¿Tiene'sentido'la Historia...FILOSOFIA de la HISTORIA!!!
Preguntas planteadas en filosofía de la historia
¿Tiene la historia un sentido teleológico?
La teodicea reclama para la historia una dirección que conduce a un final escatológico, dado por un poder superior. No obstante su sentido teleológico trascendental puede verse como inmanente a la misma historia humana. Puede decirse que Marx, como Auguste Comte, posee una concepción teleológica inmanente de la historia; aunque Althusser ha argumentado que la discontinuidad es un elemento esencial del materialismo dialéctico de Marx, lo que incluye al materialismo histórico.
Pensadores como Nietzsche, Foucault, Deleuze o el propio Althusser, niegan cualquier sentido teleológico a la historia, caracterizando a ésta mejor a través de la discontinuidad, la ruptura y la variedad de escalas en el tiempo histórico, como ha demostrado la Escuela de Annales, particularmente Fernand Braudel.
La historia puede ser definida como la ciencia del cambio en el tiempo.
Las escuelas de pensamiento influenciadads por Hegel y Marx ven la historia como progresiva, aunque ven el progreso como la manifestación de una dialéctica, en la que factores que operan en direcciones opuestas se sintetizan a través del tiempo. De esta forma, la historia puede verse mejor como dirigida por un Zeitgeist (espíritu del tiempo), cuyas huellas pueden verse al mirar al pasado.
Hegel creía que la historia empujaba al hombre hacia la civilización, y algunos le atribuyen la creencia de que el Estado prusiano encarnaba el final de la historia. En sus Lecciones sobre filosofía de la historia, explica que la filosofía de cada época de algún modo es la filosofía del Todo; no es una subdivisión del Todo pero sí este Todo aprehendido en sí mismo de un modo específico...
Marx adaptó la dialéctica de Hegel para desarrollar el materialismo dialéctico. Vio cómo la lucha de tesis y antítesis y sus síntesis resultantes tenían siempre lugar en el terreno material y económico. La aportación central del materialismo histórico es que la historia muestra progreso, no de forma lineal sino acumulativa, y que la causa de ese progreso es la lucha por la posesión y control de los medios de producción. Las ideas e instituciones políticas serían el resultado de la producción material y las condiciones de la distribución y el consumo. Para Marx, la continua batalla entre fuerzas opuestas dentro de los modos de producción conduce inevitablemente a cambios revolucionarios, y a la larga al comunismo, que sería la recreación final de un estado literalmente pre-histórico. Tanto Hegel como Marx son teleológicos en su concepción de la historia: ambos creen que la historia es progresiva y dirigida a un fin particular. La historia de los medios de producción, por tanto, es la estructura de la historia, y cualquier otra cosa, incluyendo la discusión ideológica sobre la historia misma, constituye la superestructura.
¿Es siempre el vencedor el que escribe la historia?
De acuerdo con el discurso político histórico de la lucha racial analizada por Michel Foucault en su curso de 1976-1977 La Sociedad debe ser Defendida, se suele argumentar que los vencedores de una lucha social (el conflicto puede basarse en cualquier elemento social: lucha racial, nacional o de clases) usa su predominio político para suprimir la versión de los hechos históricos de sus derrotados adversarios a favor de su propia propaganda, lo que puede llevar incluso al revisionismo histórico. Walter Benjamin también consideraba que los historiadores marxistas debían tomar un punto de vista radicalmente diferente del punto de vista idealista y burgués, en un intento de crear una especie de historia desde abajo, que sería capaz de concebir una concepción alternativa de la historia, no basada, como en la historiografía clásica, en el discurso filosófico y jurídico de la soberanía.
Un ejemplo clásico de la historia escrita por los vencedores es la información que nos ha llegado de los cartagineses. Los historiadores romanos atribuyen a sus seculares enemigos crueldades sin cuento, incluyendo sacrificios humanos, que no podemos contrastar con la otra versión de la historia.
De modo similar, sólo tenemos la versión cristiana de cómo el cristianismo llegó a ser la religión dominante de Europa, pero no la versión pagana. Tenemos la versión europea de la conquista de América, pero no la de los nativos. Heródoto cuenta la versión griega de las guerras médicas, pero no ha llegado hasta nosotros la persa.
Un posible contraejemplo es la Guerra de Secesión, de la que los perdedores sudistas han publicado más información que los vencedores, hasta dominar la percepción nacional de la historia (los generales confederados Lee y Jackson son tenidos por superiores a sus adversarios, y películas como Lo que el viento se llevó o El nacimiento de una nación han fijado visual y sentimentalmente el punto de vista del Sur en el imaginario colectivo).
