SEN. CARLOS NAVARRETE, COORDINADOR PERREDISTA EN EL SENADO:
Imagino la representación histórica de la estadística electoral de su partido como la cola y el lomo de una iguana, caminando de izquierda a derecha. Allá en el inicio, la línea de votación va creciendo de manera sostenida, se estabiliza y vuelve a crecer, pero ya sobre el lomo sube y cae, sube y cae...
Los picos del lomo de la iguana serían un símil posible para esa accidentada historia de las preferencias electorales perredistas, que vuelven siempre a caer, así como usted dijo ayer cuando algún colega le preguntó en dónde se encuentra actualmente y usted aceptó que, dice la nota, “van del 16 por ciento al 18 por ciento. Incluso mencionó que ahora están por arriba del 20 por ciento”... O sea, desplomadas en relación con el sustancial ascenso de julio de 2006.
Me imagino que existen otros partidos políticos en la hermana Latinoamérica que presentan iguales crestas y valles en la historia de sus preferencias electorales. Pienso en Acción Democrática, el partido del venezolano Carlos Andrés Pérez y otros de personajes que han ejercido caudillajes accidentados... También Alan García en Perú y algunos más, con historias mucho más convulsivas que los caudillos de los últimos tiempos mexicanos, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. Ellos han generado esas crestas en la historia electoral perredista que usted ha vivido muy de cerca.
Esto nos lleva, senador, a la parte final de la entrevista que Felipe Calderón tuvo con el diario madrileño El País. Si me permite, voy a reproducir una de las respuestas del Presidente mexicano, relacionada con los ámbitos donde se mueve la política latinoamericana. Dijo el Presidente de México:
“... El dilema de América Latina no es tanto entre izquierda o derecha porque, efectivamente, hay gobiernos teóricamente de izquierda que toman medidas moldeadas a favor del mercado y la inversión, como pueden ser Chile o Brasil, y hay gobiernos que teóricamente son de derecha, que toman medidas de un fuerte compromiso social, como puede ser el propio gobierno de Uribe o de El Salvador. Yo no me considero un político de derecha. Alguna vez, en alguna entrevista que tuve la fortuna de tener con El País hace más de una década, ya me asumí como un político de centro”.
Digamos, pues, senador, que Calderón habría sido congruente con la línea de centro a la que dice pertenecer. Querámoslo o no, las encuestas mantienen al presidente Calderón en buen lugar dentro de las preferencias políticas de nuestra opinión pública, a diferencia de su correligionario, senador, su correligionario López Obrador...
¿Qué es en realidad López Obrador? ¿Un izquierdista de alguna de las líneas que integran al Partido de la Revolución Democrática? ¿De verdad cabe dentro de alguna de las tribus perredistas cuyos matices usted conoce muy bien? ¿Es un demócrata de izquierda a pesar de sus constantes manifestaciones autoritarias? ¿Qué es López Obrador, senador Navarrete? Sé que si le pidiera responder sobre todo a esta última pregunta, le pondría en un brete bastante complicado, así que se la dejo hasta aquí, para que alguna vez, cuando otros vientos soplen, podamos hablar para nuestros lectores y ellos logren una mayor claridad sobre lo que el PRD, los perredistas y el país entero estamos viviendo hoy por hoy.
Lo cierto es que más adelante, en la entrevista con El País, Calderón dijo de su gobierno que “tenemos una política social muy sólida y sin precedentes: por ejemplo, el seguro médico para una nueva generación, que impulsé, significa que todo niño mexicano tenga garantizado un seguro médico para ellos y su familia de por vida. México tendrá cobertura universal de salud y eso no es una bandera de izquierdas, es simplemente una responsabilidad humana y social a la cual siempre me he sentido comprometido”.
Usted podría atajarme con el programa de ayuda a la gente de la tercera edad que López Obrador lanzó y lo adoptó el gobierno panista de Calderón.
Sí. Lo copió, me diría. Así fue, pero si ambos preguntáramos al Presidente Constitucional por qué lo hizo, no creo equivocarme si le digo que nos respondería como le dijo a El País:
“... Eso no es una bandera de izquierdas, es simplemente una responsabilidad humana y social a la cual siempre me he sentido comprometido”.
Y actuando de esa manera de momento tiene a su partido en segundo lugar dentro de las preferencias electorales para la contienda del próximo año por la Cámara de Diputados, mientras que el caudillo de ustedes, los perredistas, los ha llevado al sitio que aún corresponde al PRI, el tercero, que hoy por hoy está en el primero dentro de las expectativas para el 2009...
... Y ya sabemos lo que es el PRI, dentro de las geometrías ideológicas: Va con la corriente pero a partir del inequívoco centro, senador.
Y si de momento el PRD ocupa el respetable cabús gracias a todo lo que López Obrador viene haciendo desde que perdió -así, senador, con negrillas, usted lo sabe...-, ni siquiera es por ser acciones de izquierda sino por ser estallidos de alguien que reacciona según la temperatura en que le amanece el hígado y esto un político entero como es usted sabe que no es posible y mucho menos conveniente para ningún país respetable y para un pueblo que merece respeto.
Les deseo a ustedes, los perredistas de cepa y convicción, que pronto recompongan a su partido y no vuelvan a entregarlo a un caudillo porque, recuerde, Cárdenas comenzó a generar las crestas y los valles en el lomo de la iguana perredista, senador. Hoy es un político prudente, pero como diría el negrito gringo:
“You never know...”
lmendivil@delfos.com.mx, m760531@hotmail.com
Nota
Imagino la representación histórica de la estadística electoral de su partido como la cola y el lomo de una iguana, caminando de izquierda a derecha. Allá en el inicio, la línea de votación va creciendo de manera sostenida, se estabiliza y vuelve a crecer, pero ya sobre el lomo sube y cae, sube y cae...
