Libres al comprobar que preparan un proyecto artístico
En una operación que incluyó varias patrullas, motociclistas y camionetas antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública, ayer fueron detenidos y revisados un fotógrafo y un museógrafo que llevaban varias horas tomando fotografías en varias partes de Mérida.
Los dos “detenidos” viajaban en una camioneta minivan, la cual, al parecer, pareció sospechosa a los agentes a causa de sus ventanillas polarizadas y por las fotografías que uno de sus ocupantes había tomado de la sede del Poder Judicial del Estado, ubicado en la avenida Jacinto Canek.
En la camioneta viajaban el fotógrafo Federico Espinosa “Chacpol” y el museógrafo y curador cubano José Luis Rodríguez de Armas, a quienes después de ser sometidos a una exhaustiva revisión por parte de los policías estatales, que incluyó su vehículo, les fue permitido proseguir su camino.
Según testigos, la movilización policiaca fue excesiva ya que se trataba únicamente de dos personas.
De acuerdo con Federico Espinosa, desde el mediodía se encontraba recorriendo varios puntos de la ciudad a bordo de la minivan y en compañía de Rodríguez de Armas, debido a un proyecto artístico que el primero está desarrollando.
En un momento de su jornada, el fotógrafo hizo una parada en la avenida Jacinto Canek para tomar algunas impresiones de una capilla a la Virgen de Guadalupe que hay en esa arteria.
Después, comentó el artista, tomó algunas fotografías de la sede del Poder Judicial del Estado, lo que pudo despertar la suspicacia de la policía.
—No hay ninguna señal que indique que no se puede fotografiar ese edificio (también llamado “Palacio de Cristal”) —comentó Federico Espinosa.
Alrededor de las siete de la noche, cuando el artista y su acompañante se detuvieron en una tienda de conveniencia a comprar algo para comer, el fotógrafo notó que era esperado por dos motociclistas de la SSP, equipados con armas largas.
Apenas salió la camioneta de la tienda, los agentes detuvieron el vehículo por “sospechoso” y, con apoyo de varios policías, revisaron a los ocupantes. La camioneta fue “revisada a conciencia”.— Roberto García H.
Artículo.
Esta noticia me afecta de forma personal porque lo mismo me pasó en diciembre y vivo en Mérida, como ellos. Le he tomado varias fotos a los lugares que ellos mencionan (enlazadas en la nota) y hay varias cosas que se deben señalar:
1. Tomar fotos desde la calle a cosas visibles desde ésta no es ilegal. Los fotógrafos no tenían que probar nada, sino la policía. El que acusa es el que debe probar.
2. Fueron cateados ilegalmente.
3. Este operativo fue exagerado. ¿Tanto teatro por fotógrafos? Absurdo.
¿Saben qué creo que pasó? Que uno de los policías pensó que le tomaron una foto, y quiso "hacerlos escarmentar". Precisamente hoy viajé al oriente de la ciudad a tomar algunas. Casi diario lo hago estos días pero obviamente soy súper paranoico y cuidadoso de que no haya "chotas" cerca.
Y no, lo que me pasó no es el único motivo para que piense como todos ustedes saben, pero sí fue el factor detonante. Es sentido común ¿Me tratan como mierda por mi bien? Váyanse al carajo, no voy a estar de su lado.
En una operación que incluyó varias patrullas, motociclistas y camionetas antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública, ayer fueron detenidos y revisados un fotógrafo y un museógrafo que llevaban varias horas tomando fotografías en varias partes de Mérida.
Los dos “detenidos” viajaban en una camioneta minivan, la cual, al parecer, pareció sospechosa a los agentes a causa de sus ventanillas polarizadas y por las fotografías que uno de sus ocupantes había tomado de la sede del Poder Judicial del Estado, ubicado en la avenida Jacinto Canek.
En la camioneta viajaban el fotógrafo Federico Espinosa “Chacpol” y el museógrafo y curador cubano José Luis Rodríguez de Armas, a quienes después de ser sometidos a una exhaustiva revisión por parte de los policías estatales, que incluyó su vehículo, les fue permitido proseguir su camino.
Según testigos, la movilización policiaca fue excesiva ya que se trataba únicamente de dos personas.
De acuerdo con Federico Espinosa, desde el mediodía se encontraba recorriendo varios puntos de la ciudad a bordo de la minivan y en compañía de Rodríguez de Armas, debido a un proyecto artístico que el primero está desarrollando.
En un momento de su jornada, el fotógrafo hizo una parada en la avenida Jacinto Canek para tomar algunas impresiones de una capilla a la Virgen de Guadalupe que hay en esa arteria.
Después, comentó el artista, tomó algunas fotografías de la sede del Poder Judicial del Estado, lo que pudo despertar la suspicacia de la policía.
—No hay ninguna señal que indique que no se puede fotografiar ese edificio (también llamado “Palacio de Cristal”) —comentó Federico Espinosa.
Alrededor de las siete de la noche, cuando el artista y su acompañante se detuvieron en una tienda de conveniencia a comprar algo para comer, el fotógrafo notó que era esperado por dos motociclistas de la SSP, equipados con armas largas.
Apenas salió la camioneta de la tienda, los agentes detuvieron el vehículo por “sospechoso” y, con apoyo de varios policías, revisaron a los ocupantes. La camioneta fue “revisada a conciencia”.— Roberto García H.
Artículo.
Esta noticia me afecta de forma personal porque lo mismo me pasó en diciembre y vivo en Mérida, como ellos. Le he tomado varias fotos a los lugares que ellos mencionan (enlazadas en la nota) y hay varias cosas que se deben señalar:
1. Tomar fotos desde la calle a cosas visibles desde ésta no es ilegal. Los fotógrafos no tenían que probar nada, sino la policía. El que acusa es el que debe probar.
2. Fueron cateados ilegalmente.
3. Este operativo fue exagerado. ¿Tanto teatro por fotógrafos? Absurdo.
¿Saben qué creo que pasó? Que uno de los policías pensó que le tomaron una foto, y quiso "hacerlos escarmentar". Precisamente hoy viajé al oriente de la ciudad a tomar algunas. Casi diario lo hago estos días pero obviamente soy súper paranoico y cuidadoso de que no haya "chotas" cerca.
Y no, lo que me pasó no es el único motivo para que piense como todos ustedes saben, pero sí fue el factor detonante. Es sentido común ¿Me tratan como mierda por mi bien? Váyanse al carajo, no voy a estar de su lado.
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