Referencias
↑ Valdecantos, Antonio (2005). «La ironía se hizo método». Revista de libros, nº 102 (Madrid). ISSN 1137-2249.
↑ A-R-J. Turgot. Discursos sobre el progreso humano, edición, estudio preliminar, traducción y notas de G. Mayos, Tecnos, 1991.
Bibliografía
Berkhofer, Robert F. Más allá de la gran historia: la historia como texto y discurso. (Harvard University Press, 1995)
Berlin, Isaiah. Tres críticos de la Ilustración: Vico, Hamann, Herder. (2000)
Cuartango, R.: Filosofía de la Historia (lo propio como tierra extraña). Montesinos, Barcelona, 2007
Campillo, Antonio. Adiós al progreso. Una meditación sobre la historia (1985, 2ª ed. 1995); Variaciones de la vida humana. Una teoría de la historia (2001).
Carr, Edward H. ¿Qué es la Historia (1983, 2ª ed. 2006).
Collingwood, R. G. La idea de historia. (1946)
Danto, Arthur Coleman. Filosofía analítica de la historia (1965)
Dilthey, Wilhelm. Introducción a las ciencias humanas. ed. by R. A. Makkreel and F. Rodi. (1883; 1989)
Gardiner, Patrick L. La naturaleza de la explicación histórica. (1952)
Gardiner, Patrick L. La filosofía de la historia, Oxford readings in philosophy. 1974)
Mink, Louis O. Forma narrativa como instrumento cognitivo. En la escritura de la historia: la forma literaria y comprensión histórica, Robert H. Canary and Henry Kozicki, eds. Madison, Wisconsin: The University of Wisconsin Press, 1978.
Nisbet, Robert(1986), "La idea de progreso", Revista Libertas:5, ESEADE.
Ricoeur, Paul. Tiempo y narrativa, Volume 1 and 2, University Of Chicago Press, 1990.
Rojas Mullor, Mauricio (2011), La idea de progreso y el concepto de desarrollo, Madrid: EPIC/Universidad Rey Juan Carlos.
History and Truth. Translated by Kathleen McLaughlin and David Pellauer. Chicago and London: U of Chicago P, 1983.
Jameson, Frederic. La inconciencia política: Narrativa como una acto social simbólico., Ithaca: Cornell University Press, 1981.
Muller, Herbert J. Los usos del Pasado, New York. Oxford University Press, 1952.
White, Hayden V. Metahistoria: la imaginación histórica en la Europa del siglo XX. (1973)...
Preguntas planteadas en filosofía de la historia
¿Tiene la historia un sentido teleológico?
La teodicea reclama para la historia una dirección que conduce a un final escatológico, dado por un poder superior. No obstante su sentido teleológico trascendental puede verse como inmanente a la misma historia humana. Puede decirse que Marx, como Auguste Comte, posee una concepción teleológica inmanente de la historia; aunque Althusser ha argumentado que la discontinuidad es un elemento esencial del materialismo dialéctico de Marx, lo que incluye al materialismo histórico.
Pensadores como Nietzsche, Foucault, Deleuze o el propio Althusser, niegan cualquier sentido teleológico a la historia, caracterizando a ésta mejor a través de la discontinuidad, la ruptura y la variedad de escalas en el tiempo histórico, como ha demostrado la Escuela de Annales, particularmente Fernand Braudel.
La historia puede ser definida como la ciencia del cambio en el tiempo.
Las escuelas de pensamiento influenciadads por Hegel y Marx ven la historia como progresiva, aunque ven el progreso como la manifestación de una dialéctica, en la que factores que operan en direcciones opuestas se sintetizan a través del tiempo. De esta forma, la historia puede verse mejor como dirigida por un Zeitgeist (espíritu del tiempo), cuyas huellas pueden verse al mirar al pasado.
Hegel creía que la historia empujaba al hombre hacia la civilización, y algunos le atribuyen la creencia de que el Estado prusiano encarnaba el final de la historia. En sus Lecciones sobre filosofía de la historia, explica que la filosofía de cada época de algún modo es la filosofía del Todo; no es una subdivisión del Todo pero sí este Todo aprehendido en sí mismo de un modo específico...
Marx adaptó la dialéctica de Hegel para desarrollar el materialismo dialéctico. Vio cómo la lucha de tesis y antítesis y sus síntesis resultantes tenían siempre lugar en el terreno material y económico. La aportación central del materialismo histórico es que la historia muestra progreso, no de forma lineal sino acumulativa, y que la causa de ese progreso es la lucha por la posesión y control de los medios de producción. Las ideas e instituciones políticas serían el resultado de la producción material y las condiciones de la distribución y el consumo. Para Marx, la continua batalla entre fuerzas opuestas dentro de los modos de producción conduce inevitablemente a cambios revolucionarios, y a la larga al comunismo, que sería la recreación final de un estado literalmente pre-histórico. Tanto Hegel como Marx son teleológicos en su concepción de la historia: ambos creen que la historia es progresiva y dirigida a un fin particular. La historia de los medios de producción, por tanto, es la estructura de la historia, y cualquier otra cosa, incluyendo la discusión ideológica sobre la historia misma, constituye la superestructura.