Los picos del lomo de la iguana serían un símil posible para esa accidentada historia de las preferencias electorales perredistas, que vuelven siempre a caer, así como usted dijo ayer cuando algún colega le preguntó en dónde se encuentra actualmente y usted aceptó que, dice la nota, “van del 16 por ciento al 18 por ciento. Incluso mencionó que ahora están por arriba del 20 por ciento”... O sea, desplomadas en relación con el sustancial ascenso de julio de 2006.
Me imagino que existen otros partidos políticos en la hermana Latinoamérica que presentan iguales crestas y valles en la historia de sus preferencias electorales. Pienso en Acción Democrática, el partido del venezolano Carlos Andrés Pérez y otros de personajes que han ejercido caudillajes accidentados... También Alan García en Perú y algunos más, con historias mucho más convulsivas que los caudillos de los últimos tiempos mexicanos, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. Ellos han generado esas crestas en la historia electoral perredista que usted ha vivido muy de cerca.
Esto nos lleva, senador, a la parte final de la entrevista que Felipe Calderón tuvo con el diario madrileño El País. Si me permite, voy a reproducir una de las respuestas del Presidente mexicano, relacionada con los ámbitos donde se mueve la política latinoamericana. Dijo el Presidente de México:
“... El dilema de América Latina no es tanto entre izquierda o derecha porque, efectivamente, hay gobiernos teóricamente de izquierda que toman medidas moldeadas a favor del mercado y la inversión, como pueden ser Chile o Brasil, y hay gobiernos que teóricamente son de derecha, que toman medidas de un fuerte compromiso social, como puede ser el propio gobierno de Uribe o de El Salvador. Yo no me considero un político de derecha. Alguna vez, en alguna entrevista que tuve la fortuna de tener con El País hace más de una década, ya me asumí como un político de centro”.
Digamos, pues, senador, que Calderón habría sido congruente con la línea de centro a la que dice pertenecer. Querámoslo o no, las encuestas mantienen al presidente Calderón en buen lugar dentro de las preferencias políticas de nuestra opinión pública, a diferencia de su correligionario, senador, su correligionario López Obrador...
¿Qué es en realidad López Obrador? ¿Un izquierdista de alguna de las líneas que integran al Partido de la Revolución Democrática? ¿De verdad cabe dentro de alguna de las tribus perredistas cuyos matices usted conoce muy bien? ¿Es un demócrata de izquierda a pesar de sus constantes manifestaciones autoritarias? ¿Qué es López Obrador, senador Navarrete? Sé que si le pidiera responder sobre todo a esta última pregunta, le pondría en un brete bastante complicado, así que se la dejo hasta aquí, para que alguna vez, cuando otros vientos soplen, podamos hablar para nuestros lectores y ellos logren una mayor claridad sobre lo que el PRD, los perredistas y el país entero estamos viviendo hoy por hoy.
Lo cierto es que más adelante, en la entrevista con El País, Calderón dijo de su gobierno que “tenemos una política social muy sólida y sin precedentes: por ejemplo, el seguro médico para una nueva generación, que impulsé, significa que todo niño mexicano tenga garantizado un seguro médico para ellos y su familia de por vida. México tendrá cobertura universal de salud y eso no es una bandera de izquierdas, es simplemente una responsabilidad humana y social a la cual siempre me he sentido comprometido”.
Usted podría atajarme con el programa de ayuda a la gente de la tercera edad que López Obrador lanzó y lo adoptó el gobierno panista de Calderón.
Sí. Lo copió, me diría. Así fue, pero si ambos preguntáramos al Presidente Constitucional por qué lo hizo, no creo equivocarme si le digo que nos respondería como le dijo a El País:
“... Eso no es una bandera de izquierdas, es simplemente una responsabilidad humana y social a la cual siempre me he sentido comprometido”.
Y actuando de esa manera de momento tiene a su partido en segundo lugar dentro de las preferencias electorales para la contienda del próximo año por la Cámara de Diputados, mientras que el caudillo de ustedes, los perredistas, los ha llevado al sitio que aún corresponde al PRI, el tercero, que hoy por hoy está en el primero dentro de las expectativas para el 2009...
... Y ya sabemos lo que es el PRI, dentro de las geometrías ideológicas: Va con la corriente pero a partir del inequívoco centro, senador.
Y si de momento el PRD ocupa el respetable cabús gracias a todo lo que López Obrador viene haciendo desde que perdió -así, senador, con negrillas, usted lo sabe...-, ni siquiera es por ser acciones de izquierda sino por ser estallidos de alguien que reacciona según la temperatura en que le amanece el hígado y esto un político entero como es usted sabe que no es posible y mucho menos conveniente para ningún país respetable y para un pueblo que merece respeto.
Les deseo a ustedes, los perredistas de cepa y convicción, que pronto recompongan a su partido y no vuelvan a entregarlo a un caudillo porque, recuerde, Cárdenas comenzó a generar las crestas y los valles en el lomo de la iguana perredista, senador. Hoy es un político prudente, pero como diría el negrito gringo:
“You never know...”
lmendivil@delfos.com.mx, m760531@hotmail.com
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