La Presidencia inexistente de Andrés Manuel y

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La presidencia inexistente de Andrés Manuel López Obrador y el PRD tuvieron una muy mala semana

La presidencia inexistente de Andrés Manuel López Obrador y el PRD tuvieron una muy mala semana en el Instituto Federal Electoral. Los consejeros ordenaron a los perredistas y petistas que dejen de utilizar la frase de presidente legítimo en sus anuncios de radio y televisión. Ese fue el primer golpe. El segundo viene por el lado de la consulta para la reforma energética. Los nueve integrantes del órgano electoral decidieron que es improcedente la solicitud de los perredistas. No van a apoyar ni ayudar para la realización del ejercicio. Los argumentos: la cercanía del proceso electoral de 2009 y la llegada de tres consejeros en agosto. ¿Quedó claro?

Nota

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Re: La Presidencia inexistente de Andrés Manuel y

Asi es, una muy mala semana llena de patadas al pejendejo...

Es una puesta en escena (por algo está ahí una actriz profesional como Jesusa Rodríguez) y también un recurso de imagen. Es una invocación fetichista; es una banda con un águila del siglo XIX; es una alegoría, un festejo, una ensoñación simulada.
Por eso cuando Dante Delgado le quiso ayudar al Presidente Legítimo nada más lo hundió en los terrenos de una definición imaginaria. Esto dijo Dante, a quien desde ahora le debemos decir en casos similares: ¡no me defiendas, compadre!; el movimiento que designó a López Obrador como Presidente Legítimo no ejerce acción de poder público, no cobra impuestos, no ordena a las fuerzas públicas ni impulsa iniciativas de reforma ante el Congreso.
“Aquí no está en duda quién es el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Aquí no está en duda cuál fue la resolución del Tribunal Electoral respecto a las elecciones de julio de 2006, que por cierto fueron impugnadas…”
Y ante la exposición de tales certezas en las cuales no están en duda los hechos hijos de la terca realidad, lo único para morirse de risa es la reacción del directamente aludido al saberse despojado (al menos para los anuncios en tiempos oficiales) del título honorable y honorífico: ¡ya dejaron al país sin presidente!

La segunda presidencia legítima