Re: Porque? porque? porque? por que????
¡Hola,FORRAJES SANTA CLARA!!
FERTILIZACIÓN NITROGENADA DE PASTOS : un objetivo de producción.
INTRODUCCIÓN.
Por las características de la respuesta de los pastos a la fertilización nitrogenada, esta práctica de manejo en sistemas intensivos de producción, como en las fincas lecheras especializadas en nuestro país, no debe ser aplicada como una receta, sino que debe responder a objetivos (necesidades) de producción, de forraje, o de leche.
La racionalidad radica en que si nuestro hato tiene un nivel determinado de producción, podemos calcular la cantidad de nutrientes requeridos para lograr esa producción. Además, podemos calcular los nutrientes que estamos ofreciendo a través del pasto y de los concentrados. El balance de esos nutrientes nos permite determinar cuánto forraje deben consumir esos animales del potrero y cuanto concentrado debemos proporcionar para satisfacer ese nivel de producción, ó viceversa.
Analizaremos la fertilización nitrogenada con base al comportamiento típico de la curva de crecimiento, las relaciones de pasto con el suelo y el clima y la curva de respuesta a la fertilización, para tratar de llegar a algunas conclusiones sobre el manejo racional de ésta práctica.
1. NUTRICIÓN Y CRECIMIENTO DE LAS PLANTAS.
Fundamentalmente la nutrición de los forrajes está orientada a la producción de forraje. Por esto conviene entender el comportamiento del crecimiento de las plantas.
Curva de crecimiento de las plantas. El crecimiento de las plantas se ha tratado de describir con modelos matemáticos. Con estos se pretende poder predecir la producción esperada si el suministro de nutrientes disponibles fuera conocido.
El crecimiento puede ser expresado como incremento en peso seco o altura de la planta, independientemente de la medida empleada existe una aceptable y constante relación entre crecimiento y tiempo. El patrón general de la curva, como se puede observar en la figura 1, es de un crecimiento lento al principio, seguido por aumentos grandes y rápidos para luego caer en un periodo durante el cual el crecimiento es lento o nulo del todo.
La curva de crecimiento es útil para entender el patrón general de desarrollo de las plantas. No indican, sin embargo, sobre los factores que afectan el crecimiento tales
como el suministro de nutrientes, luz, agua y dióxido de carbono. Lo que sí es cierto, es que la planta es producto de su constitución genética y su ambiente. Es decir la planta para lograr su máximo desarrollo, depende de un ambiente favorable. En otras palabras, el crecimiento vegetal es función de varios factores ambientales.
Si todos, excepto uno de esos factores, están presentes en cantidades adecuadas, un incremento en la cantidad del factor limitante generalmente resultará en incrementos en el crecimiento de las plantas. Esta no es una simple relación lineal, más que en una porción de la curva de respuesta. El crecimiento de las plantas como función de la adición de nutrientes es logarítmica y generalmente sigue un patrón de rendimientos decrecientes (ecuación de Mitscherlich).
En la práctica, el concepto puede ser aplicado para determinar por ejemplo la curva de respuesta a varios niveles de aplicación de nutrientes utilizando experimentos factoriales y ecuaciones de regresión (least square means regression analysis).
Cuando el clima, tipo de suelo, modo de aplicación del fertilizante y otros factores son uniformes y relativamente constantes, tales estudios ayudan a predecir requerimientos de fertilizantes dentro de una área, zona o localidad con condiciones iguales a las condiciones donde se realizó la evaluación.
Por último, y de mucha importancia para el crecimiento de las gramíneas, la disponibilidad de humedad es determínate en la producción de forraje (figura 2). El patrón de lluvias se refleja en las oscilaciones de producción que presenta la curva anual de crecimiento de cualquier pasto. Esto altera además de la relación suelo-planta-clima al variarse los patrones de reciclaje de nutrientes en el sistema, sino que también el suministro de alimento al ganado.
2. COMPOSICIÓN MINERAL DE LOS FORRAJES.
Los nutrientes, que en mayor cantidad requieren las plantas, llamados por ello primarios o macronutrientes son el Nitrógeno (N), Fósforo (P) y el Potasio (K). Los que le siguen, en cantidad requerida, a los anteriores, o nutrientes secundarios son el Azufre (S), Magnesio (Mg) y Calcio (Ca) y por último los que se requieren en menor proporción, son principalmente el Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Boro (B), Cloro (Cl), Zinc (Zn), Cobre (Cu) y Molibdeno (Mo). Todos estos nutrientes, primarios, secundarios y los micronutrientes constituyen el 6% del tejido vegetal en base seca ó cenizas, materia inorgánica remanente después de que la materia vegetal es calcinada.
