el IFE les robó la elección presidencial o mienten ahora al decir que confían en el IFE para que realice el referéndum petrolero.
Desde luego, mienten en ambos casos.
En el hipotético de que el IFE llevara a cabo la consulta y perdiera la propuesta del FAP, volverían a decir que hubo fraude.
Ahora bien, si lo que quieren es un referéndum, ¿por qué el PRD anunció que en breve presentará un proyecto de reforma energética?
¿Ya la consultaron con el pueblo?
¿Qué tal si el Congreso dice sí, nos convence el proyecto del y lo aprueba? ¿Ahí ya no sería necesario el referéndum?
Primero dijeron que querían una consulta a través de foros organizados por el Poder Legislativo. Se hizo.
Y ahora llaman a un referéndum para el 27 de julio, justo cuando termina el foro en el Senado.
¿Qué sentido tenía consultar a especialistas, si no era con miras a enriquecer o modificar la iniciativa que presentó el Ejecutivo?
Todo es faramalla. Una tomadura de pelo para reunir argumentos que justifiquen lo que el FAP quiere hacer en agosto: poner al país de cabeza con el fin de impedir que se dictamine y vote la reforma petrolera.
No hay manera de hacer ese referéndum. ¿Cuál sería la pregunta en un tema técnico tan amplio?
Imposible hacer algo objetivo.
Y si a consultar al pueblo vamos, podríamos sugerir que se hicieran algunas otras preguntas, más puntuales y exactas:
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que se entreguen dos mil 538 millones de pesos del erario a los partidos políticos, en un año que no es electoral, como este 2008?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que se mantenga el subsidio a los partidos políticos ahora que no pagan su propaganda en radio y televisión?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que sigan existiendo partidos que no tienen más de uno por ciento de la votación?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que los ciudadanos que no pertenecen a partidos políticos puedan ser candidatos independientes?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que pierda su investidura de diputado o senador quien tome la tribuna e impida al Congreso sesionar en su recinto?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que se prohíban las marchas y los plantones que obstaculicen el libre tránsito de los ciudadanos?
Ahí hay preguntas más precisas para un referéndum y no se necesita ser un especialista para contestarlas, como sí se requiere conocer, en cambio, si es más conveniente transportar petrolíferos en pipas que hacerlo a través de ductos.
O si es mejor invertir en refinerías que en exploración en aguas profundas.
Ahí hay preguntas.
¿Quién dijo miedo?
Pablo Hiriart
La demagogia perfecta
El referéndum, o consulta ciudadana, para decidir acerca de la reforma petrolera, obviamente es una trampa.
Lo que subyace en la propuesta del Frente Amplio Progresista es promover la idea de que ni el ni el ni el gobierno se atreven a preguntarle al pueblo sobre ese tema vital.
Ahí estará el argumento para desatar la “resistencia civil” cuando, en el Congreso, como en cualquier democracia, se elabore un dictamen que deberá ser votado en el pleno de ambas Cámaras.
Como no habrá privatización de Pemex ni se va a hipotecar la soberanía, entonces el argumento para oponerse a lo que se aprueba será que “no se le consultó al pueblo”.
Es la demagogia perfecta.
Por eso han ganado adeptos a su causa, al decir que es necesario consultar, mediante un referéndum, el destino de la industria petrolera.
Y por eso, también, hay que insistir en el tema: porque esa falacia va ganando terreno, producto de una presentación muy atractiva: consultemos al pueblo. Atrévanse.
Pero lo que está en juego no es la optimización de la operación de Pemex ni de defender algo que no se encuentra en peligro, que es el control estatal de los yacimientos petroleros del subsuelo.
De lo que se trata es de dañar al país para culpar al gobierno por la falta de empleos, la carencia de recursos públicos para atender a los sectores pobres y la falta de crecimiento económico.
Hay que atarlo de manos con el fin de que no se mueva y así poder acusarlo de inútil.
Tan es una engañifa el cuento del referéndum, que el , Fernández Noroña incluido, propone que el IFE se encargue de organizar la consulta.
¿No que el IFE fue el autor del fraude electoral en 2006?
Ahora, de pronto, confían en el IFE y quieren que organice el referéndum.
Explíquense: o mentían cuando dijeron que el IFE les robó la elección presidencial o mienten ahora al decir que confían en el IFE para que realice el referéndum petrolero.
Desde luego, mienten en ambos casos.
En el hipotético de que el IFE llevara a cabo la consulta y perdiera la propuesta del FAP, volverían a decir que hubo fraude.
Ahora bien, si lo que quieren es un referéndum, ¿por qué el PRD anunció que en breve presentará un proyecto de reforma energética?
¿Ya la consultaron con el pueblo?
¿Qué tal si el Congreso dice sí, nos convence el proyecto del y lo aprueba? ¿Ahí ya no sería necesario el referéndum?
Primero dijeron que querían una consulta a través de foros organizados por el Poder Legislativo. Se hizo.
Y ahora llaman a un referéndum para el 27 de julio, justo cuando termina el foro en el Senado.
¿Qué sentido tenía consultar a especialistas, si no era con miras a enriquecer o modificar la iniciativa que presentó el Ejecutivo?
Todo es faramalla. Una tomadura de pelo para reunir argumentos que justifiquen lo que el FAP quiere hacer en agosto: poner al país de cabeza con el fin de impedir que se dictamine y vote la reforma petrolera.
No hay manera de hacer ese referéndum. ¿Cuál sería la pregunta en un tema técnico tan amplio?
Imposible hacer algo objetivo.
Y si a consultar al pueblo vamos, podríamos sugerir que se hicieran algunas otras preguntas, más puntuales y exactas:
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que se entreguen dos mil 538 millones de pesos del erario a los partidos políticos, en un año que no es electoral, como este 2008?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que se mantenga el subsidio a los partidos políticos ahora que no pagan su propaganda en radio y televisión?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que sigan existiendo partidos que no tienen más de uno por ciento de la votación?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que los ciudadanos que no pertenecen a partidos políticos puedan ser candidatos independientes?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que pierda su investidura de diputado o senador quien tome la tribuna e impida al Congreso sesionar en su recinto?
-¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que se prohíban las marchas y los plantones que obstaculicen el libre tránsito de los ciudadanos?
Ahí hay preguntas más precisas para un referéndum y no se necesita ser un especialista para contestarlas, como sí se requiere conocer, en cambio, si es más conveniente transportar petrolíferos en pipas que hacerlo a través de ductos.
O si es mejor invertir en refinerías que en exploración en aguas profundas.
Ahí hay preguntas.
¿Quién dijo miedo?
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