NO, no es una acusacion de algun pitufo briago o mariguano, tampoco de un tricolor, no señor, es lo que DENUNCIA uno de los fundadores del pedorre Ricardo Pascoe Pierce, y luego salen conque el pejendejo no es un peligro para mexico cuando los hechos muestran que la amargura de una derrota y la locura de este engendro de la mentira y el engaño es lo que planea...
Ya se habia comentado que a porquirio muñoz pedo no se le salio una ocurrencia mas al declarar que lo que sigue es derrocar a calderon, no señor, porquirio lo escupio porque algo debio de escuchar de su amo el titiritero, algo sabe de sus planes, de sus ideas, de sus ardores, de sus amarguencias...
Lo bueno del asunto es que cada vez son menos los estupidos que creen las babosadas de un iluminado, de un rayo de miercoles, de alguien que se dijo indestructible y hoy esta hecho mierda...
Ya se habia comentado que a porquirio muñoz pedo no se le salio una ocurrencia mas al declarar que lo que sigue es derrocar a calderon, no señor, porquirio lo escupio porque algo debio de escuchar de su amo el titiritero, algo sabe de sus planes, de sus ideas, de sus ardores, de sus amarguencias...
Lo bueno del asunto es que cada vez son menos los estupidos que creen las babosadas de un iluminado, de un rayo de miercoles, de alguien que se dijo indestructible y hoy esta hecho mierda...
La polémica desatada por las declaraciones de dirigentes del FAP externando su intención de “derrocar” a Calderón ha sido seguida por declaraciones de los mismos emisores descalificando sus propios dichos. Pero sí lo dijeron, aunque se dieron cuenta de que revelaron sus intenciones de manera imprudente. Sufren una enfermedad colectiva: fiebre de cabaña. Encerrados en su movimiento, escuchándose sólo a ellos mismos, sufren del delirio de pensar que todo México piensa como ellos. Nada más falso. Pero ellos sí lo creen. Por eso hablan así.
El problema no es distraerse en especulaciones acerca de si lo dijeron o qué tanto dijeron. Lo importante es saber qué viene táctica y estratégicamente de esas pretensiones. López Obrador, convencido de que le corresponde derrocar a Calderón con una gesta heroica, planea los pasos a seguir y lo contempla para 2010. Únicamente Muñoz Ledo, convertido ya en el bufón de la cabaña, es quien postula el derrocamiento “para este diciembre”.
El llamado a la concentración de simpatizantes en el Zócalo para dar el grito es una convocatoria a su ala radical para que se enfrente con la PFP. López Obrador necesita símbolos heroicos en tiempos en que hasta el propio PRD empieza a cuestionar la ruta seguida hasta ahora. Sabe, incluso, que las horas de vuelo que le ha dado el asunto de Pemex se acabarán. Urge algo para mantener el movimiento vivo y unido.
Ese algo puede ser un muerto en el Zócalo este 15 de septiembre. Imagínese un muerto a manos del aparato represor del Estado. Un sincero e inspirado defensor del movimiento de López Obrador, atendiendo el llamado de quien supone haber sido el verdadero ganador en 2006, acudió al Zócalo para escuchar la voz del honesto líder del México insurgente: un ser semidivino que dice ser un cruce entre Hidalgo, Morelos, Juárez y Zapata. Y en ese enfrentamiento alguien disparó (nunca se sabrá quién) y un muerto. Y con ese muerto nace un héroe.
Y con la muerte de ese héroe renace el movimiento de protesta insurreccional. Empieza a haber más enfrentamientos y enconos en todo el país. Y no importa el tamaño de la protesta. Lo importante es la posibilidad de que se suman más mártires a la causa.
Así es el cinismo de estos líderes. Porque es tan obvio, el hecho de hablar de ello con ese desparpajo explica que ahora busquen ocultar sus palabras hablando de complots de la derecha, además de medios y periodistas comprados. Pero no nos podemos confundir: está buscando a su mártir.
El problema no es distraerse en especulaciones acerca de si lo dijeron o qué tanto dijeron. Lo importante es saber qué viene táctica y estratégicamente de esas pretensiones. López Obrador, convencido de que le corresponde derrocar a Calderón con una gesta heroica, planea los pasos a seguir y lo contempla para 2010. Únicamente Muñoz Ledo, convertido ya en el bufón de la cabaña, es quien postula el derrocamiento “para este diciembre”.
El llamado a la concentración de simpatizantes en el Zócalo para dar el grito es una convocatoria a su ala radical para que se enfrente con la PFP. López Obrador necesita símbolos heroicos en tiempos en que hasta el propio PRD empieza a cuestionar la ruta seguida hasta ahora. Sabe, incluso, que las horas de vuelo que le ha dado el asunto de Pemex se acabarán. Urge algo para mantener el movimiento vivo y unido.
Ese algo puede ser un muerto en el Zócalo este 15 de septiembre. Imagínese un muerto a manos del aparato represor del Estado. Un sincero e inspirado defensor del movimiento de López Obrador, atendiendo el llamado de quien supone haber sido el verdadero ganador en 2006, acudió al Zócalo para escuchar la voz del honesto líder del México insurgente: un ser semidivino que dice ser un cruce entre Hidalgo, Morelos, Juárez y Zapata. Y en ese enfrentamiento alguien disparó (nunca se sabrá quién) y un muerto. Y con ese muerto nace un héroe.
Y con la muerte de ese héroe renace el movimiento de protesta insurreccional. Empieza a haber más enfrentamientos y enconos en todo el país. Y no importa el tamaño de la protesta. Lo importante es la posibilidad de que se suman más mártires a la causa.
Así es el cinismo de estos líderes. Porque es tan obvio, el hecho de hablar de ello con ese desparpajo explica que ahora busquen ocultar sus palabras hablando de complots de la derecha, además de medios y periodistas comprados. Pero no nos podemos confundir: está buscando a su mártir.
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