La deficiencia de uno ó más de estos elementos en el suelo puede limitar el crecimiento y la producción de los cultivos se reduce. Seguidamente se describe las funciones de los macronutrientes N, P y K., que son los que se absorben en mayores cantidades por las plantas.
Nitrógeno.
Es el nutriente que más a menudo limita el crecimiento de las plantas. Es tomado por las plantas en forma del ion nitrato (NO3) principalmente, el cual es soluble y móvil para su inmediata y fácil disponibilidad para las plantas. Es utilizado en el tejido foliar para formación de proteína.
El Nitrógeno es uno de los elementos esenciales más importantes de los forrajes, especialmente de las gramíneas. Varios factores, además de niveles deficientes de N, afectan la concentración de nitrógeno en los tejidos, tales como, edad y parte de la planta, temperatura y estrés hídrico. Las concentraciones mayores se encuentran en plantas o tejidos jóvenes y declinan con la edad y con el estado de crecimiento.
Fósforo.
Es utilizado principalmente en las células a nivel de mitocondria para formación de ATP. Es esencial en el proceso de fotosíntesis y es abundante en plantas jóvenes y en tejidos en crecimiento. Es fácilmente transferido o removido de tejido viejo a tejido más joven y conforme la planta madura, la mayor parte del elemento se mueve hacia la semilla o el fruto.
Todas las gramíneas presentan considerablemente bajos requerimientos internos de P, tanto en la época húmeda como seca. Esto implica que pasturas establecidas con base a gramíneas puras podrían no satisfacer los requerimientos de P por parte del animal (0.20% P). Consecuentemente, una suplementación mineral de P sería necesaria puesto que las gramíneas tropicales aún con altos insumos de P como fertilizante no incrementan generalmente su concentración de P en el tejido más allá de 0.15%.
Potasio.
Mantiene la presión osmótica y está involucrado activamente en el transporte dentro de la planta. Se mueve bastante libre a través de la planta. A diferencia del fósforo, el potasio está presente en relativamente grandes cantidades en la mayoría de los suelos, con concentraciones que van entre 0.5 a 2.5%. Las concentraciones menores se encuentran en suelos arenosos y en los suelos tropicales, particularmente por la alta precipitación y temperaturas de estas zonas, lo que favorece la liberación y lixiviación del K del suelo a través de los años.
3. RECICLAJE DE NUTRIENTES.
Aproximadamente el ganado de leche excreta entre el 75 y el 80 % del N consumido y el ganado de carne entre el 90 y 95 %, parte en forma de orina y parte en forma de heces. Otros estudios han estimado valores similares con 75 % del N, 80 % del P y 85 % del K ingeridos en el forraje son retornados a la pastura en forma de estiércol y orina.
Principalmente el N, K y B son excretados en la orina y el P, Ca, Mg, Fe, Mg, Zn, Cu y S son excretados en las heces. Los nutrientes en la orina están en forma más disponible para las plantas. La concentración de N en las heces es bastante constante, por lo que los cambios en la concentración de N en la dieta se reflejan en la cantidad de N excretado en la orina.
Los residuos de las plantas en las pasturas es también una vía importante de reciclaje de nutrientes, cuyo aporte en el retorno de nutrientes depende de varios factores, entre los que destaca la composición de los tejidos.
Tanto el material vegetal como las excretas de los animales, los cuales forman la fuente inmediata de N orgánico del suelo, varía mucho en composición y consecuentemente en el grado al cual se acumula el N en el suelo. Está claramente establecido que los materiales orgánicos con una alta relación C:N (> 30:1) son lentos en liberar el N orgánico, mientras que materiales con una baja relación C:N (< 20:1) generalmente libera rápidamente el N orgánico a través de procesos de mineralización.
Parte del ciclo de nutrientes en el sistema suelo-planta-animal son también las pérdidas del sistema por lixiviación, erosión, volatilización y remoción en forma de carne o leche. Con relación a la lixiviación es de especial interés las concentraciones de nitritos y nitratos que pueden contaminar las aguas subterráneas y por tanto las aguas de consumo humano, en sistemas de producción de altas tasas de fertilización nitrogenada. Por lo tanto este es un factor a considerar en este tipo de sistemas de producción intensivas.
Con respecto a la remoción de nutrientes del sistema hay que considerar que las salidas en forma de leche y carne, resultan en extracciones bajas de minerales, ya que están compuestas principalmente de C, H, O y N que son extraídos del agua o del aire. El resto, excluyendo el N, la cantidad extraída en 400 kg de peso vivo, que es una buena producción por ha por año, toda no suma arriba de 10 Kg...
