Muy interesante nota
Las cosas al parecer no van a mejorar en esta relación EU-Venezuela
Lo bueno es que EU al parecer no se quedará callado como con Bush
Ahora si le dicen sus verdades
Muy buena respuesta de la Señora Clinton:
Las cosas al parecer no van a mejorar en esta relación EU-Venezuela
Lo bueno es que EU al parecer no se quedará callado como con Bush
Ahora si le dicen sus verdades
Muy buena respuesta de la Señora Clinton:
De Hillary a Hugo
Jorge Ramos Ávalos
31 Mar. 09
Podemos esperar que ocurran muchas cosas entre los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, y Barack Obama, de Estados Unidos, pero no que sean amigos.
La desconfianza entre ambos es evidente por sus recientes declaraciones. Obama no confía en Chávez y Chávez no confía en Obama. Vamos por partes.
En una entrevista en enero con Univisión, Obama dijo: "Cuando vemos noticias de que Venezuela está exportando actividades terroristas o apoyando a guerrillas como las FARC, eso crea problemas que no podemos aceptar... Creo que Chávez es una fuerza perjudicial en la región".
La noticia se tardó en llegar a Caracas. Pero cuando lo hizo, hace unos días, Chávez explotó contra Obama. En lugar de aprovechar las declaraciones de Obama para abrir un diálogo sobre las FARC, los pobres y el avance de la izquierda en América Latina, Chávez cayó en el insulto, reforzando su imagen del buscapleitos del barrio.
"Han bombardeado al que les ha dado la gana", respondió Chávez, en directa referencia a Estados Unidos, "han invadido al que les ha dado la gana, han mandado matar al que les ha dado la gana ¿y ahora me va a acusar a mi Obama que yo exporto terrorismo?... Pobre ignorante, que estudie, que lea un poco".
El insulto de Chávez a Obama llegó más rápido a Washington. Y la respuesta de la nueva Secretaria de Estado, Hillary Clinton, fue fulminante.
"Eso es tan infantil que no vamos a responder", me dijo Clinton en una entrevista, antes de su reciente viaje a México. "Pero lo que a nosotros nos gustaría ver es un esfuerzo de él y de su Gobierno por promover la democracia.
"Hay que entender que la democracia no es sólo el tener elecciones. (La democracia) tiene que ver con la libertad de prensa, con permitir la libre reunión de personas, con hacer que se cumpla la ley y con la independencia del Poder Judicial".
Hillary Clinton cree que Venezuela está yendo en la dirección equivocada. "Nosotros obviamente tenemos muchos problemas con el Presidente Chávez y la manera en que está maltratando a los venezolanos y a sus vecinos... Creemos que sería en el mejor interés de Venezuela promover una economía de libre mercado y no caer en políticas fallidas del pasado, apropiándose de empresas y negocios para luego verlos fracasar".
Las declaraciones de Hillary Clinton coinciden con las de Barack Obama durante su campaña presidencial. "Sí creo que (Chávez) es una amenaza", dijo Obama, "pero es una amenaza manejable".
¿Qué significa esto? Estados Unidos, desde luego, necesita el petróleo venezolano y no va a romper con Chávez. Sencillamente lo va a soportar. Además, Chávez no es un obstáculo infranqueable para que el nuevo Gobierno de Obama se acerque a América Latina.
La tendencia hacia la izquierda en la mayoría de los países latinoamericanos se explica más por razones internas -como la persistente pobreza, la corrupción, el crimen y una terrible distribución del poder y del ingreso- que por una oposición a Estados Unidos. Más que antinorteamericanismo, lo que se vivió en América Latina durante los últimos ocho años fue un claro sentimiento antiBush.
Y Obama no es Bush. Obama no inició la impopular guerra en Iraq, ni autorizó la tortura a prisioneros de guerra, ni deportó a miles de inmigrantes latinoamericanos, ni ignoró a la región desde la presidencia, como su predecesor. Obama, por el contrario, ha exportado al sur de la frontera un poderoso mensaje de cambio y esperanza que sobrepasa fronteras y lenguajes.
¿Qué niño latinoamericano no sueña con lograr en su país lo que Barack hizo en el suyo?
Ante este panorama, se ven lejanas las posibilidades de que Obama y Chávez encuentren muchos puntos en común cuando se conozcan el 16 y 17 de abril en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago. No hay que ser un experto en comunicación interpersonal para saber que insultar a alguien antes de siquiera conocerlo no es la mejor manera de fomentar una amistad.