¿Es siempre el vencedor el que escribe la historia?
De acuerdo con el discurso político histórico de la lucha racial analizada por Michel Foucault en su curso de 1976-1977 La Sociedad debe ser Defendida, se suele argumentar que los vencedores de una lucha social (el conflicto puede basarse en cualquier elemento social: lucha racial, nacional o de clases) usa su predominio político para suprimir la versión de los hechos históricos de sus derrotados adversarios a favor de su propia propaganda, lo que puede llevar incluso al revisionismo histórico. Walter Benjamin también consideraba que los historiadores marxistas debían tomar un punto de vista radicalmente diferente del punto de vista idealista y burgués, en un intento de crear una especie de historia desde abajo, que sería capaz de concebir una concepción alternativa de la historia, no basada, como en la historiografía clásica, en el discurso filosófico y jurídico de la soberanía.
Un ejemplo clásico de la historia escrita por los vencedores es la información que nos ha llegado de los cartagineses. Los historiadores romanos atribuyen a sus seculares enemigos crueldades sin cuento, incluyendo sacrificios humanos, que no podemos contrastar con la otra versión de la historia.
De modo similar, sólo tenemos la versión cristiana de cómo el cristianismo llegó a ser la religión dominante de Europa, pero no la versión pagana. Tenemos la versión europea de la conquista de América, pero no la de los nativos. Heródoto cuenta la versión griega de las guerras médicas, pero no ha llegado hasta nosotros la persa.
Un posible contraejemplo es la Guerra de Secesión, de la que los perdedores sudistas han publicado más información que los vencedores, hasta dominar la percepción nacional de la historia (los generales confederados Lee y Jackson son tenidos por superiores a sus adversarios, y películas como Lo que el viento se llevó o El nacimiento de una nación han fijado visual y sentimentalmente el punto de vista del Sur en el imaginario colectivo).
Referencias
↑ Valdecantos, Antonio (2005). «La ironía se hizo método». Revista de libros, nº 102 (Madrid). ISSN 1137-2249.
↑ A-R-J. Turgot. Discursos sobre el progreso humano, edición, estudio preliminar, traducción y notas de G. Mayos, Tecnos, 1991.
Bibliografía
Berkhofer, Robert F. Más allá de la gran historia: la historia como texto y discurso. (Harvard University Press, 1995)
Berlin, Isaiah. Tres críticos de la Ilustración: Vico, Hamann, Herder. (2000)
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Campillo, Antonio. Adiós al progreso. Una meditación sobre la historia (1985, 2ª ed. 1995); Variaciones de la vida humana. Una teoría de la historia (2001).
Carr, Edward H. ¿Qué es la Historia (1983, 2ª ed. 2006).
Collingwood, R. G. La idea de historia. (1946)
Danto, Arthur Coleman. Filosofía analítica de la historia (1965)
Dilthey, Wilhelm. Introducción a las ciencias humanas. ed. by R. A. Makkreel and F. Rodi. (1883; 1989)
Gardiner, Patrick L. La naturaleza de la explicación histórica. (1952)
Gardiner, Patrick L. La filosofía de la historia, Oxford readings in philosophy. 1974)
Mink, Louis O. Forma narrativa como instrumento cognitivo. En la escritura de la historia: la forma literaria y comprensión histórica, Robert H. Canary and Henry Kozicki, eds. Madison, Wisconsin: The University of Wisconsin Press, 1978.
Nisbet, Robert(1986), "La idea de progreso", Revista Libertas:5, ESEADE.
Ricoeur, Paul. Tiempo y narrativa, Volume 1 and 2, University Of Chicago Press, 1990.
Rojas Mullor, Mauricio (2011), La idea de progreso y el concepto de desarrollo, Madrid: EPIC/Universidad Rey Juan Carlos.
History and Truth. Translated by Kathleen McLaughlin and David Pellauer. Chicago and London: U of Chicago P, 1983.
Jameson, Frederic. La inconciencia política: Narrativa como una acto social simbólico., Ithaca: Cornell University Press, 1981.
Muller, Herbert J. Los usos del Pasado, New York. Oxford University Press, 1952.
White, Hayden V. Metahistoria: la imaginación histórica en la Europa del siglo XX. (1973)...
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