¡Hola,FORRAJES SANTA CLARA!!
FERTILIZACIÓN NITROGENADA DE PASTOS : un objetivo de producción.
INTRODUCCIÓN.
Por las características de la respuesta de los pastos a la fertilización nitrogenada, esta práctica de manejo en sistemas intensivos de producción, como en las fincas lecheras especializadas en nuestro país, no debe ser aplicada como una receta, sino que debe responder a objetivos (necesidades) de producción, de forraje, o de leche.
La racionalidad radica en que si nuestro hato tiene un nivel determinado de producción, podemos calcular la cantidad de nutrientes requeridos para lograr esa producción. Además, podemos calcular los nutrientes que estamos ofreciendo a través del pasto y de los concentrados. El balance de esos nutrientes nos permite determinar cuánto forraje deben consumir esos animales del potrero y cuanto concentrado debemos proporcionar para satisfacer ese nivel de producción, ó viceversa.
Analizaremos la fertilización nitrogenada con base al comportamiento típico de la curva de crecimiento, las relaciones de pasto con el suelo y el clima y la curva de respuesta a la fertilización, para tratar de llegar a algunas conclusiones sobre el manejo racional de ésta práctica.
1. NUTRICIÓN Y CRECIMIENTO DE LAS PLANTAS.
Fundamentalmente la nutrición de los forrajes está orientada a la producción de forraje. Por esto conviene entender el comportamiento del crecimiento de las plantas.
Curva de crecimiento de las plantas. El crecimiento de las plantas se ha tratado de describir con modelos matemáticos. Con estos se pretende poder predecir la producción esperada si el suministro de nutrientes disponibles fuera conocido.
El crecimiento puede ser expresado como incremento en peso seco o altura de la planta, independientemente de la medida empleada existe una aceptable y constante relación entre crecimiento y tiempo. El patrón general de la curva, como se puede observar en la figura 1, es de un crecimiento lento al principio, seguido por aumentos grandes y rápidos para luego caer en un periodo durante el cual el crecimiento es lento o nulo del todo.
La curva de crecimiento es útil para entender el patrón general de desarrollo de las plantas. No indican, sin embargo, sobre los factores que afectan el crecimiento tales
como el suministro de nutrientes, luz, agua y dióxido de carbono. Lo que sí es cierto, es que la planta es producto de su constitución genética y su ambiente. Es decir la planta para lograr su máximo desarrollo, depende de un ambiente favorable. En otras palabras, el crecimiento vegetal es función de varios factores ambientales.
Si todos, excepto uno de esos factores, están presentes en cantidades adecuadas, un incremento en la cantidad del factor limitante generalmente resultará en incrementos en el crecimiento de las plantas. Esta no es una simple relación lineal, más que en una porción de la curva de respuesta. El crecimiento de las plantas como función de la adición de nutrientes es logarítmica y generalmente sigue un patrón de rendimientos decrecientes (ecuación de Mitscherlich).
En la práctica, el concepto puede ser aplicado para determinar por ejemplo la curva de respuesta a varios niveles de aplicación de nutrientes utilizando experimentos factoriales y ecuaciones de regresión (least square means regression analysis).
Cuando el clima, tipo de suelo, modo de aplicación del fertilizante y otros factores son uniformes y relativamente constantes, tales estudios ayudan a predecir requerimientos de fertilizantes dentro de una área, zona o localidad con condiciones iguales a las condiciones donde se realizó la evaluación.
Por último, y de mucha importancia para el crecimiento de las gramíneas, la disponibilidad de humedad es determínate en la producción de forraje (figura 2). El patrón de lluvias se refleja en las oscilaciones de producción que presenta la curva anual de crecimiento de cualquier pasto. Esto altera además de la relación suelo-planta-clima al variarse los patrones de reciclaje de nutrientes en el sistema, sino que también el suministro de alimento al ganado.
2. COMPOSICIÓN MINERAL DE LOS FORRAJES.
Los nutrientes, que en mayor cantidad requieren las plantas, llamados por ello primarios o macronutrientes son el Nitrógeno (N), Fósforo (P) y el Potasio (K). Los que le siguen, en cantidad requerida, a los anteriores, o nutrientes secundarios son el Azufre (S), Magnesio (Mg) y Calcio (Ca) y por último los que se requieren en menor proporción, son principalmente el Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Boro (B), Cloro (Cl), Zinc (Zn), Cobre (Cu) y Molibdeno (Mo). Todos estos nutrientes, primarios, secundarios y los micronutrientes constituyen el 6% del tejido vegetal en base seca ó cenizas, materia inorgánica remanente después de que la materia vegetal es calcinada.