No, Chávez y Obama no serán amigos; Pero tendrán que aguantarse uno al otro. Hay Obama para rato y Chávez también
Jorge Ramos Ávalos
31 Mar. 09
Podemos esperar que ocurran muchas cosas entre los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, y Barack Obama, de Estados Unidos, pero no que sean amigos.
La desconfianza entre ambos es evidente por sus recientes declaraciones. Obama no confía en Chávez y Chávez no confía en Obama. Vamos por partes.
En una entrevista en enero con Univisión, Obama dijo: "Cuando vemos noticias de que Venezuela está exportando actividades terroristas o apoyando a guerrillas como las FARC, eso crea problemas que no podemos aceptar... Creo que Chávez es una fuerza perjudicial en la región".
La noticia se tardó en llegar a Caracas. Pero cuando lo hizo, hace unos días, Chávez explotó contra Obama. En lugar de aprovechar las declaraciones de Obama para abrir un diálogo sobre las FARC, los pobres y el avance de la izquierda en América Latina, Chávez cayó en el insulto, reforzando su imagen del buscapleitos del barrio.
"Han bombardeado al que les ha dado la gana", respondió Chávez, en directa referencia a Estados Unidos, "han invadido al que les ha dado la gana, han mandado matar al que les ha dado la gana ¿y ahora me va a acusar a mi Obama que yo exporto terrorismo?... Pobre ignorante, que estudie, que lea un poco".
El insulto de Chávez a Obama llegó más rápido a Washington. Y la respuesta de la nueva Secretaria de Estado, Hillary Clinton, fue fulminante.
"Eso es tan infantil que no vamos a responder", me dijo Clinton en una entrevista, antes de su reciente viaje a México. "Pero lo que a nosotros nos gustaría ver es un esfuerzo de él y de su Gobierno por promover la democracia.
"Hay que entender que la democracia no es sólo el tener elecciones. (La democracia) tiene que ver con la libertad de prensa, con permitir la libre reunión de personas, con hacer que se cumpla la ley y con la independencia del Poder Judicial".
Hillary Clinton cree que Venezuela está yendo en la dirección equivocada. "Nosotros obviamente tenemos muchos problemas con el Presidente Chávez y la manera en que está maltratando a los venezolanos y a sus vecinos... Creemos que sería en el mejor interés de Venezuela promover una economía de libre mercado y no caer en políticas fallidas del pasado, apropiándose de empresas y negocios para luego verlos fracasar".
Las declaraciones de Hillary Clinton coinciden con las de Barack Obama durante su campaña presidencial. "Sí creo que (Chávez) es una amenaza", dijo Obama, "pero es una amenaza manejable".
¿Qué significa esto? Estados Unidos, desde luego, necesita el petróleo venezolano y no va a romper con Chávez. Sencillamente lo va a soportar. Además, Chávez no es un obstáculo infranqueable para que el nuevo Gobierno de Obama se acerque a América Latina.
La tendencia hacia la izquierda en la mayoría de los países latinoamericanos se explica más por razones internas -como la persistente pobreza, la corrupción, el crimen y una terrible distribución del poder y del ingreso- que por una oposición a Estados Unidos. Más que antinorteamericanismo, lo que se vivió en América Latina durante los últimos ocho años fue un claro sentimiento antiBush.
Y Obama no es Bush. Obama no inició la impopular guerra en Iraq, ni autorizó la tortura a prisioneros de guerra, ni deportó a miles de inmigrantes latinoamericanos, ni ignoró a la región desde la presidencia, como su predecesor. Obama, por el contrario, ha exportado al sur de la frontera un poderoso mensaje de cambio y esperanza que sobrepasa fronteras y lenguajes.
¿Qué niño latinoamericano no sueña con lograr en su país lo que Barack hizo en el suyo?
Ante este panorama, se ven lejanas las posibilidades de que Obama y Chávez encuentren muchos puntos en común cuando se conozcan el 16 y 17 de abril en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago. No hay que ser un experto en comunicación interpersonal para saber que insultar a alguien antes de siquiera conocerlo no es la mejor manera de fomentar una amistad.
No, Chávez y Obama no serán amigos; Pero tendrán que aguantarse uno al otro. Hay Obama para rato y Chávez también
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