Cota culpa al equipo de AMLO de la derrota
El perredista asegura que el principal error de la campaña de López Obrador fue centralizar la estructura electoral, pero no le quita peso al fraude que, dijo, decidió el resultado.
Cota considera que el error más grave en la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador fue centralizar la estructura electoral en el grupo polÃtico que encabezaba el tabasqueño Alberto Pérez Mendoza; más allá de mostrar capacidad de vigilancia en los estados, asegura, se convirtió en el espacio para la construcción de una corriente polÃtica nacional alrededor del candidato.
A dos años de la elección presidencial, el ex dirigente nacional del PRD sostiene que la opinión pública debe conocer, de manera objetiva, los detalles de la campaña de la coalición Por el Bien de Todos.
Aporta nuevos detalles de la negativa de López Obrador a reunirse con empresarios o pactar con sectores del PRI y revela errores internos que facilitaron la operación del PAN para que ganara Felipe Calderón.
¿Cómo vivió el proceso electoral del 2006?
Si alguna dirigencia nacional tuvo un objetivo preciso fue la mÃa y era construir los acuerdos para ganar la Presidencia; fue exitosa la coalición PRD, PT, Convergencia, aunque habÃa apuestas contarias. No fueron exitosas candidaturas a gobiernos estatales y algunas diputaciones federales. El caso de Guanajuato es un capÃtulo especial, porque una parte del partido pactó la derrota.
Lo que se convirtió en el talón de Aquiles fue sin duda advertida muchas veces al propio López Obrador: la estructura electoral se centralizó.
Insistà en que se descentralizara cuando menos en estados donde el PRD era exitoso en procesos locales, pero no se concedió y eso llevó a que en estados donde gobernamos, como el DF, no tuviéramos el porcentaje que se necesitaba; era ilógico, pero asà fue.
Pero el fraude se cierra o se abre en función de la vigilancia que tengan las propias fuerzas polÃticas, y una de las razones por las que operó y que marcó diferencia fue la poca capacidad para vigilar en regiones amplias del paÃs y a eso sumamos Guanajuato.
¿Qué pasó ah�
TenÃamos los mejores candidatos en León y en Celaya, pero dirigencias locales registraron de manera irregular las candidaturas y nos tumbaron a nuestros candidatos, fueron errores preconcebidos y calculados que nos llevaron a desaparecer en la elección federal. Ahà fue la diferencia para Calderón.
Manuel Espino reconoce un pacto con gobernadores del PRI.
Frente al temor que López Obrador representaba para la derecha, se compactaron las derechas de PRI y PAN. Me causa desconcierto que los que más operaron por Calderón —Eduardo Bours, de Sonora, y Eugenio Hernández, de Tamaulipas— fueron los que exoneró Espino, eso habla muy mal de su calidad polÃtica, porque fueron quienes operaron realmente el fraude.
A esto se suma la alianza con Gordillo, que no es un asunto menor, porque habrÃa que ver que Calderón le entregó una parte del gobierno y la pregunta es lógica: ¿A cambio de qué?
¿Elba Esther los buscó?
MuchÃsimas veces, de manera directa, o por conducto de su yerno, o de Rafael Ochoa. Yo me entrevisté con él en más de una ocasión y la única petición era el encuentro con Andrés Manuel, nos pidieron 23 distritos donde decÃan que el PRD nunca ganaba, y la parte indispensable era la foto, era lo que ella requerÃa. La decisión de Andrés fue inobjetable: por ningún motivo ni entrevistarnos ni acuerdos ni negociar nada. Me pidió que por ninguna razón me reuniera con ella y fue tan enfático que me pidió comprometerme con él, porque decÃa que ellos mismos se iban a encargar de la foto o de difundirlo y se iba a hacer un escándalo.
¿Y con gobernadores del PRI?