La deficiencia de uno ó más de estos elementos en el suelo puede limitar el crecimiento y la producción de los cultivos se reduce. Seguidamente se describe las funciones de los macronutrientes N, P y K., que son los que se absorben en mayores cantidades por las plantas.
Nitrógeno.
Es el nutriente que más a menudo limita el crecimiento de las plantas. Es tomado por las plantas en forma del ion nitrato (NO3) principalmente, el cual es soluble y móvil para su inmediata y fácil disponibilidad para las plantas. Es utilizado en el tejido foliar para formación de proteína.
El Nitrógeno es uno de los elementos esenciales más importantes de los forrajes, especialmente de las gramíneas. Varios factores, además de niveles deficientes de N, afectan la concentración de nitrógeno en los tejidos, tales como, edad y parte de la planta, temperatura y estrés hídrico. Las concentraciones mayores se encuentran en plantas o tejidos jóvenes y declinan con la edad y con el estado de crecimiento.
Fósforo.
Es utilizado principalmente en las células a nivel de mitocondria para formación de ATP. Es esencial en el proceso de fotosíntesis y es abundante en plantas jóvenes y en tejidos en crecimiento. Es fácilmente transferido o removido de tejido viejo a tejido más joven y conforme la planta madura, la mayor parte del elemento se mueve hacia la semilla o el fruto.
Todas las gramíneas presentan considerablemente bajos requerimientos internos de P, tanto en la época húmeda como seca. Esto implica que pasturas establecidas con base a gramíneas puras podrían no satisfacer los requerimientos de P por parte del animal (0.20% P). Consecuentemente, una suplementación mineral de P sería necesaria puesto que las gramíneas tropicales aún con altos insumos de P como fertilizante no incrementan generalmente su concentración de P en el tejido más allá de 0.15%.
Potasio.
Mantiene la presión osmótica y está involucrado activamente en el transporte dentro de la planta. Se mueve bastante libre a través de la planta. A diferencia del fósforo, el potasio está presente en relativamente grandes cantidades en la mayoría de los suelos, con concentraciones que van entre 0.5 a 2.5%. Las concentraciones menores se encuentran en suelos arenosos y en los suelos tropicales, particularmente por la alta precipitación y temperaturas de estas zonas, lo que favorece la liberación y lixiviación del K del suelo a través de los años.
3. RECICLAJE DE NUTRIENTES.
Aproximadamente el ganado de leche excreta entre el 75 y el 80 % del N consumido y el ganado de carne entre el 90 y 95 %, parte en forma de orina y parte en forma de heces. Otros estudios han estimado valores similares con 75 % del N, 80 % del P y 85 % del K ingeridos en el forraje son retornados a la pastura en forma de estiércol y orina.
Principalmente el N, K y B son excretados en la orina y el P, Ca, Mg, Fe, Mg, Zn, Cu y S son excretados en las heces. Los nutrientes en la orina están en forma más disponible para las plantas. La concentración de N en las heces es bastante constante, por lo que los cambios en la concentración de N en la dieta se reflejan en la cantidad de N excretado en la orina.
Los residuos de las plantas en las pasturas es también una vía importante de reciclaje de nutrientes, cuyo aporte en el retorno de nutrientes depende de varios factores, entre los que destaca la composición de los tejidos.
Tanto el material vegetal como las excretas de los animales, los cuales forman la fuente inmediata de N orgánico del suelo, varía mucho en composición y consecuentemente en el grado al cual se acumula el N en el suelo. Está claramente establecido que los materiales orgánicos con una alta relación C:N (> 30:1) son lentos en liberar el N orgánico, mientras que materiales con una baja relación C:N (< 20:1) generalmente libera rápidamente el N orgánico a través de procesos de mineralización.
Parte del ciclo de nutrientes en el sistema suelo-planta-animal son también las pérdidas del sistema por lixiviación, erosión, volatilización y remoción en forma de carne o leche. Con relación a la lixiviación es de especial interés las concentraciones de nitritos y nitratos que pueden contaminar las aguas subterráneas y por tanto las aguas de consumo humano, en sistemas de producción de altas tasas de fertilización nitrogenada. Por lo tanto este es un factor a considerar en este tipo de sistemas de producción intensivas.
Con respecto a la remoción de nutrientes del sistema hay que considerar que las salidas en forma de leche y carne, resultan en extracciones bajas de minerales, ya que están compuestas principalmente de C, H, O y N que son extraídos del agua o del aire. El resto, excluyendo el N, la cantidad extraída en 400 kg de peso vivo, que es una buena producción por ha por año, toda no suma arriba de 10 Kg...
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