Me entrevisté con los del Estado de México, Chihuahua y Nuevo León, pero Andrés no le dio importancia a los acuerdos, los desdeñó. No hubo acuerdos precisos, sólo pedÃamos una elección limpia, lo que pretendÃamos era desacelerar los acuerdos que tenÃan con el PAN. Sin duda estos elementos revirtieron los puntos que llevaba Andrés Manuel al cierre de la campaña, que eran entre cinco y seis puntos, que representaban dos millones de votos.
La diferencia al final fue menos de un punto entre Calderón y López Obrador, ¿qué pasó con la guerra sucia?
No tuvo el mayor impacto, lo que querÃan con eso era crear las condiciones de opinión pública para que el fraude tuviera fuerza. Las encuestas que decÃan que los números estaban cerrados eran parte de la estrategia para crear condiciones de duda y legitimar asà el triunfo de Calderón.
¿Hubo condicionamientos o presiones durante la campaña a cambio de apoyos?
Sólo se habló de candidaturas y distritos donde el SNTE es fuerte, también de la candidatura de Rafael Ochoa al Senado, incluso el candidato del Panal (Roberto Campa) se entrevistó conmigo varias veces.
Era imposible la alianza con Elba Esther, no habÃa quÃmica ni posibilidad de acuerdos, creo que Andrés, en una actitud de principios no pactó (...) al final fue la diferencia, por votos legÃtimos con procedimientos ilegÃtimos. Hoy cogobierna con Calderón y representa un peso, nadie le cree que va a transformar al paÃs con Gordillo en la espalda.
¿Y la estructura electoral?
Nuestros problemas se dieron donde el PRD no tuvo estructura por una decisión central de Andrés Manuel.
¿Fue el grupo tabasqueño cercano a AMLO?
Nunca discutà en público con él, pero una vez durante la reunión de los lunes lo hice en privado en su oficina; le dije que la estructura electoral andaba mal, que valdrÃa la pena evaluarla e incluso auditarla, le dije que las cosas no andaban bien. Pero Andrés sale a decir que al hombre que más confianza le tenÃa era a Alberto Pérez Mendoza.
¿El responsable de la estructura electoral?
SÃ, porque el partido no intervino, fue una decisión centralizada; me pareció muy grave que esa estructura electoral se convirtió en el espacio para una corriente polÃtica dentro del partido, a la que pertenece Pérez Mendoza, particularmente en la corriente tabasqueña del PRD, con lo que se pretendÃa convertir en una corriente polÃtica nacional en el gobierno de Andrés Manuel.
Eso generó muchas contradicciones internas, se llegaba a los estados no a generar una estructura electoral, sino una corriente polÃtica y eso nunca se ha dicho a la opinión pública, yo hoy lo digo en la perspectiva de una evaluación objetiva. Ese fue uno de los grandes errores que cometimos en el proceso electoral, no convertir la estructura electoral en un asunto de las fuerzas polÃticas, en parte del movimiento, sino en una posición exclusiva de uno de los grupos alrededor del propio López Obrador.
Pero quiero ser muy preciso: la razón número uno por la que perdimos la Presidencia fue sin duda el fraude, pero también ese fraude tiene capacidad de convertirse en el elemento de decisión, porque el movimiento que presidió Andrés Manuel no tuvo capacidad de tener una vigilancia plena, contundente en los estados.
¿Qué hizo falta?
Más capacidad de operación con los empresarios que fueron proclives a nosotros en principio, pero las contradicciones en la campaña llevaron a que tomaran distancia de Andrés, como el propio Carlos Slim. Andrés no se quiso sentar con empresarios que le ofrecieron dinero; grupos del Estado de México se acercaron con el interés de ayudar y desde luego él no aceptó. Yo le dije a Andrés que una razón por la que podÃamos perder la campaña era por falta de dinero.
¿Fue AMLO coordinador de su propia campaña?
Nunca entendà que no fuera a más de un debate, porque habrÃa sido un buen escaparate, nuestra insistencia era que fuera a más de uno, pero él tenÃa su propia percepción. Se lo decÃamos Jesús Ortega y yo.
Milenio, periódico.
Liliana Padilla.
Ya dije, les llegó el agua al cuello, y consecuentemente, las ratas abandonan el barco.
Saludos.
Pepis
El perredista asegura que el principal error de la campaña de López Obrador fue centralizar la estructura electoral, pero no le quita peso al fraude que, dijo, decidió el resultado.
Cota considera que el error más grave en la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador fue centralizar la estructura electoral en el grupo polÃtico que encabezaba el tabasqueño Alberto Pérez Mendoza; más allá de mostrar capacidad de vigilancia en los estados, asegura, se convirtió en el espacio para la construcción de una corriente polÃtica nacional alrededor del candidato.
A dos años de la elección presidencial, el ex dirigente nacional del PRD sostiene que la opinión pública debe conocer, de manera objetiva, los detalles de la campaña de la coalición Por el Bien de Todos.
Aporta nuevos detalles de la negativa de López Obrador a reunirse con empresarios o pactar con sectores del PRI y revela errores internos que facilitaron la operación del PAN para que ganara Felipe Calderón.
¿Cómo vivió el proceso electoral del 2006?
Si alguna dirigencia nacional tuvo un objetivo preciso fue la mÃa y era construir los acuerdos para ganar la Presidencia; fue exitosa la coalición PRD, PT, Convergencia, aunque habÃa apuestas contarias. No fueron exitosas candidaturas a gobiernos estatales y algunas diputaciones federales. El caso de Guanajuato es un capÃtulo especial, porque una parte del partido pactó la derrota.
Lo que se convirtió en el talón de Aquiles fue sin duda advertida muchas veces al propio López Obrador: la estructura electoral se centralizó.
Insistà en que se descentralizara cuando menos en estados donde el PRD era exitoso en procesos locales, pero no se concedió y eso llevó a que en estados donde gobernamos, como el DF, no tuviéramos el porcentaje que se necesitaba; era ilógico, pero asà fue.
Pero el fraude se cierra o se abre en función de la vigilancia que tengan las propias fuerzas polÃticas, y una de las razones por las que operó y que marcó diferencia fue la poca capacidad para vigilar en regiones amplias del paÃs y a eso sumamos Guanajuato.
¿Qué pasó ah�
TenÃamos los mejores candidatos en León y en Celaya, pero dirigencias locales registraron de manera irregular las candidaturas y nos tumbaron a nuestros candidatos, fueron errores preconcebidos y calculados que nos llevaron a desaparecer en la elección federal. Ahà fue la diferencia para Calderón.
Manuel Espino reconoce un pacto con gobernadores del PRI.
Frente al temor que López Obrador representaba para la derecha, se compactaron las derechas de PRI y PAN. Me causa desconcierto que los que más operaron por Calderón —Eduardo Bours, de Sonora, y Eugenio Hernández, de Tamaulipas— fueron los que exoneró Espino, eso habla muy mal de su calidad polÃtica, porque fueron quienes operaron realmente el fraude.
A esto se suma la alianza con Gordillo, que no es un asunto menor, porque habrÃa que ver que Calderón le entregó una parte del gobierno y la pregunta es lógica: ¿A cambio de qué?
¿Elba Esther los buscó?
MuchÃsimas veces, de manera directa, o por conducto de su yerno, o de Rafael Ochoa. Yo me entrevisté con él en más de una ocasión y la única petición era el encuentro con Andrés Manuel, nos pidieron 23 distritos donde decÃan que el PRD nunca ganaba, y la parte indispensable era la foto, era lo que ella requerÃa. La decisión de Andrés fue inobjetable: por ningún motivo ni entrevistarnos ni acuerdos ni negociar nada. Me pidió que por ninguna razón me reuniera con ella y fue tan enfático que me pidió comprometerme con él, porque decÃa que ellos mismos se iban a encargar de la foto o de difundirlo y se iba a hacer un escándalo.
¿Y con gobernadores del PRI?
Me entrevisté con los del Estado de México, Chihuahua y Nuevo León, pero Andrés no le dio importancia a los acuerdos, los desdeñó. No hubo acuerdos precisos, sólo pedÃamos una elección limpia, lo que pretendÃamos era desacelerar los acuerdos que tenÃan con el PAN. Sin duda estos elementos revirtieron los puntos que llevaba Andrés Manuel al cierre de la campaña, que eran entre cinco y seis puntos, que representaban dos millones de votos.
La diferencia al final fue menos de un punto entre Calderón y López Obrador, ¿qué pasó con la guerra sucia?
No tuvo el mayor impacto, lo que querÃan con eso era crear las condiciones de opinión pública para que el fraude tuviera fuerza. Las encuestas que decÃan que los números estaban cerrados eran parte de la estrategia para crear condiciones de duda y legitimar asà el triunfo de Calderón.
¿Hubo condicionamientos o presiones durante la campaña a cambio de apoyos?
Sólo se habló de candidaturas y distritos donde el SNTE es fuerte, también de la candidatura de Rafael Ochoa al Senado, incluso el candidato del Panal (Roberto Campa) se entrevistó conmigo varias veces.
Era imposible la alianza con Elba Esther, no habÃa quÃmica ni posibilidad de acuerdos, creo que Andrés, en una actitud de principios no pactó (...) al final fue la diferencia, por votos legÃtimos con procedimientos ilegÃtimos. Hoy cogobierna con Calderón y representa un peso, nadie le cree que va a transformar al paÃs con Gordillo en la espalda.
¿Y la estructura electoral?
Nuestros problemas se dieron donde el PRD no tuvo estructura por una decisión central de Andrés Manuel.
¿Fue el grupo tabasqueño cercano a AMLO?
Nunca discutà en público con él, pero una vez durante la reunión de los lunes lo hice en privado en su oficina; le dije que la estructura electoral andaba mal, que valdrÃa la pena evaluarla e incluso auditarla, le dije que las cosas no andaban bien. Pero Andrés sale a decir que al hombre que más confianza le tenÃa era a Alberto Pérez Mendoza.
¿El responsable de la estructura electoral?
SÃ, porque el partido no intervino, fue una decisión centralizada; me pareció muy grave que esa estructura electoral se convirtió en el espacio para una corriente polÃtica dentro del partido, a la que pertenece Pérez Mendoza, particularmente en la corriente tabasqueña del PRD, con lo que se pretendÃa convertir en una corriente polÃtica nacional en el gobierno de Andrés Manuel.
Eso generó muchas contradicciones internas, se llegaba a los estados no a generar una estructura electoral, sino una corriente polÃtica y eso nunca se ha dicho a la opinión pública, yo hoy lo digo en la perspectiva de una evaluación objetiva. Ese fue uno de los grandes errores que cometimos en el proceso electoral, no convertir la estructura electoral en un asunto de las fuerzas polÃticas, en parte del movimiento, sino en una posición exclusiva de uno de los grupos alrededor del propio López Obrador.
Pero quiero ser muy preciso: la razón número uno por la que perdimos la Presidencia fue sin duda el fraude, pero también ese fraude tiene capacidad de convertirse en el elemento de decisión, porque el movimiento que presidió Andrés Manuel no tuvo capacidad de tener una vigilancia plena, contundente en los estados.
¿Qué hizo falta?
Más capacidad de operación con los empresarios que fueron proclives a nosotros en principio, pero las contradicciones en la campaña llevaron a que tomaran distancia de Andrés, como el propio Carlos Slim. Andrés no se quiso sentar con empresarios que le ofrecieron dinero; grupos del Estado de México se acercaron con el interés de ayudar y desde luego él no aceptó. Yo le dije a Andrés que una razón por la que podÃamos perder la campaña era por falta de dinero.
¿Fue AMLO coordinador de su propia campaña?
Nunca entendà que no fuera a más de un debate, porque habrÃa sido un buen escaparate, nuestra insistencia era que fuera a más de uno, pero él tenÃa su propia percepción. Se lo decÃamos Jesús Ortega y yo.
Milenio, periódico.
Liliana Padilla.
Ya dije, les llegó el agua al cuello, y consecuentemente, las ratas abandonan el barco.
Saludos.
Pepis
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